¿Deberían todos los ganaderos emplear semen sexado para sus producciones?

Esta alternativa se emplea en la mayoría de los casos para obtener hembras en lecherías especializadas, aunque algunas ganaderías de ceba lo utilizan para obtener machos. Si bien sus beneficios son evidentes, se deben contrapesar con los objetivos y el manejo de la finca.

Como casi todos los interrogantes, la respuesta a esta pregunta es “depende”. Consultado por CONtexto ganadero, César Gómez, MSc en Ciencias Veterinarias, explicó que si se trata de una lechería especializada donde se privilegian las hembras, sería una buena opción.

“En ese caso otras ventajas de usar semen sexado, como que se disminuyen las distocias porque las hembras son más pequeñas al nacer, entonces las vacas paren más fácil”, apuntó. (Lea: ¿Conoce usted lo bueno y lo malo del semen sexado? Aquí se lo contamos)

Sin embargo, el veterinario explicó que una contraindicación de esta biotecnología es el posible aumento de los días abiertos, dado que el éxito de preñez se ven alterados por los métodos de obtención del semen sexado, lo cual es un costo que se debe evaluar en la finca.

"En el caso del bovino, el espermatozoide hembra pesa 3,5 % más que el macho, así que uno de los métodos es cargar el ADN del esperma mediante láser. La otra técnica identifica los que están menos pesados y les corta la cola, o sea a los que son machos”, precisó.  

Además de proceso, aseguró que las pajillas vienen con una concentración más baja: mientras que una convencional trae 20 millones de espermatozoides con un 40-50 % de viabilidad con descongelación, las de semen sexado traen 5 millones con 30 % de viabilidad.

De este modo, es probable que las vacas no preñen en esa inseminación y repitan su ciclo, lo que representa un incremento en días abiertos, lo que genera un evidente impacto económico. (Lea: ¿Sabe cómo manejar el semen sexado y no ocasionar daños en el proceso?)

En segundo lugar, los espermatozoides generalmente son atacados por el sistema inmune del útero, de manera que con una concentración más baja de gametos será aún más difícil tener una preñez exitosa. A medida que envejece la vaca, sus defensas atacan cada vez más.

Por ello, las casas comerciales recomiendan aplicar semen sexado a las novillas vírgenes, para su primer servicio, puesto que sus glóbulos blancos no reconocerán a los espermatozoides como agentes externos y será más probable una concepción. Esto también plantea otras inquietudes.

“El problema es que no sé cuánta leche da la novilla. Si yo quisiera usar semen sexado, lo usaría en vacas con una o dos lactancias donde haya visto su potencial y por eso quisiera replicarla”, anotó Gómez. (Lea: Semen sexado, práctica a la que Colombia le debe apostar)

Frente a estas dificultades, el médico veterinario reveló que la solución ha sido utilizar el semen sexado en transferencia de embriones in vitro porque “a una pajilla sexada se le saca mucho provecho en laboratorio”: mientras que se requieren tres pajillas convencionales por cada donadora, con solo una sexada se podrían inseminar incluso dos donadoras.

En resumen, Gómez concluyó que el empleo del semen sexado no es recomendado para todos los ganaderos sino para aquellos que evalúen si es posible implementarla de acuerdo a su sistema y sus costos, y en dos casos específicos: novillas vírgenes y en transferencia de embriones in vitro.

“Otra alternativa sería utilizarlo en un primer servicio. Si la vaca no preñó, para el segundo servicio usaría una pajilla de semen convencional. Esas son alternativas de manejo en un programa de inseminación, que dependen de la decisión de cada productor”, dijo.