Aprenda a realizar una podología preventiva en bovinos

Para realizar un buen trabajo de podología preventiva en los bovinos lo primero a considerar es que debe hacerse al momento del secado de la vaca ya que el animal puede resentirse al finalizar el arreglo de los cascos.

Programarlo de esta manera permitirá tener los dos meses de descanso correspondientes a este periodo antes de prepararse para el siguiente parto.

Una vez establecido el día para realizar esta labor se debe tener en cuenta un protocolo para que el trabajo se lleve a cabo de manera adecuada.

El primer paso, de acuerdo con una nota de La Finca de Hoy, es preparar los utensilios y las instalaciones. Para ejecutar la labor las herramientas a utilizar son una pulidora con disco de madera número 2436 y un cepillo de cerdas que incluya un chuzo en uno de sus extremos para limpiar la zona media de los cascos.

En cuanto a la protección del operario se debe usar un guante de lana para la mano que manejará la pulidora y un guante de carnaza para la otra mano, así mismo gafas plásticas para proteger los ojos y se recomienda el uso de tapabocas para evitar afectaciones causadas por el polvo. (Lea: Podología, no solo una labor terapéutica)

Al empezar el trabajo se ubica al animal en un brete diseñado y preparado especialmente para esta labor. Hay bretes en el mercado que están hechos para esto o también puede ser un embudo o un brete que se diseñe en la finca.

Según el zootecnista Ricardo Caro al final del brete hay que tener unas cinchas para que la vaca pueda descansar si en algún momento se siente cansada y que no se vaya al piso.

La vaca se asegura bien con las cinchas y atrás no se le coloca ninguna tranca sino un lazo para que no la maltrate en el momento en el que se le sube la pata.

Lo ideal es revisar bien las cuatro patas ya que en ocasiones el daño podal puede no estar a simple vista sino por debajo de los cascos.

Una vez se haya ingresado el animal al bretel con una riata se sujeta la primera pata a pulir. Si se desea una ayuda extra para elevar la extremidad del animal se puede hacer uso de una polea y así se requiere menos fuerza por parte de la persona que realiza la tarea.

El segundo paso dentro de este protocolo es la limpieza de los cascos. Se levanta la pata del animal y se asegura bien. Se limpia la pata con un cepillo para ver lo que tiene y quitar el exceso de pantano y excremento que tenga. No se debe utilizar agua porque se trabaja con la pulidora que es eléctrica y se debe evitar el contacto con el agua. (Lea: Estas son las ventajas de la podología terapéutica)

El tercer paso es pulir la suela y la fosa axial. Primero se hace un despeje de la suela con la pulidora para mirar qué ahí y cuidando siempre el talón el cual es mejor no tocar porque afecta la pezuña ya que es como el amortiguador.

Luego se trabaja la fosa axial y la laguna medial “hacemos que quede completamente recta”. La finalidad que el espacio interdigital de la pezuña quede recto es para evitar que el pasto, el barro o cualquier material que entre no se quede allí alojado y salga fácilmente.

El cuarto paso consiste en dar forma a las pezuñas y sellar, para ello se pule y se saca el exceso de la pared. Cuando se trabaja ganado de leche las puntas se dejan redondeadas porque hay pastos que se enredan mucho. Después se trata de empinar que es de los dos tercios medios hacia abajo tratar de pulir a los lados para que ella empine la base y pueda desplazarse bien.

Es necesario ir palpando para no excederse y causar laceraciones. Para culminar y sellar el trabajo preventivo realizado lo último que debe hacerse es rociar los cascos con una loción a base de formol y ácido acético. El primero cumple la función de endurecer la pezuña y el segundo sirve para curar pequeñas lesiones que pueda presentar el animal.