La encrucijada del contrabando de queso

La dimensión del delito, el desborde de los controles policiales, los grandes réditos que genera, los precios administrados en Venezuela y el tema cambiario, impiden que se acabe el contrabando. Es hora de crear una nueva estrategia.   De acuerdo con la Encuesta Anual Manufacturera 2016, del DANE, Colombia produce al año 89 mil 249 toneladas de queso industrial.   Para ese mismo año se estima que la cantidad de queso producido por empresas no registradas en cámara de comercio puede llegar a 68 mil 300 toneladas, y que por la vía del contrabando ingresan al país alrededor de 37 mil 500 toneladas (1). A la par, las importaciones de quesos sumaron en 2016, 3.454 toneladas y las exportaciones sólo llegaron a 310 toneladas. (Lea: Contrabando de queso y leche afecta productores de Norte de Santander)   Así las cosas, Colombia dispone de una oferta de queso de 198 millones de toneladas (2016), con lo cual cada colombiano consume en promedio al año 4.1 kilos.   El contrabando, una cifra importante   Las cifras anteriores muestran que la industria formal aporta 1.8 kilos por persona a ese consumo, mientras que las empresas no registradas 1.4 kilos, y las importaciones 0.1 kilos.   El resto del consumo por persona, 0.8 kilos al año, proviene del contrabando. Estamos hablando, como se señaló atrás, de 37 mil 500 toneladas de queso que ingresan ilegalmente al país al año.   Un mercado que mueve $1.9 billones   La encuesta Manufacturera revela igualmente que el mercado de queso industrializado suma un billón $0.46 millones , lo cual indica un precio promedio de $11 mil 726 por kilo. (Lea: Ganaderos de Fortul realizan controles de contrabando de queso en las carreteras)   En el mercado no registrado el kilo de queso, de acuerdo con artículos de CONtexto ganadero para esa fecha, rondaba los $7.000, con lo cual dicho mercado ascendía a $0.87 billones.   El total se puede decir que es un mercado de $1.9 billones al año.   A un precio de $4.000 pesos por kilo de queso de contrabando, ese mercado suma $150 mil millones al año.   El impacto del contrabando   En ingreso ilegal de quesos proviene su gran mayoría de Venezuela. Es un problema de vieja data que se enmarca en el tema cambiario y en la política de precios regulados que rige en Venezuela. (Lea: Ganaderos de Arauca piden que no los abandonen con el contrabando)   Este marco general –que crea un diferencial de precios que hace muy atractivo el contrabando–, ha llevado a convertir el queso en una de las mercancías preferentes de las mafias del comercio ilegal. Su dimensión ha desbordado la estrategia de controles que se han impuesto las autoridades colombianas para para su contención.   José Félix Lafaurie, presidente ejecutivo de Fedegán, se ha referido en varias oportunidades sobre este tema, y sostiene que la frontera con Venezuela se convirtió en un lugar difícil de manejar, que está afectando seriamente los recursos de los ganaderos locales.   Agrega que “el problema de la frontera es que no tiene vigilancia, hay mucha entrada y salida de gente que trae productos ilegales por las trochas. (Las autoridades) no están pendientes”.   Andrés Hoyos Arenas miembro de la junta directiva de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, y del Comité de Ganaderos de Norte de Santander, Coganor, también ha alertado sobre la grave situación ocasionada del contrabando desde Venezuela y la imposibilidad de enviar sus bovinos a otras regiones. (Lea: Contrabando de queso afecta a ganaderos de Saravena y Arauquita)   Señala que el problema fundamental se da por la tasa de cambio, y que hoy el kilo de queso de contrabando esta alrededor de $3.000 kilo.   Manuel Caballero Valencia (2), reconocido empresario de queso y leche en el departamento de Santander denunció que "uno nota que hay demasiado contrabando de queso... y eso lo deberíamos cuestionar porque así como hay mucho ingreso ilegal de ganado, también lo hay de productos lácteos. Queso que es producido en Venezuela, le cambian la marca y va para el interior del país".    Muchos ganaderos argumentan que es la falta de control por parte de las autoridades y, en no pocas oportunidades señalan la falta de oportunidad de su actuación. Algunos de ellos han interpuesto controles propios.    Un problema de ambos países   El contrabando es una situación que afecta tanto a productores como consumidores de ambos países. (Lea: Contrabando de queso desde Venezuela perjudica industria de Arauca)   Para los productores colombianos el impacto recae especialmente en los pequeños y medianos productores, muchos de ellos ubicados en el mercado no registrado (sin Cámara de Comercio), cuyos consumidores lo constituye la población de bajos ingresos. La gente lo compra porque es más barato, sin interesar su calidad ni las condiciones higiénicas.   