Cuidados que debe tener con el ombligo de los terneros recién nacidos

Estudios han demostrado que el 29% de las enfermedades en los terneros se han atribuido a problemas asociados con el ombligo, aunque la mayoría de los terneros sobreviven a estas infecciones, su aumento de peso corporal es reducido en los primeros 3 meses de vida.

Así lo señala Cristian Lembach Rojas, médico veterinario, Gerente de Línea Animal Rumiantes y Equinos en Agrovet, en una nota de infortambo.cl, donde manifiesta que, en el peor de los casos, puede provocar una tasa de mortalidad de alrededor del 2%.

Manifiesta el profesional que el cordón umbilical es la autopista hacia el torrente sanguíneo de un ternero y es una conexión abierta con el mundo exterior después del nacimiento. Las bacterias como Streptococcus sp. y E.coli pueden fácilmente entrar al torrente sanguíneo a través del ombligo causando una enfermedad sistémica.

El manejo adecuado del ombligo inmediatamente después del nacimiento puede darles a los terneros un buen comienzo. Para esto, se acostumbra a emplear algunas alternativas como el uso de spray de antibiótico para la desinfección de ombligos, pero el uso de antibióticos tiene desventajas como el desarrollo de resistencias a patógenos y la inhalación de antibióticos por parte del usuario.

El yodo aplicado en un recipiente para sumergir el ombligo también se ha utilizado ampliamente, aunque se puede cuestionar si es la solución más higiénica y práctica, ya que los recipientes para el ombligo deben limpiarse y renovarse entre cada uso. (Lea en CONtexto ganadero: Cuidados en curación del ombligo en los terneros recién nacidos)

En forma concentrada, el yodo es peligroso por inhalación y puede irritar la piel y los ojos. En casos raros, el contacto puede provocar reacciones alérgicas en la piel.

Línea de vida

Por su parte, una nota de la Universidad de Wisconsin señala que el cordón umbilical es la línea de vida entre la vaca y su feto. El oxígeno, los nutrientes y los desechos fetales se intercambian a través del cordón umbilical, el cual está conectado a la placenta de la vaca, y pasa a través del abdomen del becerro a la altura del ombligo.

Antes de que el cordón se seque por completo, podría dejar que los patógenos del medio ambiente que causan enfermedades ingresen al abdomen del becerro y causen una infección localizada en el ombligo o el hígado, y pueden diseminarse en el becerro dando como resultado una infección articular, respiratoria o sistémica y la muerte.

Para proteger a un becerro de una infección en el ombligo se debe facilitar un área de maternidad limpia y seca y desinfectar adecuadamente el cordón umbilical y el ombligo poco después del nacimiento. Mantener al ternero en un ambiente limpio y seco, hasta que el cordón umbilical se seque y se atrofie.

Se recomienda comenzar con un área de corral de maternidad limpia, y reducir el tiempo que el becerro permanece allí después del nacimiento, para prevenir infecciones neonatales. Las áreas de parto húmedas y sucias fomentan el crecimiento de bacterias que pueden invadir el ombligo o la boca del becerro recién nacido, y crear una carga de patógenos que abruma el incipiente sistema inmunitario del becerro. (Lea en CONtexto ganadero: Los riesgos de no curar el ombligo en terneros recién nacidos)

Si el becerro está expuesto a tierra o estiércol, el ombligo deberá desinfectarse diariamente durante los primeros tres o cuatro días de vida para ayudar a prevenir infecciones. La “regla de oro” sobre el ingrediente activo para la desinfección del ombligo es una tintura de yodo al 7 %, ya que proporciona tanto la desinfección como el secado del cordón. La capacidad de absorción del cordón disminuye a medida que el cordón se seca y se arruga.

Los terneros no deben ser transportados fuera de la granja con el ombligo "húmedo". Si lo hace, indica que el becerro tiene menos de una semana de edad y, por lo tanto, es extremadamente vulnerable a los riesgos de enfermedades que ocurren durante el transporte y la reubicación. Espere a transportarlo hasta que el cordón umbilical se haya caído, y no haya muestras de infección en el ombligo.