Detección del celo en novillas, clave en la reproducción de su hato

Nota del editor. Este artículo se revisó en diciembre 20 de 2023

El ciclo estral ocurre entre los días 18 y 24, lapso en el cual las novillas viven 4 fases relacionadas con su vida reproductiva llamadas diestro, proestro, estro y metaestro.

También se tiene que tener en cuenta el concepto de fase luteal y folicular, siendo la primera en la que el animal no muestra conducta sexual, mientras que en en la fase folicular la novilla sí presenta un comportamiento sexual. (Lea: Obtener altos índices de preñez sí es posible)

El reconocimiento de cada una de las fases del ciclo estral le permitirá al ganadero tener un mayor conocimiento de las novillas que se desean inseminar, para determinar si opta por la monta directa

Como es natural, en la monta directa es el toro que se da cuenta de los los signos del celo, por lo que no es importante hacer la verificación permanente del calor.

Lo contrario ocurre cuando se utiliza inseminación artificial, en donde es indispensable hacer la revisión del ciclo estral, reconocer cuándo inició y el momento en el que terminó el celo.

Cuando no se detecta el celo, muchos productores optan por emplear programas de inseminación artificial a término fijo, que, en términos simples, consiste en manipular el ciclo estral con hormonas, buscando entre otros propósitos, que un grupo grande de animales se insemine en un mismo día. (Lea: 5 consejos para que la genética bovina surta el efecto esperado)

Miguel Peña, médico veterinario, zootecnista e investigador del Centro La Libertad de la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria, Corpoica, señaló que la detección del periodo de calor se puede hacer de forma visual, al observar reses inquietas.

Ya en predios más especializados y con sistemas de estabulación, las hembras son evaluadas con imágenes en movimiento tomadas desde un área alta, que demostrarán si hay cambios de conducta relacionados con el periodo del celo, como ver un toro montar una res. El podómetro es una herramienta usada con el mismo fin, pero por su elevado costo está presente solo en algunas ganaderías del país.

Sin la detección del celo no se sabrá en qué momento inseminar una vaca, que si queda preñada, tendrá una cría pasados 9 meses. La no detección del calor en la vaca aumenta los días abiertos, lo que representa pérdidas económicas en la ganadería al no iniciar la reproducción animal.