Algunos de estos productores, como lo ha registrado CONtexto ganadero, han manifestado con vehemencia las pérdidas que les genera el contrabando   También denuncian que esos productos llegan incluso a Bogotá, sin que se expliquen qué pasa con los controles de las autoridades encargadas.    El impacto para Venezuela   El profesor Werner Gutiérrez, ing. Agr. M. Sc. especialista en Manejo integrado de malezas. Profesor titular y Ex Decano de la Facultad de Agronomía de la Universidad del Zulia – Venezuela y columnista de este diario, acota que el diferencial de las tasas de cambio que existe entre las dos monedas (peso, bolívar) genera una diferencia de precio importante en este caso, en el queso. (Lea: Carne y queso de contrabando estarían llegando a Bogotá)    Indica que para los venezolanos el contrabando de queso hacia Colombia les está generando una presión importante sobre el precio para sus consumidores.   Durante el último mes, señala, los incrementos de precio ocurren casi a diario, lo cual también está generando incrementos en el precio que recibe el productor por su leche a puerta de finca.   “He observado que el precio de la leche a nivel de finca ha estado incrementándose entre un 20 a 30 % cada semana en estas últimas semanas, aunque particularmente en la semana parece parece haberse detenido momentáneamente la subida de precio”, argumentó.   Agregó que “esta situación ha generado que el consumidor venezolano no tenga acceso al queso, el cual era un alimento típico nuestro. Se estima que en estos momentos solo el 15 % de nuestros hogares ingiere de manera regular el queso (anteriormente lo hacía el 80 %), ante el elevado precio que ha alcanzado, en estos momentos un kilogramo de queso ya sobrepasa los 1.500.000 Bs". (que equivale aproximadamente a un 60 % un salario mínimo). (Lea: Maduro aumentó 95,4% el ingreso mínimo ante desbocada inflación)   Aun cuando suene contradictorio, este fenómeno de incremento en el precio del queso se traduce en subida del precio de la leche a puerta de finca (en Venezuela), al igual que ocurre con el precio de la carne, y eso es lo que le está permitiendo sobrevivir a los ganaderos venezolanos del eje fronterizo, ya que de recibir el precio regulado por el gobierno nacional de 179 Bolívares por litro de leche estarían completamente arruinados.    La semana pasada, en el Zulia, la leche cerró a puerta de finca a 105 mil Bs el litro de leche fría, lo cual compensa parcialmente los elevados costos de producción de las unidades ganaderas que ven incrementarse diariamente los precios de vacunas, medicina veterinaria, repuestos, lubricantes, y agro insumos en general, en la misma medida que se desplaza al alza del dólar paralelo en el mercado negro nacional.   Entonces, ¿a quién beneficia el contrabando?   Es evidente que el contrabando beneficia a unos pocos. No le sirve a Colombia ni a Venezuela. En primer lugar va en contra de los productores y consumidores de los dos países. (Lea: Escasez de leche, queso y mantequilla cada vez más fuerte en Venezuela)   No les sirve a los ganaderos de ninguna de las dos naciones, porque baja el precio de la leche y del queso en Colombia –creando un desequilibrio competitivo–, y lo sube en Venezuela, atizando su fuerte inflación, pero además se convierte en un vehículo por excelencia para el ingreso de enfermedades como la fiebre aftosa.   Va en contra de la eficiencia y la imagen de la policía nacional cuyas incautaciones sumaron sólo 71 toneladas en 2016, lo que equivale a decir que por cada tonelada incautada ingresaron a Colombia 500 toneladas.   La dimensión del problema y su recurrencia sugieren un tratamiento diferente. Algunos ganaderos proponen la vigilancia utilizando drones, otros sugieren instalar más puestos de control y exigirle a la fuerza pública reacción inmediata.   Lo cierto es que lo que hasta hoy se ha utilizado, poca efectividad ha tenido por la extensa frontera entre las dos naciones. Frontera que se caracteriza por las innumerables trochas. (Lea: Gobernador de Arauca ratifica compromiso con productores de leche)   En manos de los ministerios respectivos y de las cancillerías de los dos países está la respuesta para trazar una política de fronteras que consulte la neutralización de los desequilibrios económicos. Mantener el statu quo, es condenar a los productores a la quiebra.   (1) Cifra calculada con base en la estimación de Asoleche que señala que anualmente ingresan al país alrededor de 300 millones de litros de leche de contrabando (principalmente en quesos). (2) Nombre de la fuente cambiado a petición de la misma.