¿Qué dicen los índices reproductivos en una ganadería, más allá de las metas tradicionales?
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Por CONtexto ganadero - 27 de Noviembre 2022
En 2023 los precios de las diferentes proteínas de origen animal se mantendrán altos, según un trabajo de investigaciones económicas de Bancolombia.
De acuerdo con el informe de Estudios económicos de la entidad bancaria, un menor sacrifico de ganado bovino ha venido impulsando unas buenas perspectivas del mercado local de la carne de res, cuyo precio de los animales en pie han mostrado un comportamiento favorable para los ganaderos, a la vez que ha contribuido a una mejora también en los del pollo y el cerdo.
Así mismo señala que el crecimiento de los precios y de la demanda permitió que a agosto la producción de pollo a nivel nacional avanzara un 9 % y la de cerdo 6,7 %. Para 2023, cuando se espera que los precios se conserven altos, la producción de cerdo y pollo debería continuar creciendo, pero a un menor ritmo.
Entre tanto, un bajo encasetamiento en 2021 por el paro en mayo y la caída del precio en el segundo semestre son los responsables de que a cierre de 2022 la producción de huevo pueda caer 5 %. Sin embargo, en 2022 la inversión vía encasetamiento ha crecido, lo cual seguramente llevará a un repunte en producción y oferta durante 2023, estima el Banco.
Igualmente el reporte señala que se mantiene la recuperación en el sector lechero. El bajo precio que enfrentó el productor en 2021 llevó a una coyuntura que desencadenó caídas en la producción. Con el crecimiento del precio en 2022, la producción láctea tomó un camino de recuperación y crece en su acumulado a agosto un 9 %. Para 2023, la demanda de leche por parte de la industria continuaría en buenos niveles, lo cual conservará un precio por lo alto y llevará a crecimientos en la producción. (Lea: Exportaciones de ganado dinamizan la economía ganadera interna)
A su vez, las exportaciones piscícolas a agosto de 2022 crecen un 15 %. Esto es una excelente noticia para el sector que ya mostraba un crecimiento del 6,1 % en 2021. Si se considera la alta demanda mundial por productos como tilapia, trucha y atún, el buen momento de los productores piscícolas colombianos se mantendrá, y 2023 podría ser otro año de crecimientos en la exportación.
Sin embargo, los costos continúan siendo un problema ya que la tasa de cambio limita el traslado al productor de unos menores precios internacionales de materias primas.
Factores como los acuerdos de salida de materias primas de Ucrania y mayores expectativas de producción de cereales en Brasil generaron que los precios internacionales tuvieran una corrección en el segundo semestre de 2022. Sin embargo, la reciente salida de Rusia de los acuerdos de exportación de cereales por el Mar Negro y una tasa de cambio creciente seguirán limitando el traslado al precio de importación, lo que podría generar mayor inflación vía costos de producción.
Los precios internacionales de los fertilizantes han comenzado una tendencia a la baja, desde junio del 2022, lo cual lentamente viene reduciendo los precios nacionales. Aunque se espera que en 2023 se siga la misma tendencia bajista, los precios seguirán en un nivel elevado con respecto a los precios prepandemia y continuarán presionando el costo de producción, especialmente en cultivos de ciclo corto.
Perspectivas del sector agrícola para 2023
En cuanto al comportamiento del sector agrícola, el informe del Banco indica que en 2022 las mayores lluvias han llevado a caídas en la producción de café y, por tanto, no permitieron que el sector aprovechara los buenos precios. Con un 2023 donde se espera disminuyan las lluvias, la producción local y global podría recuperarse, lo cual probablemente también llevaría a una corrección en el precio. (Lea: Caficultores, otras víctimas de la reforma tributaria de Petro)
Entre tanto, la caída del 9 % en el área sembrada de arroz para la cosecha del segundo semestre llevó a que el precio del arroz paddy tomara una tendencia alcista y superara en septiembre la barrera de $1,8 millones/tonelada. Esta tendencia, que se suma a la caída en producción plantea un 2023 con elevados precios, lo cual podría incentivar el crecimiento de las siembras.
Sobre el sector de aceites, el reporte indica que los anuncios de una cosecha récord de soya en Brasil, la salida de semilla de girasol de Ucrania y las mayores cosechas de colza en Canadá generaron que los precios de los aceites tomaran una tendencia bajista. Sin embargo, el bloqueo por Rusia al corredor de cereales podría afectar la oferta y extender el periodo de estabilización del mercado mundial.
Para el sector floricultor el panorama no está claro ya que 2021 y 2022 fueron años de crecimientos a doble dígito para las exportaciones pero si se materializa la recesión 2023 en países desarrollados, los productos que no son de primera necesidad como las flores podrían ver reducida su demanda, lo cual llevaría a una moderación de los crecimientos de las exportaciones de flores colombianas.
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