¿Cuál es la diferencia entre cuernos, cachos y botones en los bovinos?

Al referirse a los cuernos en las vacas y los toros, en América se ha empleado el término de cachos como equivalente, aunque en realidad son dos conceptos distintos. Además, hay otras palabras que se emplean para denominar a estas protuberancias cuando no están tan bien formadas.

En primer lugar, los cuernos se componen de una estructura ósea (hueso dérmico) y de una vaina cornea resultado de la queratinización de la epidermis. Son estructuras permanentes típicas de los bóvidos como las vacas o antílopes, que se presentan en los dos sexos.

A diferencia de estos, están las astas, estructuras dérmicas que pierden la epidermis y resto del tegumento al terminar su crecimiento y son típicas de los cérvidos, como los ciervos o los gamos. (Lea: Costeño con cuernos, una raza con potencial para seguir creciendo)

Además de que se renuevan cada año, no se presentan en ambos sexos sino que normalmente lo hacen en machos. Están sujetas a selección sexual, reflejan la condición física de sus portadores y la calidad del hábitat donde se han formado cada año, no la edad.

Como explicó el experto Guillermo Bavera, la existencia de cuernos en los bovinos hace más difícil su manejo, por lo que se descornan, “operación que si se realiza a edad temprana y correctamente no entraña peligro alguno, pero significa un trabajo adicional”.

El autor también anotó que el carácter mocho aparece como una mutación natural una vez cada 100 000 apareamientos entre toros y vacas con cuernos, por lo que si se desea incrementar la característica, se debe hacer una selección continua.

En estos bovinos mochos aparecen los cachos o tocos (cuernos sueltos), que son pequeñas formaciones similares al cuerno pero no están conectados al cráneo por una unión ósea y son sueltos y movibles. (Reportaje: La impresionante raza bovina Ankole-Watusi)

También se conocen con el nombre de “scurs” y se presentan en toros y hembras descornadas, lo que significa que no tienen cuernos y que además pueden tener descendencia sin estos. Los bovinos tienen genes que controlan el tamaño de estos cachos.

Jakob Lykke Voergaard, de VikingRed, explicó que un toro mocho no puede tener cuernos, pero uno descornado puede tener cachos que parecen cuernos y tiene el gen descornado al 50 %, por lo que su descendencia será descornada, aunque algunos tendrán cachos.

En cuanto a los botones, son pequeñas protuberancias óseas en el lugar en que deberían estar los cuernos o los tocos, pero sin evidencia de crecimiento fuera de la piel. En estas formaciones se han encontrado células similares a las de los botones córneos de los terneros.

Los animales con botones tienen mayor probabilidad de producir crías con botones y también de producir menos crías mochas y más con tocos y con cuernos que los que no tienen botones. (Lea: Con modificaciones genéticas buscan obtener vacas sin cuernos)

Finalmente, se ha encontrado una relación entre la forma de la cabeza y la condición de cornados, mochos o con tocos. El ganado con cuernos tiene generalmente el borde superior de la cabeza plano o ligeramente redondeado.

Los que presentan tocos tienen una mayor tendencia a cabeza puntiaguda, en tanto que en los mochos esa forma se agudiza, aunque es posible también observar cabezas redondeadas.