Ceba de animales de descarte, una opción para tener más rentabilidad en el hato

El fin último de todo bovino o bufalino es la obtención de la mejor calidad de carne posible, por lo que la ceba de animales de descarte es una opción adicional en cualquier hato.

Según Ricardo Arenas, médico veterinario especialista, en un nuevo capítulo del Manual Práctico Ganadero, elaborado por Fedegán, bien sea que se tenga una producción de leche especializada donde se cuente, fundamentalmente, con hembras en producción, o una ganadería de cría donde el inventario ganadero se basa en hembras de vientre y algunos machos reproductores, siempre llegará el momento de descartar algunos de estos animales.

Esto se puede dar por llegar a cierta edad en la que ya ha cumplido con su deber, pero también ocurre por la selección del programa de mejoramiento genético que se tenga en la finca.

En todo caso es importante tener en cuenta algunas consideraciones a la hora de engordar vacas de descarte o toros reproductores viejos, logrando con ello una rentabilidad adicional a su etapa productiva. (Lea en CONtexto ganadero: Conozca estos consejos para elegir y descartar bovinos)

Aspectos a considerar

Uno de los objetivos por los cuales se ceban estos animales es buscar una rentabilidad final, posterior a su etapa productiva, con la utilización de los recursos de la misma finca.

Para ello es importante tener en cuenta la edad, la condición de salud y el estado de carnes en que se encuentra el animal al momento del descarte para decidir su engorde final y entregar a este un adecuado suministro de nutrientes.

En el manejo de engorde de estos animales es necesario tener en cuenta su condición de adultos y la etología, que estudia su comportamiento.

Se debe cuidar que en su condición de vacas en producción están acostumbradas a estar en manada, con machos reproductores, según el manejo que se les haya dado, además tienen unas conductas y hábitos que se deben tratar de mantener evitando el estrés de cambios bruscos que impidan su adecuado engorde.

Como este proceso debe ser lo más corto posible, es necesario cuidar los tiempos de retiro de los diferentes tratamientos farmacológicos y así evitar cualquier riesgo de residualidad. Este debe ser un proceso de dos o tres meses en los que se logre mejorar las condiciones de carnes del animal y depurar cualquier residuo de antibacterianos o antiparasitarios que pudiesen contaminar la carne. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Es posible hacer más rentables las vacas de descarte?)

La dieta de estos animales debe ser rica en energía y proteína para promover el aumento rápido de peso por crecimiento muscular y acumulación de grasa. La ceba de animales de descarte es una forma de aprovechar recursos y obtener valor económico a partir de bovinos que ya no son productivos.

Un enfoque en la nutrición, el manejo, la sanidad y el bienestar animal garantizan la obtención de carne de calidad y la realización de un proceso sostenible, indicó Arenas.

La decisión de engordar rápidamente vacas lecheras de descarte o toros reproductores que terminaron su vida productiva es una excelente alternativa en el uso eficiente de los recursos siempre que la condición de los animales y de la finca lo permita, reiteró.

La ceba de estos animales debe ser un proceso rápido y muy eficiente evitando fugas de recursos por demoras en el proceso que no se ven reflejadas en el peso final de los animales.