Con holstein y gyr, se logran buenas producciones de leche en el trópico bajo

Con el cruce entre el ganado holstein y el gyr (girolando), la Granja El Hato en Tulúa (Valle) a 900 metros sobre el nivel del mar y con una temperatura de 28 grados ha logrado resultados favorables en producción de leche.

Según Marta Bravo Carvajal, zootecnista y propietaria de la finca, la raza con la que comenzó fue holstein pese a que el clima no era el más apropiado para estos animales.

El papá quería producir leche y por eso se inclinó por el holstein por ser la raza lechera por excelencia y cuya base del manejo es la alimentación. Después que el organismo esté bien alimentado responde, señaló. (Lea: Girolando plus ofrece alto rendimiento y calidad en su producción)

El problema que tuvo hace 12 años fue que las novillas que sobraban no tenía a quién venderlas porque nadie quería saber de ganado holstein en clima caliente. Entonces apareció la ola de los F1 que era el cruce del Taurus por el Indicus para darle resistencia a los animales en clima caliente.

A esas vacas holstein que tenían las empezaron a inseminar con gyr lechero para tener ese F1. Actualmente conservan el núcleo de holstein porque fue mejorando hasta lograr una muy buena genética.

Las F1 le ayudaron a sostener la producción del holstein pero con el paso del tiempo también las cruzaron con un ¾ de holstein y ¼ de gyr para conseguir el 5/8 3/8  que viene a considerarse una girolanda.

Ahora lo que venden son las cinco octavos que es una novilla de más fácil manejo para el ganadero en clima caliente y tener buena producción.

Ese girolando es el futuro de la lechería del trópico porque se espera que alcance 25 litros diarios en esas condiciones de clima.

La tierra donde se manejan 76 animales fue comprada por parcelas hasta que se completaron las 10 hectáreas que hoy constituyen la finca y se dividen en nueve potreros. Inicialmente estuvieron sembrados en pangola pero a medida que fue creciendo la ganadería el pasto no aguantó el pisoteo, entonces se cambiaron al pasto estrella que es el que todavía tienen. También se tiene pasto de corte como es el elefante morado. (Lea: Así se aprovechan las cualidades del Girolando en Colombia)

Para seleccionar el alimento se sembró sorgo forrajero, en otro lado guinea y en el tercero el elefante morado. La idea principal con ese pasto de corte era fibra. Un animal se come al día del 10 al 12 % de su peso lo cual puede ser de 60 kilos por animal.

A los tres tipos de pasto se les hizo el aforo y el sorgo dio 7 kilos por metro cuadrado, la guinea 6 kilos y el elefante morado 10 kilos y por eso se decidió por este último.

Como uno de los elementos más costosos en los animales de producción de leche es la alimentación decidieron crear una empresa de concentrados que sirviera para atender las necesidades de las vacas y venderle a otros ganaderos.

Adicionalmente, constituyeron una planta de lácteos donde producen bebidas y productos fermentados como leche pasteurizada y yogures. Allí se transforman entre 800 y 900 litros diarios. En dos marmitas se hace la pasteurización, el yogur y el manjar blanco.

De esta manera han logrado un manejo integral a partir de la leche, logrando una buena rentabilidad y competitividad.