Así altera la acidosis el consumo del ganado bovino

La acidosis es un desorden nutricional que ocurre cuando el ganado consume demasiado almidón (principalmente granos) o azúcares en un periodo corto. Los productores deben prestar atención a los síntomas, que pueden iniciar con una caída en la ración que come el vacuno.

En un sistema de corrales de engorde, un animal sufrirá acidosis subaguda al menos una vez, pues su ocurrencia es prácticamente inevitable durante la adaptación a la nueva dieta con altas cantidades de concentrados.

A pesar de que la acidosis comprende una cantidad de grados, para simplificar puede dividirse en una forma aguda (acidosis clínica) y una subaguda. (Lea: ¿En qué consiste la rumenitis en bovinos y por qué se produce?)

En efecto, no se trata de un desorden único sino que presenta varios niveles de gravedad conforme el problema se intensifica, desde síntomas tan poco evidentes como una reducción del consumo de 0,1 kg/día hasta el más severo que es la muerte del animal.

Los distintos problemas que se asocian con la acidosis incluyen consumo disminuido o suprimido, clostridiosis, absorción obstaculizada, abscesos hepáticos, rumenitis, infosura, poliencefalomacia y síndrome de muerte súbita.

El ganado bovino ha evolucionado como un típico consumidor de forrajes de lenta fermentación en el rumen. El cambio a una dieta con granos altera su ambiente y precipita el sistema hacia la acidosis.

Respecto a la acidosis subaguda, el principal síntoma consiste en un descenso en el consumo del alimento con la consiguiente reducción de rendimiento. (Lea: Conozca en qué consiste la acidosis metabólica en bovinos)

El problema se detecta cuando todo un lote disminuye la ingesta de comida o comienza a observarse un patrón errático, con signos adicionales como jadeo, salivación excesiva o aberraciones del apetito como comer tierra o bostas.

Consultado por el portal Engormix, Luis Prada e Silva, de la Universidad de Queensland (Australia), señaló que la acidosis ruminal representa un gran peligro por 2 motivos:

“El primero es que como se provoca una alteración de consumo, eso trae una disminución de la eficiencia alimentaria. En segundo lugar, como se destruye la pared del epitelio ruminal y del intestino, eso causa una inflamación sistemática del animal que tiene un costo energético y proteico muy grande, que de nuevo hace disminuir la eficiencia alimentaria del animal”.

El experto reveló que se puede presentar un “círculo vicioso” por esta alteración de los hábitos de alimentación del bovino, que puede ocasionar pérdidas económicas. (Lea: El ganado también sufre de acidosis, conozca cómo controlarla)

“Cuando el animal sufre de acidosis, deja de consumir durante varias horas. Cuando se retoma el consumo, si tiene mucha hambre, come demasiado. Entonces se acumula todo nuevamente y el animal se siente enfermo y vuelve a dejar de comer. Es un círculo vicioso, que nos hace perder mucho tiempo y dinero con la comida del animal que no está convirtiendo”, concluyó.