Tercerización de labores del ICA beneficia al sector productivo: Porkcolombia

La autorización a terceros para desarrollar algunas labores del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) permitiría que la autoridad sanitaria se enfoque en la real misión de su quehacer, que es el control y seguimiento a los procesos sancionatorios propios de la protección del estatus sanitario y la inocuidad en la producción.

Así lo señaló el presidente de Porkcolombia, Jeffrey Fajardo López, quien indicó que dicho sistema de tercerización también le permitiría a la entidad oficial avanzar enla certificación de los estándares sanitarios exigidos para la anhelada apuesta exportadora del gremio porcicultor.

Sostuvo que “un proceso de tercerización de funciones del ICA, que sea transparente y con reglas de juego claras, beneficiaría a los sectores productivos al tener una autoridad sanitaria más eficiente y enfocada en las labores más importantes de su misionalidad. Es importante recalcar que las actividades a tercerizar deberán ser sólo aquellas en las que los privados pueden ayudar y aportar nuevos conocimientos técnico-científicos a la autoridad sanitaria, sin entrar a ejercer las acciones propias del Estado para mantener un patrimonio intangible como es el status sanitario de nuestro país”. (Lea: No hay argumentos sólidos para impedir la tercerización, Augusto Solano)

Añadió que una ventaja muy importante es la de darle la oportunidad de modernización al ICA, con el fortalecimiento a través de las capacidades de terceros como las Universidades, Centros de Investigación y prestadores de servicio. “Este proceso permitirá darle mayor agilidad, incrementando la capacidad de respuesta frente a los requerimientos específicos de nuestros productos en los mercados internacionales”.

Aclaró que “debe establecerse un adecuado proceso de selección de los terceros que podrían ser aliados del Instituto, teniendo en cuenta que debe mantenerse la transparencia, la independencia y objetividad que debe mostrar la autoridad sanitaria ante sus pares a nivel internacional, que facilitarán su relacionamiento durante los procesos de reconocimiento de su gestión”.

En el tema sanitario del sector porcícola señaló que Colombia cuenta con la principal zona de producción porcina certificada como Libre de Peste Porcina Clásica por parte de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), la cual comprende los departamentos de Antioquia, Caldas, Quindío, Risaralda, Valle del Cauca y Chocó. (Lea: Tercerizar algunas labores del ICA no es nuevo y brinda competitividad)

Así mismo, en el presente año el ICA declaró la primera zona Libre de la Enfermedad de Aujeszky en Colombia, la cual incluye a la zona certificada Libre de Peste Porcina Clásica y a los departamentos de Cundinamarca, Boyacá, Santander, Tolima, Huila, Meta y Caquetá. Estos dos estatus sanitarios, aunados a la recertificación de Colombia como país Libre de Fiebre Aftosa con Vacunación, facilitan la admisibilidad sanitaria de porcinos, carne y derivados cárnicos de cerdo en los mercados internacionales, indicó el dirigente gremial.

Balance

En cuanto al balance del sector durante la cuarentena, Fajardo López manifestó que la porcicultura colombiana no fue ajena al efecto económico que se dio en los mercados por la llegada de la COVID-19 al país. “Pese a ser un sector que, desde el primer periodo de cuarentena decretado por el Gobierno Nacional, continuó con su actividad productiva, resultó gravemente afectado por las diferentes medidas de restricción en la movilidad y el cierre de sectores económicos como el canal horeca e institucional”.  (Lea: Porcicultores reclaman baja en precios de carne de cerdo al consumidor)

Además, indicó, a ello se sumó el descenso en la capacidad adquisitiva de los colombianos que redundó en la reducción de la demanda de carne de cerdo, con consecuencias inmediatas en la caída del precio al porcicultor, que llegó a ser de un 25,5 %, y el aumento de los costos por mayor volumen de inventarios en granja y carne en plantas de procesamiento, estimados en un 30 %, efecto vivido principalmente en los meses de abril y mayo.

En junio, se inició la reactivación gradual de diferentes sectores económicos, lo que combinado con una mayor liquidez en la economía le permitió al sector porcicultor reaccionar con el mejoramiento de las ventas semanales evidenciándose en una recuperación de precio del cerdo en pie y en canal que, al finalizar julio el referente promedio nacional se ubicó en el mismo nivel del indicador del mes de marzo, antes del inicio de la pandemia. “La recuperación de los ingresos de los porcicultores de los últimos días ha permitido mitigar, en parte, las grandes pérdidas del sector durante la crisis más profunda de todos los tiempos”.

Sobre la perspectiva mencionó que “bajo las actuales circunstancias es prematuro prever o inclinarnos por un escenario de cierre de 2020 o más aun proyectar el 2021. Continuaremos con el monitoreo y la evaluación del sector en el tercer trimestre y esperamos, como todos, que los resultados de la porcicultura al final sean positivos en este año y la afectación logre mitigarse, por el bien de todos los colombianos”.