Más de 5,3 millones de bovinos y bufalinos alcanza el II Ciclo de Vacunación contra aftosa, en su segunda semana
PorCONtexto ganadero-18 de Noviembre 2024
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Por - 05 de Julio 2018
Aunque es claro que la hembra requiere constante atención, especialmente durante todo el proceso del parto (antes, durante y después), también es cierto que el animal requiere cuidados una vez se insemina, por lo cual aquí le contamos cómo debe hacerlo.
Aunque es claro que la hembra requiere constante atención, especialmente durante todo el proceso del parto (antes, durante y después), también es cierto que el animal requiere cuidados una vez se insemina, por lo cual aquí le contamos cómo debe hacerlo. Cesar Gómez, médico veterinario y especialista en sanidad animal, aclaró que el servicio no se considera una situación estresante. Sin embargo, en el proceso de inseminación artificial, se realizan actividades que pueden inducir estrés en el animal. “El hecho de llevar la vaca al corral se consideraría una situación de estrés. Hay que tener momentos, porque el animal puede inmunosuprimirse y puede generar una respuesta negativa al semen”, indicó. (Lea: Así es el desarrollo embrionario de los bovinos) El experto señaló que el proceso de la inseminación artificial genera mayor incomodidad en la res porque debe ser trasladada al corral, mientras que el toro la puede montar en el potrero, lo que resulta más natural y adecuada para la hembra. Es más estresante la inseminación artificial a tiempo fijo (IATF), que implica la sincronización de celos de varias reses que deben ser conducidos al espacio confinado del establo, en el que también puede haber caballos y otras especies. “En este proceso, los animales van en volumen. Uno sincroniza grupos de 10, 15, 20 o hasta más vacas, lo que puede llevar a un estrés”, añadió Gómez. (Lea: Preste atención al síndrome de vaca repetidora de servicios) El médico veterinario explicó que en la fisiología del animal, el estrés induce la liberación de corticoides que puede inmunosuprimir su organismo, incluyendo el útero, lo que podría afectar la viabilidad espermática. Sin embargo, recalcó que la situación que genera mayor incidencia es la vacunación: “Aparte de la condición estresante, la posible reacción anafiláctica que causa la vacuna y el impacto inmunológico, puede ser contraproducente con el servicio”. Por esta razón, Gómez recomendó un plazo de 45 a 50 días después del servicio para realizar la inoculación. En el caso de los ciclos contra fiebre aftosa, los ganaderos pueden decirle al vacunador que los programe después. “Yo les digo que me den un tiempo de espera hasta cuando yo confirme la gestación, que más o menos en el día 45 o 50, y ahí se puede vacunar al bovino”, aseguró. (Lea: Aspectos a tener en cuenta en el manejo de la vaca vacía) Recuerde también que el proceso de inseminación artificial se debe hacer bajo condiciones de tranquilidad y estrés reducido para que no haya ningún efecto contraproducente del ambiente del corral.
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