Cómo debe implementar un programa de salud podológica en su ganadería

Las patologías podales son el tercer grupo de enfermedades que interfieren con la producción de leche, señala el experto Bruno Rutter en su artículo Patologías podales infecciosas y no infecciosas.

Advierte el experto que los programas de enfermedades podales no suelen ser una prioridad por desconocimiento o porque «solo se actúa en los animales con lesiones muy evidentes», a diferencia de los programas de reproducción o el control de mastitis, que el productor implementa con éxito.

Factores de riesgo de las enfermedades podales

• Animal: edad, producción, período de transición, genética.
• Nutrición: acidosis subclínica, insuficiencias minerales, exceso de proteína o hidratos de carbono, dieta pobre en fibra.
• Enfermedades sistémicas: hipocalcemia, cetosis, enfermedades infecciosas.
• Manejo: concentración de animales, distribución de la alimentación, comportamiento animal, desvasado incorrecto, mal manejo de pediluvios.
• Ambiente: higiene, instalaciones, pisos, estrés calórico, bebederos.

Establezca este programa de salud podológica

De otro lado, el experto recomendó el siguiente programa para el manejo de las patologías podales en la ganadería:

1. Conocer la prevalencia de cojeras dentro de la finca: Se recomienda observar el desplazamiento de cada animal sobre superficies regulares y antideslizantes y determinar si cojea o no. Para ello se debe calificar con un sistema de puntuación como el puntaje de locomoción. Conocer la cantidad de vacas afectadas brinda un panorama general.

2. ¿Cuáles son las causas de cojeras en el rodeo? Se debe verificar la causa de esa cojera, levantando los pies del animal y con ello determinar la estrategia de tratamiento. Si el problema principal es por infección en la piel, se deberá poner particular atención a la higiene del ambiente y de la pezuña.

3. ¿Con qué frecuencia se desvasan o recortan las pezuñas de las vacas? El desvase correctivo sistemático se realiza en los animales que más lo requieran. Lo más conveniente es hacerlo en el momento el que se va a secar la vaca, lo que permite que cuando ingrese nuevamente al ordeño luego del parto, sus pezuñas apoyarán y tendrán la forma correcta. No todas requieren las vacas deben ser desvasadas.

4. Organizar pediluvios a intervalos regulares: Esto permitirá mantener cargas bacterianas más bajas, impidiendo la transmisión de las enfermedades podales infecciosas.

5. Registrar la información: Tanto en el desvasado correctivo, como los tratamientos y los pasaje por el pediluvio, debe registrarse a la vaca, la pata y el dedo donde se ha trabajado, y qué tratamiento se ha efectuado.

6. Evaluación de los resultados: De acuerdo a los datos recopilados podremos evaluar el programa y en caso de ser necesario hacer las correcciones oportunas para mejorarlo.