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PorCONtexto ganadero-21 de Noviembre 2024
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Por - 28 de Febrero 2023
Cuando una pradera se degrada, sigue una secuencia que inicia con bajo vigor de la planta y continúa progresivamente a estados más avanzados como pérdida de la cobertura e invasión de malezas. Conozca cuál es la clasificación de los niveles de degradación.
Cuando una pradera se degrada, sigue una secuencia que inicia con bajo vigor de la planta y continúa progresivamente a estados más avanzados como pérdida de la cobertura e invasión de malezas. Conozca cuál es la clasificación de los niveles de degradación.
De acuerdo con Álvaro Rincón Castillo, investigador de Agrosavia, se ha desarrollado una clasificación de los estados de degradación de praderas de B. decumbens y sus indicadores, que pueden servir como una herramienta para evaluación de praderas con diversas gramíneas.
Estado 0 (sin degradación)
Corresponde a praderas en buen estado con una cobertura del suelo mayor del 80 %, baja presencia de especies diferentes a las forrajeras, una disponibilidad de forraje superior a 1300 kg MS/ha, con un contenido de proteína entre 8 y 10 %. (Lea: 5 efectos de la degradación de praderas en suelo, pasto y animal)
Estado 1
Se evidencia una disponibilidad aceptable de forraje, pero la cobertura del pasto se empieza a reducir a valores entre 70 y 80 % y la presencia de malezas se aumenta hasta 25 %. En algunas localidades, el suelo descubierto puede estar en un rango de 10 a 20 %.
Estado 2
La productividad y calidad del forraje se reduce en cerca del 50 % con respecto al estado 1 y la cobertura del pasto puede estar en 50 %, mientras que otras especies pueden ocupar el otro 50 %. El suelo descubierto puede llegar a 30 %. (Lea: 3 factores fisiológicos que afectan el crecimiento de los pastos)
Estado 3
Las praderas se encuentran en estado avanzado de degradación, porque la disponibilidad de forraje no alcanza a los 500 kg MS/ha, en tanto que el dominio de las malezas es mayor de 50 %. La calidad nutritiva en términos de proteína cruda es menor de 5 %.
No obstante, como anotó el autor, en condiciones reales, los estados de degradación de las praderas pueden llegar a presentar gran variabilidad, que no necesariamente siguen los valores propuestos en cada parámetro.
Aun así, estas apreciaciones sirven de base para que el técnico o el ganadero tomen determinaciones en las labores a seguir para mejorar la productividad de la pradera. (Lea: Así podemos reversar el proceso de degradación de praderas)
Por ejemplo, señaló que una pradera puede presentar alta producción de biomasa, pero el contenido de proteína puede estar bajo, cuya solución será la aplicación de un fertilizante nitrogenado.
Del mismo modo, cuando se presenta una buena población del pasto, una mayor altura puede representar mayor disponibilidad de forraje; sin embargo, esto no es cierto cuando la población o cobertura del pasto es baja.
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