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Por CONtexto ganadero - 27 de Octubre 2022
La integralidad es un punto capital para llevar a buen término la propuesta del gobierno de entregar tierras a campesinos. Para lograrlo es necesario no solo de infraestructura física sino de actividades productivas complementarias que, como por ejemplo la apicultura, ofrecen sinergias con múltiples beneficios.
El pasado 8 de octubre, el presidente Gustavo Petro, la ministra de Agricultura Cecilia López y el presidente ejecutivo de Fedegán, José Félix Lafaurie, firmaron un documento donde se acordó “Posibilitar la compra directa de tres millones de hectáreas de tierra por parte del Gobierno Nacional a personas pertenecientes al sector ganadero que voluntariamente deseen venderlas.” En este acuerdo, la participación de Fedegán es una expresión de buena voluntad que ratifica el compromiso por mejorar las condiciones del campo colombiano.
Además de la repartición de tierras –que es una de las banderas del gobierno Petro– lo esencial es que esos predios dispongan de todo el paquete de integralidad, para que los nuevos poseedores tengan las herramientas para producir eficientemente en las tierras.
El presidente ejecutivo de Fedegán, José Felix Lafaurie –firmante del Acuerdo– ha puesto el énfasis en que ahora hay que centrarse en el CÓMO del Acuerdo, lo cual incluye desde el modus operandide la compra de tierras hasta las acciones previas a su distribución.
Para el dirigente gremial el Acuerdo debe regirse por unos principios fundamentales. Estos son: la buena fe –porque “en ella descansa la confianza y nada se puede construir sin ella”; en la transparencia–para no repetir errores del pasado en compras y asignaciones de tierras y para darle confianza a una sociedad hastiada de corrupción–; en la cooperación entre lo público y lo privado; y en la integralidad –que deriva en la acción coordinada de las instituciones del Estado hacia las nuevas comunidades, porque su carencia fue la causa de fracasos anteriores–.
Sobre estos fundamentos Lafaurie Rivera plantea cinco acciones para lograr que el plan del gobierno sea ejecutado con éxito. Primero, el concepto de núcleo, entendiendo que Fedegán, en su papel de facilitador, coordinará las listas de interesados en vender, buscando conformar núcleos zonales; segundo, incentivar la ganadería sostenible, como una opción para el desarrollo de proyectos; tercero, la complementariedad, entre otras cosas, para tener fuentes adicionales de ingresos; cuarto, la asociatividad – “solo asociados, los pequeños y medianos productores pueden convertirse en grandes, acercarse a los mercados sin intermediarios y ser protagonistas en sus mercados locales”–; y quinto, el fortalecimiento de la economía campesina.
La implantación de ganadería silvopastoril como una de las actividades productivas a desarrollar en esas tierras que se distribuirán es una de las propuestas. Indudablemente se desarrollarán otras actividades que el gobierno desee impulsar o que la vocación agrícola determine a través de la UPRA.
En lo que hace a ganadería silvopastoril, Fedegán tiene amplia experiencia toda vez que fue el ejecutor del proyecto "Ganadería Colombiana Sostenible", que no sólo tuvo financiación internacional sino reconocimiento mundial. Es la mejor opción para producir proteína animal en forma amigable con el medio ambiente y captura de CO2, y además permite, a su vez, encontrar otras fuentes de ingreso que sean complementarias a la actividad ganadera.
Manuel Gómez Vivas, coordinador del Programa Ganadería Sostenible de Fedegán, señala que “la ganadería sostenible debe ser entendida como un solo tipo de ganadería, en el cual lo ambiental, productivo, económico, social y la gobernanza de un territorio, nos permite llevar esa característica y ese sello de sostenible.”
Los sistemas silvopastoriles o las herramientas del manejo del paisaje, son algunas prácticas que contribuyen a tener una ganadería sostenible, pero, además, hay actividades complementarias que son de gran beneficio para el productor. Una de ellas son las actividades de pancoger, es decir aquellos cultivos que satisfacen parte de las necesidades alimenticias del ganadero y su familia, que es una práctica que contribuye a la seguridad alimentaria.
La combinación de ganadería sostenible con la apicultura es una excelente llave. La apicultura es una actividad complementaria que los ganaderos pueden utilizar para fortalecer sus fincas, contribuir a la sostenibilidad, y generar nuevos ingresos.
