Así es la regeneración natural del algarrobo en sistemas silvopastoriles

La infestación de las pasturas con malezas leñosas es el mayor temor y trabajo para el productor, por lo que genera mayores costos de producción. En CONtexto ganadero le explicamos el proceso de regeneración natural de plantas como algarrobos en sistemas silvopastoriles.

El algarrobo es una leguminosa que aporta nitrógeno al suelo mediante las raíces o las hojas que cada año caen al suelo; esto es indispensable para un buen crecimiento del pasto. Por lo tanto, bajo copa, el suelo es más fértil y el pasto puede crecer también bajo copa. Para los expertos, esta es una planta que tienes muchos beneficios regenerativos que serán explicados a continuación. (Lea: Sistemas Ganaderos en base a pasturas implantadas)

Según el libro de actas del X Congreso Internacional de Sistemas Silvopastoriles, “en las pasturas, el algarrobo parece ser una maleza invasora muy agresiva, que nos resta superficie de pastoreo. Sin embargo, con un poco de poca puede manejarse y formar un árbol, bajo el cual crece el pasto y los bovinos pueden pastorear son mayores problemas”.

En invierno, la pastura no se quema por helada bajo copa, lo que significa que los animales siempre tienen sombra. Además, el sol no puede quemar el suelo porque el viento se frena, por lo tanto el suelo no se seca tanto.

Las frutas del algarrobo son de excelente valor nutritivo para los animales, por lo cual en época de poco forraje, estos pueden salvar a los animales. Además es una madera de alto valor, pues es la nativa que menos se expande con la humedad del aire.

Bajo condiciones normales, las plantas de algarrobo son comida por los animales y tardan hasta emerger del pasto hasta que pasan la altura y se ramifican. Con una poda dirigida se puede formar un tronco de 2 metros.

En este proceso, cuando las plantas ya tienen una altura de 1 m se puede comenzar la poda formativa. Generalmente, estos trabajos se hacen en invierno, por lo tanto en la primera poda se corta solamente algunas ramas bien al suelo, cuidando de no cortarlas todas. En el caso del crecimiento de esta planta, cuando el tronco tiene el grosor del bazo, ya se sostiene solo y se cortan todas las ramas a ras del tallo. (Lea: La importancia de ejercer control sobre las plagas en los predios)

Al tener un diámetro entre 10 y 15 cm, la copa ya es suficientemente grande para que el árbol deje de formar ramas laterales, por lo tanto se debe prever que la poda se realiza durante un periodo de 4 a 5 años.

En el caso de los árboles que no forman tronco, se debe eliminar, pues hay suficientes plantas para sustituirlo. Es por esto que cuando el tronco se forma curvado durante los primeros 3 años, el productor aún está a tiempo de enderezarlo, teniendo en cuenta que se debe tomar con las manos y doblarlos hacia el lado opuesto de la curva hasta alcanzar la dirección deseada.

Es importante que el productor tenga claro que este trabajo debe ser realizado con temperaturas por encima de los 40°C, de tal forma que el tallo no vaya a romperse.

Finalmente, según los expertos, la poda en los primeros años se debe hacer siempre a ras del tronco, pues en número total de brotes laterales no aumenta significativamente si no se deja el tocón. (Lea: Diversificar forrajes, clave para mejorar la nutrición bovina)

Fuente: Libro de actas del X Congreso Internacional de Sistemas Silvopastoriles