Conozca qué aditivos usar para el ensilaje

Los aditivos para ensilar son sustancias que se agregan en pequeñas cantidades al forraje en el momento de la elaboración del silo con el objetivo de mejorar el proceso fermentativo o facilitar la conservación. Conozca cuáles son los posibles aditivos que se pueden usar en el ensilaje.

Estos aditivos constituyen una herramienta muy útil cuando se trata de mejorar las condiciones de fermentación de ensilajes. Es importante tener en cuenta que, dependiendo de la situación, el aditivo seleccionado puede tener mayor o menor efectividad. Estos se dividen en estimulantes de la fermentación y en inhibidores de la fermentación. (Lea: Qué pasa durante la fase de fermentación del ensilaje)

En un artículo elaborado por Cecilia Cajarville y José Luis Repetto se explica que los estimulantes de la fermentación se encargan de estimular la proliferación de bacterias lácticas, que pueden ser inoculantes microbianos, enzimas o sustratos. 

Estimulantes de la fermentación

Dentro de los inoculantes microbianos, los más comúnmente utilizados son los lactobacilos homefermentativos. En general, la adición de este tipo de inoculantes parece ser más efectiva en silos de leguminosas y gramíneas que en silos de maíz, pues los cultivos de los primeros son malas fuentes de bacterias ácido-lácticas, y las cepas presentes en estos no son las más adecuadas para actuar durante la fermentación.

Su adición lleva a ensilajes con menor pH, y menores niveles de ácido acético, butírico y amonio, incrementándose el contenido en ácido láctico, la conservación de materia seca (MS), e incluso los rendimientos productivos en animales, aunque esto no siempre está acompañado por cambios detectables en la composición química.

Estudiando el efecto del uso de inoculantes en ensilaje de alfalfa se concluye que los silos inoculados tuvieron mejor desempeño en cuanto a fermentación ruminal. Incluso cuando se observaron efectos importantes en indicadores de fermentación.

La adición de enzimas tiene una doble función, la de aumentar los sustratos disponibles para las bacterias ácido-lácticas y la de mejorar el valor nutritivo de los materiales originales. Las más utilizadas son celulasas, hemicelulasas y amilasas. Los resultados son variables y al igual que en el caso de los inoculantes se comunican mejores resultados en leguminosas que en el ensilaje de maíz, y especialmente parecen ser más efectivas cuando se agregan a pasturas de alta calidad. (Lea: Aspectos a tener en cuenta para elaborar un silo de calidad para épocas secas)

Los aditivos denominados sustratos se adicionan durante la elaboración del silo a los efectos de proporcionar nutrientes a los lactobacilos. Dentro de esta categoría, la melaza de caña es la tradicionalmente usada y puede considerarse como un aditivo de referencia.

El suero de queso, subproducto de la industria láctea, puede ser un buen aditivo dado su elevado contenido de lactosa, carbohidrato que es un excelente sustrato para la proliferación de bacterias ácido-lácticas.

Inhibidores de la fermentación

Lo que se busca con el agregado de inhibidores de la fermentación es impedir el crecimiento de los microorganismos no deseados. Lo más comunes son los ácidos propiónico, cítrico, benzoico y en el pasado el ácido fórmico y el formaldheído.

Manejando adecuadamente las dosis se puede lograr un control sobre las levaduras sin interferir con el proceso utilizado en el momento de suministrar el alimento en el comedero.