La apicultura genera beneficios por la comercialización de sus productos y es de gran importancia para otras líneas agropecuarias. En la agricultura, por ejemplo, gracias a los procesos de polinización de estos insectos, se incrementa en calidad y cantidad la producción de diversos alimentos. Por otro lado, en la ganadería, las abejas polinizan los pastizales donde el ganado se alimenta, aumentando también su calidad.
“Con una serie de manejos de precauciones en estas producciones ganaderas se puede hacer la apicultura, entendido que la apicultura también es una especie de ganadería, al fin y al cabo, es una crianza de animales para obtener beneficios de los que estos animales producen. En ese contexto, la apicultura también es una ganadería.” Afirma Fabio Diazgranados presidente de la Federación Colombiana de Apicultores y Criadores de abejas (FedeAbejas).
La cantidad de colmenas que se deben tener por hectárea aún no está definida, como explica Gómez. “Esas métricas están en revisión, pero lo que sí podemos decir es que aparte de la miel o el propóleo que podamos obtener de los diferentes subproductos y coproductos, encontramos una alternativa productiva muy alta.” Tener abejas va a permitir que las gramíneas, leguminosas y árboles frutales tengan mejores producciones.
“Entre más costo-efectivos seamos como productores, vamos a encontrar un regalo muy interesante, y es que, en nuestras tierras, en nuestro suelo tengamos salud y fertilidad. Y esa fertilidad se expresa en condición corporal de los bovinos, en disminución de las enfermedades” dice Gómez.
Las pruebas que se están haciendo revelan que aquellos productores ganaderos que incursionan en la apicultura, mejoran las producciones de leche y las producciones en carne, porque además de polinizar y mejorar la productividad de pastos, forrajes y arbustos, las abejas generan algo mucho más importante: un equilibrio sistémico.
¿Qué es eso del equilibrio sistémico? Es el equilibrio necesario para que muchas plagas, malezas y enfermedades se puedan evitar. Por ejemplo, a causa de los desequilibrios que existen en algunas tierras hay una población importante de moscas hematófagas, que transmiten al bovino muchas enfermedades que pueden ocasionar inclusive la muerte o que disminuye la productividad.
Las abejas tienen una característica especial y es que son organizadas, pastorean, es decir polinizan en las praderas desde muy temprano. Entonces las colonias le ganan al ejercicio que va a hacer la mosca. Lo que da como resultado que se aumenten las poblaciones de abejas y empiezan a competir con las moscas. Entonces, ambos insectos están en el mismo hábitat y se genera un equilibrio entre las poblaciones donde empiezan a disminuir las enfermedades o insectos que pueden afectar la ganadería. “Hay un servicio interesante en la apicultura, inexplorado, pero qué es bueno que el ganadero lo conozca” asegura Gómez.
Este año empezó a regir la Ley 2193 por medio de la cual se crean mecanismos para el fomento y desarrollo de la apicultura en Colombia y se dictan otras disposiciones. Es un instrumento que ya está en nuestro ordenamiento jurídico y no es sino aplicarla a estos fines.
Con su aprobación Colombia dio un paso que celebran apicultores, para que su actividad sea cada vez más reconocida y se difundan los beneficios que ofrece.
Pero como cualquier otra actividad rural, los apicultores también afrontan retos, como los señala su representante.
Fabio Diazgranados expresa que “los apicultores somos, como campesinos sin tierra. En ese sentido, necesitamos de los propietarios o los poseedores de extensiones de tierra, en este caso los ganaderos, para que permitan a los apicultores que instalen colmenas en sus predios. Para esto simplemente se necesita tomar algunas medidas que son muy sencillas de implementar para que en estos predios ganaderos también existan algunos sitios específicos para el montaje de apiarios y la explotación apícola en ellos. Y ahí si logramos el beneficio.”
De ahí que la integración ganadería sostenible - apicultura brinde grandes beneficios para las partes. Y también de allí la solicitud del coordinador del Programa de Ganadería Sostenible de Fedegán al gobierno nacional deinstrumentalizar estas alternativas, que los ganaderos tengan acceso a esos proyectos y que por medio de la asociatividad, se generen líneas de crédito que acompañen el proceso.” Y pidió sobre todo, visibilizar la ganadería sostenible en estas familias que van a empezar a recibir esas tierras, que si bien son productores de leche o de carne, encuentran varias alternativas para que su familia sea próspera.
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