Más de 5,3 millones de bovinos y bufalinos alcanza el II Ciclo de Vacunación contra aftosa, en su segunda semana
PorCONtexto ganadero-18 de Noviembre 2024
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Por - 19 de Noviembre 2021
Existe la impresión que en la actualidad se producen muchos menos partos distócicos que hace unos años, teniendo en cuenta que hoy los veterinarios atienden menos partos porque gran proporción son atendidos directamente por el personal en las explotaciones.
Existe la impresión que en la actualidad se producen muchos menos partos distócicos que hace unos años, teniendo en cuenta que hoy los veterinarios atienden menos partos porque gran proporción son atendidos directamente por el personal en las explotaciones.
Pero sin duda, la mayor atención a la recría que da lugar a novillas más grandes al momento del parto, la disminución de la monta natural y el uso del semen probado con facilidad de parto y sexado, ha hecho que los partos distócicos por desproporciona materno-fetal hayan disminuido mucho. Sin embargo, siempre va a existir un cierto número de casos que necesitarán atención de profesionales. (Lea: Antes, durante y después del parto de la vaca. Asistencia y casos especiales)
De acuerdo a la revista Frisona, una vaca que necesita ayuda tiene mayor riesgo de sufrir retención de placenta, muerte del feto y metritis; estos tres factores a su vez incrementan el riesgo de sufrir cetosis, disminuyen la fertilidad e incluso incrementan el desecho involuntario. Por lo tanto, cuanto más grave sea la distocia o más se retrase la ayuda, peores serán las consecuencias.
Por otro lado, en muchas ocasiones también se ha comprobado lo contrario, pues en fincas con mucha mano de obra o con veterinarios en plantilla que están obsesionados con la mortalidad perinatal, los partos se atienden prematuramente y muchas veces sin que esto sea necesario.
Esto también da lugar a un gran número de problemas, siendo quizás los más característicos los daños en el canal del parto. Por todo esto, tener protocolizada la atención al parto es muy importante, no solo en las fincas grandes sino también en las medianas y pequeñas.
Para conocer cuándo se necesita la atención de un profesional, lo primero que hay que conocer es cómo tiene lugar un parto normal, lo que se llama técnicamente como un parto eutócico. La primera fase de esta comienza con la dilatación y termina cuando el ternero se coloca en la entrada de la pelvis y las bolsas protuyen a través de la vulva.
Previamente se carga la ubre y los pezones aparecen llenos y en ocasiones gotean calostro. La vulva aumenta de tamaño, la vaca pierde el tapón mucoso del cérvix que es expulsado tras hacerse más fluido.
La vaca se aparta del grupo, los ligamentos se relajan siendo más manifiesto en los sacro-isquiáticos que hace que los lados del nacimiento de la cola aparezcan hundidos. Finalmente, la vaca nerviosa manifiesta algunas contracciones. Esta fase puede durar mucho tiempo, desde seis horas en vacas hasta veinticuatro en novillas y puede pasar completamente desapercibida hasta que con el cérvix dilatado aparecen las bolsas a través de la vulva.
Continua la segunda fase, la de expulsión que termina cuando el ternero sale al exterior. Esta es mucho más rápida, de medida a una hora en las vacas y de dos a tres horas en las novillas. Y en esta, las contracciones irán aumentando poco a poco, luego se romperán las bolsas y finalmente el ternero saldrá al exterior.
La expulsión será más lenta al principio, pero una vez que la cabeza sale fuera todo ocurre muy rápido. Si la madre está fuerte y el ternero es pequeño, el parto se realizará de pie, pero en caso contrario, y especialmente en las novillas, es normal que se tumben de lado.
¿Qué comprobar al explorar una vaca de parto?
Hay que ver si realmente la vaca ha comenzado el parto. Esto se hace palpando el cuello del útero para ver si ha empezado a dilatarse, si está cerrado o solo caben los dedos entonces se debe esperar. Si el cuello está abierto hay que ver si ha roto aguas o no. Si la bolsa asoma por la vulva en forma de globo o bien cuelga parte de las membranas la respuesta es obvia, pero si no asoma nada por la vulva esta es una cuestión importante.
