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Por CONtexto ganadero - 18 de Mayo 2023
*Un leve crecimiento de 0,3 % tuvo el PIB agropecuario en el primer trimestre del año, lo cual podría ser una buena señal de recuperación de esta actividad a la que el gobierno le apuesta para la reactivación económica del país.*
Después que los últimos trimestres del 2022 el rubro de Agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca, mostrara cifras negativas, en el primer trimestre de 2023 se observa un leve crecimiento del PIB agropecuario.
En efecto, el sector agropecuario, que se destaca por ser uno de los pilares de la economía colombiana, repuntó en el primer trimestre del 2023 con un crecimiento de 0,3 %, una diferencia de 3,2 puntos porcentuales con el mismo periodo del 2022, ya que en ese momento la variación del PIB agro fue de –2,9 %, según las cifras del Dane.
Para el director de la Upra, Felipe Fonseca Fino, “el sector agropecuario vuelve a tener resultados positivos, luego de los últimos dos periodos del 2022, cuando las variaciones fueron de –1,5 % y –3,9 % para tercer y cuarto trimestre, respectivamente”.
Destacó el funcionario que es importante el comportamiento de la producción de algunos productos agrícolas y pecuarios como arroz (34,4 %), leguminosas frescas o secas (27,1 %), caña panelera (7,8 %), porcicultura (5,6 %), café pergamino (3,4 %), aves de corral (2,9 %), semillas y frutos oleaginosos (2,9 %), así como ganado bovino (1,4 %).
Los huevos en cáscara frescos (–0,9 %), cacao en grano (–6,1 %), frutas y nueces frescas (–6,9 %), leche sin elaborar (–9,4 %), plantas vivas y flores (–9,6 %) y caña de azúcar (–11,1 %) disminuyeron entre enero y marzo del 2023. (Lea: Qué hay detrás del flojo crecimiento de nuestra economía)
De acuerdo con lo señalado por el jefe de la Oficina de Planeación e Investigaciones Económicas de Fedegán–FNG, Oscar Cubillos, el sector agropecuario apenas logra crecer 0,3 %, y, si se evalúa que los alimentos tuvieron alzas importantes en sus cotizaciones al inicio del año, encontraremos que no se tuvo crecimiento real en volumen de producción, sino que el crecimiento del PIB sectorial lo terminan otorgando los precios.
Según el grupo de investigaciones económicas de Bancolombia, desde la oferta, la amplia mayoría de los sectores registró una expansión tanto en términos anuales, como frente al cuarto trimestre del año pasado.
Al respecto, durante este primer trimestre del año tan solo 2 de los 12 macrosectores exhibieron una caída en su actividad económica frente al último trimestre de 2022. Ahora bien, es de resaltar que el avance de la economía ocurrió principalmente por las actividades terciarias (servicios), seguidas en menor medida por las primarias (agropecuarias y minería), siendo las actividades secundarias la de aporte negativo, al registrarse un retroceso tanto de la manufactura como de la construcción.
La agricultura mostró un ascenso trimestre a trimestre de 1,2 % gracias a un gran resultado del cultivo de café (+21,6 %) a raíz de la renovación de los cafetos (café pergamino) en un escenario de moderación en el precio de los insumos, como lo ha mostrado el IPP de la agricultura. Con esto, la producción de café volvió a dar un paso adelante después de dos trimestres previos de deterioro, en medio de la tendencia de moderación en los precios internacionales.
Desde los otros rubros, los cultivos transitorios se expandieron a un ritmo similar al macrosector (+1,4 %) y la ganadería se mantuvo virtualmente estable (+0,1 %). En contraste, la silvicultura y extracción de madera y la pesca y acuicultura experimentaron deterioros a doble digito (-23,6 % y -29 %, respectivamente). (Lea: PIB agropecuario creció 1 % en el primer semestre del año)
El consumo privado exhibió señales de debilitamiento al expandirse en un modesto 0,5 %. Si bien este avance implicó la acumulación de 7 trimestres consecutivos de crecimientos, representó una moderación de 0,3 puntos porcentuales frente al dato anterior, lo que sería consecuencia del impacto de la elevada inflación y la alta tasa de cambio sobre el poder adquisitivo de los hogares.
Entre tanto, el incremento de las tasas de interés ha debilitado la demanda de crédito y la capacidad de los hogares de apalancar su consumo.
En esta ocasión, el consumo privado de los hogares se caracterizó por una mayor demanda en bienes durables (+3 %) y semidurables (0,9 %). Entre las categorías que más aportaron al crecimiento en relación al último trimestre del año pasado destacan los servicios de salud (+3,6 %) y prendas de vestir y calzado (+1,6 %), mientras que entre las que contrarrestaron el crecimiento se encuentran los alimentos (-0,5 %) y restaurantes y hoteles (-2,7 %).
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