Bonos de carbono, nuevo negocio para ganaderos

En 2015, y luego del llamado Acuerdo de París, resultado de la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático (CMNUCC), los países firmantes se comprometieron a reducir sus emisiones netas de carbono para el año 2050, y allí se incluyó lo que se conoce como la Neutralidad del Carbono, es decir, la reducción al máximo de los Gases de Efecto Invernadero, producto de la deforestación, el empleo de combustibles fósiles y el manejo de las basuras, entre muchos otros. Una acción de la que surgieron los “certificados o bonos de carbono”, un instrumento de certificación de que las emisiones fueron disminuidas por una empresa u organismo.

Desde entonces, distintas instituciones a nivel global se encargaron de certificar tales declaraciones de neutralidad de carbono buscando un factor inequívoco de transparencia. El ejercicio, a manera de ejemplo, es que si una organización con una huella de carbono de 10 toneladas de CO2, reduce 3 toneladas gracias a un programa de energía renovable, deberá entonces compensar las 7 toneladas restantes mediante bonos de carbón para cumplir así con las prácticas sustentables y de paso convertirse en una empresa carbono neutral.

Certificación de fincas ganaderas amigables

La filial en Colombia de la empresa inglesa Environmental and Social Solutions entrará a operar en el país a partir del próximo mes de junio, con una plataforma que permite certificar fincas ganaderas amigables con el medio ambiente, para luego lograr la emisión de bonos de carbono que se comercializarán en el mercado local e internacional, informaron sus directivos.

Con la asesoría de una empresa uruguaya especializada, se desarrolló un trabajo previo con evaluaciones en ganaderías convencionales de la Sabana de Bogotá, y que usan el modelo de pastoreo rotacional de alta densidad. Se adelantó entonces un diagnóstico del estado general de las fincas, los suelos y sus sistemas productivos, para así obtener las certificaciones del caso y emitir los bonos respectivos.

Así, los ganaderos que quieran emitir bonos de carbono sobre sus predios deberán adaptar sus explotaciones a las buenas prácticas en ganadería, adoptar sistemas agrosilvopastoriles con especies forrajeras y fijadoras de nitrógeno, sembrar cercas vivas (alinderando lotes y predios), dar manejo apropiado a las aguas lluvias, e incluso, destinar algunas áreas para reforestación.

Cumplidos estos pasos y una vez sean certificados por Environmental and Social Solutions, se emiten y comercializan los bonos, que en el mercado local pueden cotizarse entre USD 10 y USD 12 por tonelada de carbono capturada anualmente, mientras que en el mercado internacional pueden alcanzar un precio entre USD 30 y USD 40.

‘Futuros’ de bonos de carbono

Por otra parte, con el fin de lograr un mayor compromiso de los ganaderos, se espera que pongan en marcha un programa permanente de ganadería ambientalmente amigable, que el certificador avalará semestralmente, y así vender ‘futuros’ de bonos de carbono.

¿Cuánto dinero recibe el ganadero en la venta de bonos de carbono?

“Los bonos de carbono son una herramienta a través de la cual se busca cuantificar las reducciones de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) con acciones que aporten a la gestión del cambio climático”, afirman desde el Ministerio del Ambiente, alertando además sobre sus beneficios ecológicos y su valor comercial. Y agregan, “los bonos de carbono se pueden comercializar según acuerdos privados mediante los mercados de carbono, pueden ser utilizados para fines de compensación voluntaria de emisiones propias, para el cumplimiento de obligaciones o para optar a pagos por resultados como lo es la solicitud de la no causación del impuesto al carbono en el caso de Colombia”.

Por otra parte, los ganaderos recibirán beneficios económicos como parte del proceso pues éste no es de carácter altruista. Entre los mismos se cuenta la adaptación de los procesos productivos al ámbito medioambiental amigable, recibir una certificación permanente por esta acción y contar con hasta el 60% del precio por el que se vendan esos bonos de carbono.

En el caso de ser un proceso de ‘futuros’, el ganadero tendrá en su finca planes de trabajo, de desarrollo de la explotación (uno comercial y uno productivo), es decir, un completo manual operacional para no perder la certificación. A ello se le suma un acompañamiento técnico permanente e integral cada seis meses por parte del certificador. Y como beneficio adicional, el ganadero termina por ‘empresarizar’ su explotación, y que se convierte en una carta de presentación ante el sistema financiero, los gremios de la producción pecuaria y la formalización del agro.

Si una compañía multinacional tiene una huella de carbono en Colombia, de alguna manera buscará comprar un bono de origen colombiano. ¿Para qué? Para generar un proceso de compensación en el país frente a lo emitido localmente.

16 fincas ganaderas serán certificadas

Por último, Environmental and Social Solutions ha informado que desde comienzos de este año está trabajando en la certificación de 16 fincas ganaderas en el altiplano cundiboyacense y en la zona del Magdalena medio. De igual manera, que entre sus planes de negocio, para el período junio de 2023 a junio de 2024, la meta es certificar 20.000 hectáreas, mientras que para el cierre del primer semestre de 2025, la cifra la estiman en las 100.000 hectáreas.

Para la nueva compañía, “las mediciones nos indican que una hectárea ganadera puede estar captando entre 8 y 10 toneladas de carbono-año en sistemas pastoriles de ganadería regenerativa, aunque la cifra puede aumentar en las ganaderías que han implementado sistemas silvopastoriles”.