Así se va a comportar el clima en diciembre: tres regiones de Colombia bajo alerta
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Por - 24 de Septiembre 2014
Con el fin de evitar la sanilización de los suelos, expertos recomiendan qué pueden hacer los campesinos para recolectar las aguas lluvia y realizar un mejor uso de ellas.
Con el fin de evitar la sanilización de los suelos, expertos recomiendan qué pueden hacer los campesinos para recolectar las aguas lluvia y realizar un mejor uso de ellas.
En La Pampa, Argentina, dado a las planicies extremas e inundables donde el tipo de terreno limita la evacuación de excesos de agua, se trabaja en el desarrollo y aplicación de una tecnología simple y eficaz para el manejo de agua en campos bajos.
Dicha tecnología es desarrollada por el equipo de Agrohidrología del Instituto de Clima y Agua del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria de Argentina, Inta. De acuerdo con Francisco Damiano, especialista en manejo agrohidrológico de esa unidad, esta aplicación es importante ya que tiene técnicas para el manejo de agua en zonas anegables. “Estas prácticas son recomendadas para la habilitación y manejo de campos bajos, porque resuelve el problema de inundación haciendo un uso eficiente del agua verde”. (Lea: Estudio del suelo, fundamental para el buen germinar de las semillas)
La agrohidrología incide directamente en la mitigación de las inundaciones y sequías de la región pampeana, que llevan a la salinización de los suelos, y establece un marco hídrico apropiado para acumular los excedentes de agua en los sectores menos productivos.
“Esta técnica considera que el agua de lluvia debe ser aprovechada donde cae y manejada de acuerdo al relieve en los períodos invernales de exceso, almacenando dichos excesos para la época deficitaria de verano”, señaló Damiano.
De acuerdo con Damiano, con la aplicación de esta técnica, se busca controlar los anegamientos en áreas planas, por eso, primero “es necesario identificar circuitos hidrológicos para encauzar y almacenar las aguas internas generadas dentro del sistema y conducir y reducir el impacto de las aguas generadas en posiciones externas o superiores del relieve, agregándolas al volumen del almacenamiento superficial remanente o en embalses rurales”.
La adopción de esta metodología es el paso previo necesario para la realización de prácticas de mejoramiento y remediación de suelos y adaptación de especies nativas e implantadas. Además, “brinda al productor mayor seguridad para planificar nuevas actividades culturales y vegetativas en áreas protegidas y hacer inversiones con el fin de obtener el máximo aprovechamiento de los recursos naturales y rentabilidad agropecuaria”, aseguró Damiano. (Lea: Los errores que deben evitar los ganaderos en épocas críticas)
¿Cómo hacerlo en Colombia?
Sobre el tema, Raúl Rojas, ingeniero agrónomo de Semillas Sáenz y especialista en praderas, manifestó que lo primero que cualquier agricultor o productor pecuario debe hacer en su predio es establecer los niveles del mismo, con el fin de saber cómo y por dónde drena el agua.
“Una vez se realiza ese primer paso, lo siguiente es establecer zanjas o canales de drenaje para que el agua llegue a un solo punto de la finca. Las mayores afectaciones que la gente tiene en sus predios se deben a que no hacen las labores físicas del suelo, por eso es que se produce la salinización en el suelo”, aseguró el experto.
Según Rojas, cualquier agricultor puede realizar este tipo de trabajos de forma manual o con la ayuda de una máquina que le permita remover la tierra, siempre y cuando tengan la asesoría de un ingeniero agrónomo.
“Es fundamental contar con la ayuda de una persona que tenga el conocimiento necesario sobre el tema y también la de un topógrafo con el fin de establecer los niveles que tiene la finca y saber cómo se drena el agua en los lotes del predio”, indicó el ingeniero agrónomo. (Lea: En materia de clima, Colombia no conoce término medio)
Es importante tener en cuenta estas sugerencias con el fin de evitar altos niveles de sal en el suelo y mantener en buen estado sus espacios porosos, pues por allí circula el agua, el aire y las raíces, especialmente en regiones como el Caribe, el centro y sur del país, que presentan fuertes precipitaciones pluviales en esta época del año.
“Si el agua está por encima del nivel del suelo, el cual puede aguantar ciertas cantidades del líquido, se pueden generar problemas de encharcamiento, y eso en el futuro se va a ver reflejado cuando la tierra esté seca porque se van a presentar excesos de sal en los primeros centímetros de suelo, afectando la producción de los forrajes”, puntualizó Rojas.
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