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Foto: Juan Carlos Domínguez / Archivo EL TIEMPOBancolombia estima que el sector agropecuario volverá a crcer en 2024, a pesar de las difíciles condiciones climáticas.

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El sector agropecuario crecerá a pesar de la variabilidad climática, estima Bancolombia

Por CONtexto ganadero - 02 de Mayo 2024

Bancolombia estima que el sector agropecuario volverá a crcer en 2024, a pesar de las difíciles condiciones climáticas.

A pesar de los efectos de El Niño que ya pasó y La Niña que llega, el sector agropecuario podría crecer este año por encima de lo que lo hizo en 2023, según proyecciones de Bancolombia.


El mejoramiento de la cosecha cafetera, sumado a un crecimiento en la porcicultura, la producción de huevo, la acuicultura y frutas como el aguacate Hass, llevarían este año a un crecimiento del PIB del agro por encima del de 2023, cuando fue de 1,8 %.

Así lo estima Bancolombia en su “Actualización de proyecciones sectoriales”, donde analiza la situación de diferentes sectores además del agropecuario, como es el caso de comercio, infraestructura, telecomunicaciones, energía, recursos naturales, sector financiero, entre otros.

De acuerdo con el trabajo del Banco, desde el sector cafetero se volvería a ver un aporte al crecimiento del PIB agropecuario en 2024, luego que, de 2021 hasta mediados de 2023, la cosecha cafetera tuvo en contra el impacto negativo de las lluvias sobre la floración. Se espera que, con un clima más soleado, la producción de café recupere terreno adicional este año.

La proyección para este año es de un crecimiento en la cosecha cafetera de entre 7 % y 9 %. Aunque El Niño también puede haber generado algún impacto, es una condición climática que, mientras no se extienda demasiado tiempo, es más favorable para la floración y de menor impacto en enfermedades como la roya. La renovación de cafetales podría impactar el crecimiento de corto plazo, pero mejorar la sustentabilidad competitividad de largo plazo. (Lea en CONtexto ganadero: Cierre de año con resultado incierto para el sector agropecuario: Bancolombia)


El Niño y La Niña

Para la entidad, el fenómeno de El Niño no pasó desapercibido y, al parecer, dejó algunos estragos. Desde Fedearroz se ha anunciado el impacto en las siembras en las zonas que requieren el uso de riego, y en la piscicultura se habla de una menor capacidad de crecimiento por el menor nivel del agua en estanques y embalses.

Adicionalmente, en el sector lechero, aunque el acopio viene creciendo, las noticias hablan de un impacto en mortalidad y productividad en algunas regiones, mientras que en el sector palmicultor, las cifras del primer trimestre muestran una caída en producción que se explica principalmente por el estrés hídrico.


La llegada de una nueva La Niña

Sin embargo, según el IDEAM, para los últimos dos trimestres del año se espera la llegada de una nueva La Niña. Hasta el momento no hay información suficiente para saber su duración y magnitud. Sin embargo, es importante prepararse para mitigar sus impactos, especialmente en los sectores exportadores, los más afectados en 2021 y 2022.


Cultivos diferentes al café

El informe de Bancolombia se refiere, también, a otros cultivos diferentes al café y señala que dentro de este amplio grupo de actividades se espera un desempeño sobresaliente en la cosecha de aguacate Hass de exportación y limón Tahití, frutales que siguen creciendo en área sembrada. (Lea en CONtexto ganadero: Conozca los retos de la ganadería de carne de Colombia para 2024, según Bancolombia)

En cambio, en algunos cultivos como hortalizas y maíz, sería de esperarse, para el primero, una menor cosecha por la sequía, y para el segundo, una menor intención de siembras debido al fuerte retroceso en precios.

Para el caso del sector pecuario, se espera que el mayor crecimiento siga siendo el de la porcicultura, mientras que la producción de carne de pollo, negocio más maduro, se desacelere a la espera de un mejor desempeño del canal HORECA (hoteles, restaurantes y cafeterías).

Entre tanto, el sacrificio ganadero debería mostrar un mejor desempeño para aprovechar los precios que, aunque han retrocedido, siguen por encima del promedio de los últimos cinco años.