Si la vaca llevara poco de parto es mejor no romperlas, se puede meter la mano entre las bolsas intactas y la pared de la vagina y realizar la exploración. La presión que realizan las bolsas intactas ayuda a dilatarla vulva y evita la contaminación del útero. Pero si la vaca llevara tiempo con la bolsa asomando, se puede romper con los dedos. (Lea: Cómo saber cuánto tiempo debe haber entre partos)
Luego hay que ver todo el canal del parto, la vagina y el cérvix está dilatado y expedito. Para esto se debe introducir todo el brazo siguiendo la pared de la vagina y alrededor de medio metro de profundidad se encontrará el cérvix.
La pared de la vagina deberá estar lisa y sin pliegues de ningún tipo. El cérvix se va a notar como un estrechamiento circular que cuando está completamente dilatado se proyecta en la luz del canal entre dos y cuatro centímetros.
Luego se debe continuar con la comprobación de la colocación del feto. En el parto normal lo primero que asomará por la vulva serán las pezuñas de las extremidades delanteras, presentación anterior o de las traseras, presentación posterior. En el primer momento se verán a través de las bolsas fetales intactas y cuando estas se rompan se verán libres.
En la presentación anterior, que es lo más común, la suela de las pezuñas mira hacia abajo y en la presentación posterior miran hacia arriba. Es muy importante saber diferencias si lo que asoma son las manos o las patas.
En el caso de las manos se comprueba como una articulación de los dedos y la del carpo, la que corresponde con la muñeca, se flexionan en la misma dirección, es decir hacia abajo. En el caso de las patas, los dedos se flexionan hacia arriba y la conversión, el tobillo gira al revés hacia abajo.
Una vez visto esto, en el caso de la presentación anterior, hay que palpar a lo largo de uno de los brazos del ternero hasta llegar al cuello y la cabeza, que deberá encontrarse en posición dorsal por encima de dos brazos, y continuar sacando la mano mientras se palpa la otra extremidad.
En el caso de la presentación posterior, hay que hacer lo mismo pero en lugar de la cabeza se debe encontrar la cola del feto, esto se hace para comprobar que todos los miembros pertenecen a un mismo ternero.
Si se comprueba todo esto, probablemente todo esté bien y en poco tiempo la vaca parirá sola. La excepción es que el feto sea demasiado grande o que la vaca no empuje. Ambas cosas se pueden comprobar observando discretamente a la vaca y teniendo en cuenta que el parto pasado un tiempo no avanza.
Si esto sucede, la vaca deberá ser ayudada, bien llamando al veterinario o siendo ayudada por los miembros de la explotación ganadera. Hay que resaltar que bajo ninguna circunstancia se debe tirar el feto si los puntos anteriores no se han comprobado y está todo cerrado.
Errores
Entre los errores más comunes encontrados siempre han sido casos en los que los tres puntos anteriores no se cumplían. La causa más común de distocia es la desproporción materno fetal, hablando claro, cuando el ternero es demasiado grande para salir por el canal del parto. (Lea: Siga estas 3 recomendaciones antes del parto de la vaca)
Por ejemplo, cuando la cabeza no entra en la cavidad pelviana junto con las manos o bien no se encuentran de vuelta, esas dos situaciones son muy comunes cuando el ternero es muy grande. En ninguna de las dos se debe tirar del animal pues la cabeza se quedará siempre atrás.
Hay que destacar que nunca se debe tirar de un ternero si la cabeza no ha pasado totalmente el cuello del útero y se encuentra dentro del canal pelviano. Otro signo de un feto demasiado grande es cuando se ven las dos manos asomando cruzadas, ligeramente toradas, fuera de la vulva.
Lo anterior es indicativo de un ternero muy grande que al encajarse en el canal del parto por las contracciones maternas, la falta de espacio fuerza a cruzarse los brazos. Muchos casos de cabeza vuelta o brazos cruzados terminan en cesárea.
La distocia es la segunda causa o error, en la que los partos de presentación posterior o como se dice vulgarmente, los partos de culo, pueden alargarse cuando el ternero está a medio salir, lo que ocasionará que este se ahogue con la cabeza dentro del útero.
Los partos gemelares dan lugar a muchos errores, no es muy frecuente que dos terneros presenten miembros dentro del canal pelviano y se tire de uno de cada de los dos al mismo tiempo. Hay que tener claro que nunca se debe tirar de un parto si no se está completamente seguro que las dos extremidades y la cabeza pertenecen al mismo ternero.
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