Acciones para potenciar la genética de los bovinos romosinuanos

Juan Esteban Pérez, Investigador PhD Agrosavia, dice que “hemos venido evaluando este comportamiento productivo y hoy en día podemos considerar que el intervalo entre partos históricos de esta raza está alrededor de los 426 días, que es una habilidad muy fuerte porque si de algo carece nuestro sistema de producción es precisamente que los animales muestran una ineficiencia reproductiva”.

El romosinuano es una raza de ganado bovino que se caracteriza por su adaptabilidad y resistencia, rusticidad, calidad de la carne, sistema de producción, programas de mejoras genética, contribución a la ganadería sostenible e importancia cultural.

Diego Bejarano Garavito, investigador master de Agrosavia, dice que “los ganaderos interesados en trabajar con este tipo de razas deben empezar con al menos un toro romosinuano, llevando la información y los registros de los animales”. (Lea en CONtexto ganadero:Romosinuano es considerado buen productor de terneros y de carne)

De acuerdo con expertos de Agrosavia, para cumplir con este objetivo, se deben realizar acciones como el “los protocolos preventivos dentro de los cuales se encuentra el pesaje de la cría y de la madre al momento del nacimiento, de igual forma se debe hacer la curación de los ombligos”.

Luego de esto, cuando la vaca regrese al potrero, se debe realizar una desparasitación a los ocho días para pasar al pesaje de las crías. Esta toma del peso se repite a los cuatro meses, que es luego del destete, y también al año y a los 16 meses.

Todo esto debe hacerse “en función de llevar registros productivos, de brindar una buena calidad de los reproductores”, dice Matiluz Doria Ramos, profesional en Agrosavia.

Potenciar la genética de la raza de bovinos romosinuano implica tomar diversas acciones para mejorar las características deseadas en el ganado como: (Lea en CONtexto ganadero: Romosinuano, una raza criolla con mucho por aprovechar)

* Selección cuidadosa de reproductores: Seleccionar animales con las características genéticas más deseables en términos de resistencia, adaptación al clima, eficiencia reproductiva y calidad de la carne.

* Programas de mejora genética: Implementar programas de mejora genética que incluyan la evaluación sistemática de características como el peso al nacer, ganancia diaria de peso, conformación, etc.

* Manejo de consanguinidad: Evitar la consanguinidad excesiva para mantener la diversidad genética y prevenir problemas asociados con la endogamia.

* Manejo nutricional: Proporcionar una dieta equilibrada y adecuada para asegurar un óptimo crecimiento y desarrollo.

* Manejo sanitario: Implementar programas de salud para prevenir enfermedades y asegurar que los animales estén en óptimas condiciones. * Evaluación continua: Realizar evaluaciones periódicas de la población para identificar áreas de mejora y ajustar el enfoque de selección.

* Colaboración con expertos: Es fundamental trabajar con veterinarios genetistas y otros expertos en el campo para obtener asesoramiento y orientación especializada.

* Registro y documentación: Mantener registros detallados de los datos de rendimiento y genealogía para respaldar la toma de decisiones a largo plazo.