Los carros del futuro reemplazarían la gasolina por agua

Una colombiana de 17 años se convirtió en la primera persona en el mundo en crear energía partiendo de los procesos biológicos del agua. Para esto, diseñó un carro a escala que no emplea combustible fósil gracias a la energía que le da el recurso hídrico por medio de vapor que genera.

Vanessa Restrepo, una antioqueña de 17 años, jamás imaginó que a tan corta edad iba a hacer parte de la Mesa Redonda de Biotecnología de la Universidad de Oxford. Aunque, sin duda, el camino recorrido antes daba algunas luces de lo que podía venir.

Ganó varios premios como Mujer Joven Talento y Start-Up of You Student Fellowship , los cuales la llevaron a departir con el presidente de dicha Mesa, en Oxford, quien la llevó a hacer parte del grupo de biología sintética de mayor reconocimiento en el planeta. Por esto, no sorprende que haya desarrollado hace poco un invento que puede literalmente cambiar la gasolina por agua.

Durante una reciente entrevista para el diario El Nuevo Siglo, Vanessa explicó que este vehículo, un modelo a escala que ella misma ha llamado “El carro del futuro” funcionó inicialmente con un pequeño motor y luego de que el recurso hídrico cumplió su proceso biológico, empezó a darle energía a todo el automotor para que se desplazara.  (Lea: Preservar el agua del planeta, el gran reto de la tecnología)

“Mi inspiración fueron las inundaciones que vivió el país en el 2010. Pensé que toda esa agua podría sustituir la gasolina de los automóviles. Trabajé en el proyecto y lo presenté ante la exposición de robótica, durante la Feria Explora 2010. Logré el primer lugar con esta creación y luego conocí a la Dra. Lucía Atehortúa, quien me invitó a participar en el laboratorio de Biotecnología de la Universidad de Antioquia”, le dijo Vanessa Restrepo a El Nuevo Siglo.

Asimismo, al ser consultada sobre la relación entre la naturaleza y la tecnología dijo: “la naturaleza es la máxima expresión de la tecnología. Ya quisiéramos nosotros poder tener un avión que se pueda mover en el aire como muchas aves o insectos, poder nadar como los peces, que se nos curen solas las heridas como los delfines, poder ver sin ver como los murciélagos, computadores como nuestro cerebro”

Por eso, las investigaciones de esta antioqueña están basadas en las células o moléculas que hacen posibles los fenómenos anteriormente mencionados en el reino animal y cómo construir células y tejidos artificiales que hacen lo mismo de manera rápida y económica. (Lea: Agricultor da vida a un nuevo arado hidráulico)

Al cierre de la entrevista con El Nuevo Siglo, Vanessa habló de las dificultades que tienen los científicos para patentar un avance en el país.  “La solicitud de patentes en Colombia no es amigable con el investigador. No hay apoyo a los inventores durante el proceso. No hay a quién acudir. Tras varias solicitudes aún nos encontramos en proceso de peritaje. Lastimosamente la migración de conocimiento en el país es inevitable. El científico colombiano gasta mucho más tiempo en oficinas  acreditando su invento que investigando en los laboratorios”, concluye la investigadora.