En dos semanas ya se ha consumido más del 60 % del cupo arancelario de leche en polvo de EE. UU.

En 17 días ya han entrado más de 9000 toneladas de leche en polvo procedentes de Estados Unidos, de las 14 266 toneladas del contingente sin aranceles disponible para este año. Si sigue el ritmo, este cupo se agotará para mediados de febrero.

A pesar del reclamo del gremio encabezado por la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán) debido a la exagerada compra de leche en polvo de EE. UU., y aun cuando el precio internacional de la leche y la tasa de cambio están elevadas, las importaciones siguen.

Para 2022, el cupo total que los industriales nacionales pueden comprar de leche en polvo procedente de Estados Unidos contemplado en el Tratado de Libre Comercio corresponde a 14 266, 1297 más que el 2021. (Lea: Cupo de leche en polvo de EE. UU. se agotó)

Posteriormente, cuando las empresas importadoras agoten esta cantidad, podrán continuar comprando leche en polvo, con el agravante para los ganaderos colombianos de que el arancel ya no será de 11 % como en 2020, sino que este año baja a 8,8 %.

En las primeras horas de 2022, la industria ya había importado más de 6400 t de leche en polvo de EE. UU., como denunció José Félix Lafaurie, presidente ejecutivo de Fedegán, gremio cúpula de la ganadería en Colombia, en un trino publicado el primero de enero:

“Han pasado unas pocas horas de 2022 y ya la industria importó 6.423,9 toneladas de leche en polvo de EE. UU., es decir, el 45,03 % del cupo sin arancel que permite el TLC. ¿Y los lecheros colombianos que desde temprano están ordeñando sus vacas? ¿Ellos no valen?”.

Ahora que han pasado 17 días de enero, la DIAN ya registra un consumo de 9003 t, equivalentes al 63,11 % del contingente para todo el año. (Lea: La insolidaridad de la industria nos lleva a protestar contra las importaciones de leche en polvo de EE. UU.)

De acuerdo con Óscar Cubillos, jefe de la Oficina de Planeación y Estudios Económicos de Fedegán-FNG, el ritmo de importaciones ha disminuido frente a los mismo periodos de 2020 y 2021 por precios internacionales de leche más altos y por una mayor tasa de cambio.

“Este año el contingente se va a acabar un poco después de lo que ha sucedido en los últimos dos años. En 2020 se agotó el 14 de enero, hace un año el 21 de enero, y en este yo creo que se acabará hacia mediados de febrero, debido a que la leche importada está más costosa”, dijo.

La firma consultora italiana CLAL develó que el precio de la leche en polvo descremada de EE. UU., que es la que más se está importando por su menor costo frente a la entera, cerró el año pasado en 3508 dólares por tonelada, 1047 más que su valor de hace un año.

En cuanto a la leche en polvo entera, el precio de la tonelada del país norteamericano se ubicó al cierre de diciembre en 4123 dólares, 628 más que al cierre de 2020. (Lea: ¿Por qué los ganaderos se movilizan en contra de las importaciones de leche en polvo?)

Haciendo un ejercicio de aritmética básica, si se multiplica el reporte de la DIAN de 8830,9 t por los 3508 dólares que cuesta cada tonelada de leche en polvo descremada, se han gastado cerca de 31 millones de dólares, sin contar los gastos de aduana que elevan su costo.

De igual manera, aunque la tasa de cambio del peso colombiano frente al dólar está en sus niveles máximos y entre finales de diciembre de 2021 y los primeros días de enero de este año ha estado entre $3900 y $4000, la industria privilegió el producto externo al nacional.

“Lo triste es que a pesar de que la leche en polvo está cara y la tasa de cambio está alta, la siguen importando, y aunque el contingente no se acabará en enero sino en febrero, igual termina ingresando este producto a Colombia”, lamentó el funcionario de Fedegán-FNG.

Al igual que hace un año, a la fecha de esta publicación no se ha comprado leche en polvo del cupo sin arancel de la Unión Europea, aunque nada impide que se adquiera más adelante. (Lea: En 15 días se consumió el contingente arancelario de leche en polvo de EE.UU.)

En efecto, a medida que avanzó el año, la industria apeló a este cupo una vez se terminó el de Estados Unidos, y aunque no lo consumió totalmente, sí se adquirieron más de 3000 toneladas de las 7200 que había disponibles en el contingente.