Cómo lograr la menor pérdida posible de terneros desde preñez al destete - parte 1

Con este sugestivo nombre, el médico veterinario Martín García y el Ing. Agr. Agustín García Fernández, de la firma SGF – Consultoría, nos llevan al fascinante mundo de evitar las pérdidas desde la preñez hasta el destete, un tema que le cae como anillo al dedo a muchos ganaderos.

Los expertos empiezan por señalar el tema de la merma, formulando unas preguntas que parecen obvia: ¿Cuántos terneros espera destetar al final del ciclo? y ¿Qué sería lo normal?

Agregan que no hay una respuesta única, pues es un indicador donde existe desinformación entre los ganaderos, pero además el tema se hace más complejo cuando se trabaja con días abiertos en montas continuas, aunque también puede ocultar errores de manejo, muchos administradores agregan a la cuenta los terneros nacidos de preñeces no deseadas.

Para los expertos, un ganadero debería aspirar a una merma no mayor al 10-12 %, siempre superior en vaquillas de primer parto, aunque hacen la salvedad que solo en fincas muy organizadas y en general de hatos chicos pueden lograr entre 5 y 10 % de pérdidas.

Cómo enfocar el tema de las mermas

Para poder analizar las mermas y su posible mitigación, es conveniente dividir el problema en varias etapas:

1. Primer y segundo tercio de la gestación
2. Último tercio de gestación
3. Parto y peri-parto
4. Ternero desde la primera semana de vida hasta el destete.

En la primera parte de la gestación suelen ocurrir abortos por causas infecciosas o parasitarias, como ejemplo venéreas (Trichomoniásis, Campilobacteriosis) y enfermedades virales (IBR / DVB), en el último tercio son más frecuentes la brucelosis, Leptospirosis, Campylobacteriosis, Neosporosis, y muchas otras más.

También nos indican que las distocias (problemas al parto) y las diarreas perinatales son unas de las causas más frecuentes de mortandad de terneros.

Las diarreas provocan altísimas mortandades en los primeros días si los becerros no son tratados adecuadamente, principalmente por deshidratación severa.

Las vacunas específicas aplicadas al final de la gestación, mejoran la calidad del calostro y por ende darán mayor inmunidad al ternero, ya que sabemos que no hay pasajes de anticuerpos de la madre al feto por vía placentaria.

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