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PorCONtexto ganadero-18 de Noviembre 2024
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Por - 10 de Marzo 2022
La guerra entre Rusia y Ucrania es una realidad que jamás se pensó y que está dejando consecuencias en todos los sectores económicos como en la ganadería. Ante esta situación, el productor debe organizar su negocio, comenzar a gestionar de forma empresarial y evaluar los efectos de la guerra en su empresa ganadera.
La guerra entre Rusia y Ucrania es una realidad que jamás se pensó y que está dejando consecuencias en todos los sectores económicos como en la ganadería. Ante esta situación, el productor debe organizar su negocio, comenzar a gestionar de forma empresarial y evaluar los efectos de la guerra en su empresa ganadera.
Los problemas derivados por los conflictos entre Rusia y Ucrania ya dejaron de ser exclusivamente de esos países y se expandieron por todo el mundo, llegando a afectar las economías, el abastecimiento de algunos alimentos, el alza de productos, los efectos en el medio ambiente, entre otros.
Dicha guerra puede parecer una situación muy alejada a países como Colombia, pero hay que poner los pies sobre la tierra y saber que todo lo que ocurre con los países desarrollados, repercute en las naciones en vía de desarrollo como lo es Colombia.
Esta es la razón por la que hoy se está viendo un impacto grande en la industria de los fertilizantes, que ya venían en aumento desde el año pasado, pero que hoy y en el futuro cercano, puede llegar a escasear. Asimismo, sucede con el precio de la urea y otros insumos que al día de hoy mantienen tendencia al alza, situación que se está volviendo insostenible para los productores.
Ante este tipo de situaciones, los productores deben analizar lo que está sucediendo en el mundo y sentarse a organizar su negocio, crear una estrategia, optimizar costos y tratar de mantener una rentabilidad que le permita seguir trabajando en este sector.
Todo esto se puede llevar a cabo con elementos de gestión empresarial que la ganadería debe adoptar, razón por la que en un artículo realizado por Gabriel Jiménez, Jaime Tobón, Jorge Rubiano, Clarita Bustamante y Yesid Abuabara, se explica que la internacionalización de la economía orienta un comercio cada vez más abierto y de mayor competencia, es por eso que para enfrentar la globalización la ganadería debe volverse más competitiva y sustentable y eso solo se puede hacer mediante la administración de empresas ganaderas. (Lea: La gestión empresarial en ganaderías)
Los autores exponen que “cuando las ganaderías se manejan en forma tradicional, no disponen de la estructura necesaria que les permita mejorar su productividad y la calidad de los procesos y productos, ni disminuir los costos de producción”.
Los mismos escritores del artículo agregan que “la inmensa mayoría de nuestros ganaderos no conocen, en el momento de las ventas, cuánto les cuesta producir ni saben cuánto se ganan. Al parecer, la gestión de la mayoría de ganaderos colombianos finaliza cuando la leche o los animales vendidos se encuentran en los camiones, en la entrada de las plantas lecheras o en los frigoríficos”.
Esta, junto con otras más como la actual guerra, son algunas de las razones que deben impulsar a los productores a que trabajen en la modernización de su ganadería, y por modernización no se está hablando de tecnificación, sino que la finca se convierta en empresa ganadera mediante la introducción de elementos de gestión que les permita ser más competitivos y sustentables.
En ese orden de ideas, ¿qué se debe entender por gestión?
De acuerdo a los autores, “la gestión, más allá de reducirse a un conjunto de técnicas y herramientas que se aplican de manera mecánica, se orienta hacia las aspiraciones de las personas en el progreso continuo de su ganadería. Por ello, el eje de todo sistema productivo es el ser humano y, de igual manera, la gestión empresarial se fundamenta en este, con sus sueños y valores”.
Esto quiere decir que la gestión implica aplicar conocimientos, habilidades y destrezas para manejar de manera eficiente el negocio, con el fin de mejorar las actuales condiciones de insostenibilidad de los procesos productivos, con mayor producción, rentabilidad, equidad, competencia en los mercados y menor impacto sobre los recursos naturales.
Pero entonces el ganadero se preguntará, ¿qué tiene que ver la gestión con la guerra entre Rusia y Ucrania? La respuesta es simple, el empresario ganadero es ante todo un organizador y coordinador de los recursos disponibles y planea el trabajo de hoy con la proyección hacia el futuro. (Lea: ¿Qué se necesita para hacer empresas sostenibles en ganadería?)
En pocas palabras, como el ganadero es un organizador, al hacer gestión debe planear el futuro con base en los recursos disponibles y en la actualidad hay alza y escasez de algunos productos que son vitales para el funcionamiento del trabajo en campo, por lo que hay que gestionar y buscar alternativas que puedan suplir estas, mantener los costos de producción y no generar inconvenientes futuros en el negocio.
¿Cuáles elementos de la gestión empresarial debe aprender el ganadero?
Estos se clasifican en tres grandes temáticas como lo mencionan los autores:
Gestión de información: Es la columna vertebral de los procesos de gestión empresarial. El ganadero al disponer de información, puede comparar su producción, analizar situaciones, identificar y priorizar problemas, reconocer potencialidades y trazar estrategias para mejorar en forma permanente.
