¿Cómo contribuye el uso de leonardita en la ganadería?

De este mineral proviene la materia orgánica asociada al lignito que no ha terminado su proceso de transformación hacia carbón. Puede renovar la vida microbiana del suelo y contribuir al crecimiento de la planta.   Ramón Eduardo Valbuena, ganadero y distribuidor de silicatos de Sicampo Ltda., explicó que la leonardita proviene de restos vegetales       que se fueron descomponiendo y contienen una alta cantidad de materia orgánica.   “Apenas está empezando a conocerse en el país pero es una muy buena alternativa, porque con ella se hace un aporte de carbono orgánico al suelo”, precisó. (Lea: Efectos del silicio sobre pastos ayudan a combatir heladas)   Viene en 2 presentaciones: sólida granulada o líquida. De acuerdo con el experto, un litro de este compuesto reemplaza una tonelada de gallinaza pura.   Este compuesto se aplica directamente al suelo para reactivar la microbiología que reside en él. Señaló que a diferencia de muchos fertilizantes, la sustancia estimula el desarrollo de los micronutrientes.   Al igual que todos los productos que se adicionan para corregir el terreno, la leonardita se debe emplear en la temporada de lluvias. (Lea: ¿Qué tipos de productos corrigen problemas en el suelo?)   De esta manera, cuando llega el verano, la planta ya contiene altas reservas de nutrientes, sus raíces están largas y el suelo, oxigenado, por lo cual el impacto de la sequía y la elevada radiación solar es mucho menor.   “La idea es que cuando comienza la época de lluvias, por ejemplo en marzo, le hagan una enmienda al terreno y se le suministre materia orgánica en invierno, un proceso que debe realizarse una vez al año”, indicó.   Al estimular la vida microbiana, el pasto o el cultivo echan más raíces para alimentarse mejor. De igual forma, se producen reacciones que favorecen la conversión de los fertilizantes en nutrientes. (Lea: Use silicatos para eliminar la acidez del suelo y mejorar su pasto)   Por ejemplo, el productor agrega fósforo al terreno pero la planta no lo toma porque no se ha producido fosforización, que es el proceso necesario para que el elemento sea absorbido. En cambio, con la materia orgánica de la pollinaza o de la leonardita, el fósforo puede ser disuelto y consumido por la planta.   Valbuena aconsejó aplicar entre 20 y 60 litros por hectárea, dependiendo del daño que tenga el terreno. Cada caneca de 20 litros cuesta $250 mil y sirve para todo el año. (Lea: 5 causas de la acidez de suelos y la forma de enmendar)   La leonardita también contribuye al intercambio catiónico, que es la capacidad del suelo de retener o entregar iones positivos, que mejoran la composición química de la planta. “La leonardita toma los iones y los entrega a medida que el pasto lo va necesitando”, añadió.   El experto ha realizado ensayos con silicatos que han probado ser efectivos en el mejoramiento de la pradera. Mientras que la leonardita permite la reactivación de la vida microbiana, el silicio ayuda a que la planta capte mejor los nutrientes disponibles en el suelo.