Asocaña, comprometido con la producción de energías renovables

Según el gremio, si se quiere realmente alcanzar el mejoramiento de esta actividad agrícola se debe trabajar en pro del desarrollo sostenible, económico, social y ambiental.

De acuerdo con la información suministrada a CONtexto Ganadero por el área económica de la Asociación de Cultivadores de Caña de Azúcar de Colombia, Asocaña, el sector se caracterizó este 2013 por su alta productividad en el desarrollo sostenible, el cual es un factor determinante para la estabilidad socioeconómica de más de 30 municipios de Caldas, Cauca, Risaralda, Quindío y Valle, donde se encuentra asentada esta actividad agrícola.

En materia de bienestar social, para la gente y comunidades del área de influencia de las empresas afiliadas, se generaron 188 mil empleos directos e indirectos; se otorgó atención a 16 mil familias con el programa “Familias con bienestar” y educación de calidad para más de 12 mil personas en la red educativa azucarera. Según Fedesarrollo, esto se tradujo en una mejor calidad de vida en los municipios del área de influencia, frente a otros.

“En materia del cuidado del medio ambiente a lo largo y ancho del valle geográfico del río Cauca, le dimos prioridad a la restauración y conservación de 750 mil hectáreas de relictos (vestigios de flora) de bosques nativos y biodiversidad en 20 cuencas hidrográficas, de las cuales depende la vida de más de 3 millones de personas”, aseguraron desde la entidad. (Lea: Asocaña restaura ecosistemas en microcuencas)

Otros retos que el sector alcanzó fueron la producción de energías renovables y amigables con el medio ambiente, como bioteanol y la energía limpia a partir del bagazo de la caña; también el desarrollo económico, agregando valor a los diferentes productos derivados de la caña e incrementando la productividad a través de la investigación y el desarrollo en Cenicaña, lo que mejoró la eficiencia de las prácticas en el campo y en las fábricas.

El cáncer y el atraso del campo

"La tasa de cambio es como el cáncer del sector productivo colombiano. Consideramos que combatir la revaluación es un reto macroeconómico fundamental, que evitará la pérdida de competitividad del agro y la industria en Colombia”, explicaron. (Lea: Sector azucarero pide políticas de protección al Gobierno ante crisis)

Según el gremio, a pesar de que el sector no participó en los paros agropecuarios, es necesario que se supere el atraso que tiene el campo colombiano, en aras de evitar afectaciones económicas y sociales. “Nuestros agricultores colombianos deben contar con el apoyo del Gobierno Nacional en materia de infraestructura, investigación y mercados, con el fin de cerrar la brecha entre la situación rural y la urbana. Como lo ha reconocido la actual administración, la paz en Colombia solo se puede lograr con un campo bien desarrollado”.

Apertura de mercados y acuerdos comerciales

En materia de exportaciones, el área económica de Asocaña aseguró que el sector ha registrado una mejoría con la apertura de nuevos mercados, y más con la firma de Tratados de Libre Comercio, pero que con ello el Gobierno Nacional y la industria debe tener en cuenta la sensibilidad del sector agrícola del país.

“Hemos logrado accesos importantes a través de cuotas libres de aranceles, pero limitadas en Estados Unidos y en la Unión Europea; y liberaciones a plazos largos en mercados como el canadiense y el coreano. El obtener acceso preferencial a países que tienen agriculturas completamente protegidas, permite mejorar el perfil de las exportaciones del sector, siempre y cuando los TLC se negocien en condiciones justas para el país”, señalaron los encargados del área económica, quienes reiterraon de paso que "los acuerdos deben tener en cuenta la sensibilidad del sector agrícola en los diferentes acuerdos comerciales con otros países, buscando condiciones favorables que promuevan la producción nacional, así como adecuados instrumentos de defensa comercial". (Lea: Asocaña y Fedecafé respaldan el TLC con Corea)

Fortalecimiento gremial, el llamado a Santos

Para el gremio es preocupante el que se ignore la institucionalidad que el sector agrícola ha construido y la cual le ha hecho aportes significativos a la política agraria del país.

“La coyuntura actual es un llamado de atención para que el país se una en torno a su agricultura y a lo que en Europa se conoce como la multifuncionalidad de la agricultura, que no es otra cosa que reconocer que la agricultura tiene efectos económicos, sociales y ambientales, además de garantizar la seguridad alimentaria y ofrecer materias primas a la sociedad”, argumentan desde la entidad.

Es por eso que Asocaña señala que a través de la Sociedad de Agricultores, SAC, que tiene más de 142 años de historia y teniendo como afiliados a los gremios más representativos de los distintos subsectores del agro se debe consolidar la responsabilidad social, siendo más incluyentes, integrando pequeños, medianos y grandes productores del campo. (Lea: Asocaña entregó computadores a niños del Valle)

2014: el inicio de las políticas agropecuarias, aumento de la mezcla de etanol y ¿la paz?

Según el gremio, los fondos parafiscales y de estabilización de precios y el sistema andino de franjas de precios deben ser fortalecidos; la producción y el consumo de biocombustibles se deben estimular, así como se hace en otros países; y las energías renovables y alternativas que generen biomasa deben ser una de las estrategias para obtener resultados eficaces, solo si hay un verdadero compromiso y apoyo por parte del Gobierno y la industria.

“Este año se espera que entre en funcionamiento la planta de Ecopetrol Bioenergy en el segundo semestre, que va a requerir que se aumente la mezcla para absorber dicha producción. Vale la pena mencionar que diversos estudios han evidenciado buenos resultados en el parque automotor en mezclas hasta de 20%”, afirman. (Lea: Uso de etanol en la gasolina reduce contaminación)

Finalmente Asocaña afirmó que la mejor manera de ayudar a construir país es generando empleo y haciendo sostenible una actividad productiva que permita la ocupación lícita del territorio.