Fundamentos de administración y gerencia: Utiliza las herramientas administrativas básicas para el manejo de las empresas, involucrando conceptos tales como la planeación, verificación, control y aplicación de correctivos. En el conocimiento del mercado está la base para que el ganadero dirija su producción hacia la satisfacción del cliente.
Mejoramiento continuo: Es el manejo de la empresa con criterios de calidad total, considerando la calidad de los procesos productivos y la calidad de los productos.
Entonces, ¿para constituir una empresa ganadera qué se debe tener?
En una investigación realizada por la Gobernación del Tolima, la Universidad Cooperativa de Colombia y la Universidad del Tolima se sostiene que, en términos prácticos, la aplicación de la gestión en la ganadería se debe ver efectuada de manera secuencias en cuatro grandes etapas: diagnóstico, metas, planificación y control.
Por lo que, en forma de preguntas, el diagnóstico hace referencia a ¿dónde estamos?, las metas se traducen en ¿a dónde queremos llegar?, planificación es ¿cómo vamos a hacerlo? Y el control es ¿qué se debe medir para saber si estamos llegando a las metas?
Para que todo esto suceda, una ganadería moderna requiere de un sistema de información que permita formular indicadores para la toma de decisiones exitosas. Este sistema se construye con apoyo de los datos obtenidos en la misma empresa y en el entorno, es decir, que sus componentes involucran elementos de la dinámica ambiental, de la producción y de la comercialización.
Como mencionan los autores, “así, en la empresa ganadera es posible conocer los recursos con que ella cuenta como suelo, aguas, forrajes, ganados, maquinarias, recurso humano, etc.; mientras que por medio del análisis del entorno se conoce la relación entre paisajes, se hacen investigaciones de mercado y de la inserción de la producción en las cadenas productivas, como también se adquiere información acerca de las políticas sectoriales, entre otras”.
¿Qué datos se deben registrar?
Jiménez, Tobón, Rubiano, Bustamante y Abuabara dicen que por razones didácticas conviene organizarlos como registros ambientales, registros técnicos y registros financieros. Los primeros corresponden al control de la información sobre las variables climáticas, pero también sobre el control del uso racional de los recursos naturales.
Los registros técnicos a los formatos donde se consignan datos relacionados con la producción ganadera y, se asocian en particular, con cambios de los inventarios, aspectos reproductivos, productivos y sanitarios de los animales del hato y el manejo de los potreros y del recurso humano.
En estos se pueden mencionar los calores y servicios, diagnóstico de preñez por palpación rectal, partos, toros o inseminación artificial, control del peso, registro de producción de leche, registro de salud animal, vacunaciones, manejo de pasturas, suplementos alimenticios, etc.
Esto quiere decir que, en simples momentos como los registros de suplementos alimenticios, el productor debe tener claro la disponibilidad de los mismos, la cantidad que requieren los animales, la inversión que generan y los beneficios que traen.
En cuanto a los registros financieros, estos corresponden a formatos donde se incluye los datos relacionados con gastos de insumos y ventas de productos de la empresa ganadera. Estos le indican al ganadero, al menos, cuánto le produce su ganadería, cuánto le cuesta producir y cuánto esta ganando o perdiendo.
Un ejercicio más minucioso de la actividad financiera le permite analizar el flujo de caja de la empresa y por ende, los gastos, los volúmenes de producción y venta, así como sus necesidades de financiamiento.
En ese orden de ideas, son estos últimos registros los que están directamente relacionados con el bolsillo del productor, que finalmente es lo que más los afecta. Al día de hoy, y teniendo en cuenta las crisis y la guerra que vive el mundo, ¿es el productor consciente de lo que está ganando y perdiendo en su negocio?, ¿sabe cuáles son los aspectos en su finca que le están generando desbalance?, ¿tiene claro cómo el sobre costo y escasez de algunos productos pueden afectar su bolsillo? (Lea: ¿Se considera un empresario ganadero tradicional o uno exitoso? Aquí están las diferencias)
Esta y otras preguntas son las que se debe plantear el productor colombiano en este momento que está atravesando el mundo, donde cada día el panorama es más oscuro, por ende, el decrecimiento del negocio puede ser una consecuencia que pocos trabajadores del campo colombiano son capaces de aguantar.
Pero, ¿qué indica cómo se está comportando la empresa ganadera?
Los indicadores técnicos se pueden clasificar como de carácter reproductivo y productivo, mientras que los financieros pueden definirse según se pretenda analizar el patrimonio (relaciona los activos y pasivos de la empresa para verificar su solidez y posición financiera), de inversión o de la operación del resultado productivo.
Los indicadores orientan la evaluación de la eficiencia en el uso de los recursos naturales, económicos y humanos disponibles, así como la respuesta de los procesos productivos. Estos análisis pueden hacerse en la media en que el productor lleve registros en su empresa.
En conclusión, es el manejo y la gestión empresarial los elementos que ayudan a una empresa a salir adelante, a volverse sustentable y a enfrentar las crisis que hay en el mercado, por lo que debe preguntarse, ¿está su finca preparada para enfrentar las consecuencias de la guerra? y, ¿cree que con el manejo básico puede sobrevivir su negocio? Si no es así, replantee su trabajo e instrúyase de los profesionales que puedan ayudarlo a salir a flote ante este oscuro camino que está por venir.
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