¿Cuál es la temperatura ideal o qué tipo de recipiente usar para almacenar la carne?

Debido a la medida de cuarentena para mitigar el riesgo de contagio, cada vez surgen más inquietudes de los consumidores sobre la forma de preservar sus alimentos mejor y durante más tiempo, con el fin de reducir la necesidad de salir a hacer mercado.

Ana María Rozo, responsable de calidad e inocuidad de Athena Foods en Colombia, explicó la importancia de un correcto almacenamiento de la carne para preservar todas sus propiedades y componentes nutritivos tales como proteínas, vitaminas y minerales.

“Si bien en su preservación influyen varios aspectos como el tamaño, tipo de corte y formato en que se compró, entre otros, existen también estándares básicos que son indispensables para que la carne se mantenga en buen estado”, aseguró. (Informe: Cuidados que usted debe tener con la carne que consume)

Uno de estos estándares más importantes es la temperatura. Si se compra la carne fresca, al vacío o en bandeja, esta debe ser refrigerada a una temperatura de 4°C en un recipiente limpio, seco y hermético. Al llegar a casa, se debe guardar en los compartimentos inferiores del refrigerador.

También hay que tener en cuenta que la carne contiene una cantidad considerable de agua, lo que la hace susceptible a contaminaciones bacterianas. En caso de haberla comprado en bandeja, es importante retirarla del envase, botar el líquido y guardarla nuevamente.

Los recipientes idóneos para almacenar alimentos frescos son los de vidrio, debido a que el plástico es mucho más poroso, lo que obstruye la higienización del alimento. Además, el plástico contiene elementos químicos que en ocasiones pueden impregnarse en la comida.

Luego de la compra, hay que refrigerar la carne tan pronto como sea posible. Si no se va a consumir en las siguientes 72 horas, se debe almacenar en el congelador. (Lea: Recomendaciones para la compra, manejo y conservación de las carnes durante la cuarentena)

El proceso de descongelación para su consumo debe hacerse por lo menos 12 horas antes de la preparación pasándola a refrigeración, nunca en el microondas o al sol. Una vez la carne esté descongelada debe ser consumida lo más pronto posible y nunca volver a congelarse.

Según la compañía, siguiendo estas precauciones será posible disfrutar de una carne cuyo sabor y nutrientes crearán una mezcla perfecta entre sabor y nutrición en cualquier tipo de preparación. (Lea: Ningún establecimiento nuevo fue certificado por Decreto 1500 en los últimos dos meses)