¿Qué dicen los índices reproductivos en una ganadería, más allá de las metas tradicionales?
PorCONtexto ganadero-29 de Octubre 2024
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Por - 07 de Marzo 2018
El manejo cuidadoso de registros y su análisis, son fundamentales para hacer que las fincas ganaderas sean eficientes y productivas. Sólo a partir de allí, es posible evaluar si realmente son o pueden convertirse en empresas rentables y sostenibles, u optar por otras alternativas, explica Roberto Roberto E. Tatis Z. (M.V.Z.) en un artículo publicado en Carta Fedegán 94.
El manejo cuidadoso de registros y su análisis, son fundamentales para hacer que las fincas ganaderas sean eficientes y productivas. Sólo a partir de allí, es posible evaluar si realmente son o pueden convertirse en empresas rentables y sostenibles, u optar por otras alternativas, explica Roberto Roberto E. Tatis Z. (M.V.Z.) en un artículo publicado en Carta Fedegán 94. Primero que todo se debe establecer un conjunto de indicadores. Tomemos, por ejemplo, la distribución reproductiva y productiva del hato. Su evaluación se deberá hacer mes a mes, especialmente, a continuación de los chequeos reproductivos efectuados a las hembras que conforman el hato. Luego de hacer esta evaluación se podrán tomar determinaciones que afectarán de manera positiva o negativa la rentabilidad de la empresa (se asume presencia de toros evaluados y en condición óptima trabajando en el grupo de hembras). En un hato de cría, lechería o doble propósito, las proporciones en que estén distribuidas las diferentes categorías y el estado reproductivo de estas, es un indicador verdaderamente estratégico, pues muestra, de manera rápida, el comportamiento reproductivo del hato, característica de suprema importancia económica. No es lo mismo un hato en donde la proporción vacas paridas a vacas secas sea 40:60, que un hato donde la proporción sea 70:30 (que es la que se acerca a la ideal). Como tampoco es lo mismo un hato que se mantiene a través de todo el año con una tasa de fertilidad por encima de 70 %, que otro que permanentemente presenta una tasa inferior a 50 %. ¿Cómo se calcula la natalidad? La tasa de natalidad es el parámetro más común para evaluar la eficiencia reproductiva. Existen varias formas de calcular la natalidad en vacas. Una de las más elementales es el resultado de dividir el intervalo ideal (365 días) entre el Intervalo entre partos (IEP), que para el siguiente ejemplo es de 730 días; es decir: (365/730) x 100 = 50 % Esto significa que una vaca que tiene un IEP de 730 días tendría una natalidad del 50 %. Esto es lo mismo que decir que las vacas paren cada 2 años. Esta fórmula se presta, en algunos casos, a errores de interpretación. Si se tienen 2 vacas y una de ellas tiene un Intervalo Entre Partos de 365 y la otra nunca pare, entonces la natalidad sería 100 %, lo que representa una información equivocada. Otra forma de monitorear la natalidad es a través del porcentaje de nacimientos. Es una medida relativamente fácil de aplicar y, sobre todo, muy útil en hatos bovinos en los cuales no se cuenta con registros individuales o chequeos de preñez que permitan una evaluación más exacta. El simple récord de terneros nacidos por año en relación al número de “hembras aptas” existentes durante el año en la finca, se constituye en la información necesaria para calcular este índice. Sin embargo, no es un dato exacto sino una información que ayuda al ganadero a estimar la situación reproductiva en su hato de cría. Esta metodología exige llevar registros individuales y disponer de una báscula, para establecer la edad y peso del animal, y determinar con estos elementos qué es una “hembra apta”. Sin embargo, la fluctuación en el número de vacas existentes en la finca durante el año, hace difícil llegar a tener un número de hembras que exprese un promedio exacto del ganado existente. Un tercer método es el se basa en el cálculo de años vaca en el período y número de crías obtenidas en el mismo período. Para el cálculo de años vaca se tienen en cuenta: las vacas que estuvieron en el hato y que tengan dos o más partos, y que permanecieron más de 9 meses en el período evaluado. Se suman los días de permanencia de cada animal en ese período y se divide sobre 365 para obtener el promedio de vacas en el período evaluado. Luego se divide el número de nacimientos (de vacas de segundo o más partos) sobre el promedio de vacas y se multiplica por 100. El resultado (natalidad) debe ser analizado teniendo en cuenta las ventas, muertes, compras y traslados de animales que entraron o salieron del hato. Si encuentra natalidades por encima del 100 %, debe ser que hay vacas que están pariendo y luego son trasladadas a otras fincas, vendidas, o que mueren; es decir, contribuyen con pocos días de permanencia y aportan un nacimiento al ejercicio. El evaluar y tomar decisiones luego de consultar las anteriores situaciones, que son cambiantes, y el conocer cuáles son las mejores alternativas, le permitirá a usted como productor, mantenerse y progresar, generando utilidades para su empresa, sus empleados y para el país, lo que traerá como consecuencia estabilidad social, paz y progreso.
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