El 2025 se perfila mejor para la carne que para la leche

Comienza el 2025 y se hacen proyecciones sobre lo que pueda suceder en diferentes aspectos de la vida, siendo la economía uno de los sectores de mayor interés por cuanto se depende de factores internos y externos.

El sector agropecuario -que en 2024 fue un jalonador importante del PIB- podría continuar siéndolo en el presente año, pese a los anuncios de un fenómeno de La Niña.

Al interior del sector agropecuario está la ganadería y dentro de esta, subsectores como la ganadería bovina, la bufalina, la porcicultura, la avicultura, etc.

En cuanto a la ganadería bovina está el subsector carne y el de leche. Según el jefe de planeación y estudios económicos de Fedegán-FNG, Óscar Cubillos, en su columna de CONtexto Ganadero, estos dos rubros tendrán un comportamiento diferente en el presente año. (Lea en CONtexto ganadero: Exportaciones de ganado y carne siguen recuperando terreno)

Aunque en las dos actividades pesan los costos de producción, empezando por el aumento del salario mínimo que impacta la mano de obra, así como los incrementos propios de comienzo de año para otros aspectos como servicios públicos, costos financieros, etc., las perspectivas serán diferentes.

Para el tema cárnico, el profesional hace una distinción entre el mercado externo y el interno. Respecto al primero destaca la favorabilidad de la tasa de cambio que hace que el precio del kilo de novillo gordo en pie sea más competitivo que el de Brasil, Paraguay, Uruguay y Argentina, con quienes se tiene que competir en las exportaciones de ganado en pie.

Igualmente, señala que los siguientes dos meses deberían ser aún más dinámicos para las exportaciones de animales vivos teniendo en cuenta las fiestas de Ramadán que se celebran en los países destino de las exportaciones colombianas.

Demanda de carne y leche

Respecto a la carne, señala Cubillos que los precios internacionales han dejado de crecer, pero se mantienen estables, por lo que aún se permite un escenario favorable para las ventas al exterior. (Lea en CONtexto ganadero: La evolución de las exportaciones ganaderas de Colombia: De mercados básicos a destinos especializados)

Sobre el mercado interno, reitera el peso que tiene el aumento del salario mínimo que para 2025 se decretó en 9,53 % y aunque impacta los costos, también mejora el poder adquisitivo de las personas, por lo que se podría pensar en un incremento del consumo.

No obstante señala “lo importante será que el precio de la carne al consumidor no tenga incrementos significativos para que la faena formal siga en el proceso de recuperación que registra desde mediados de 2024, y no se le dé espacio a la clandestinidad”.

Otro es el panorama para el sector lácteo porque como ya es común por cuenta del TLC que se firmó con Estados Unidos, desde el primero de enero se activó el último cupo de leche en polvo por 18.987 toneladas con arancel 0%, pero que en términos reales solo hasta el 17 de enero podrá hacerse efectiva dicha tasa, teniendo en cuenta que pesa una medida compensatoria provisional de un extra-arancel de 4,86 % hasta esta fecha, por cuenta de la investigación que sigue MinComercio por el otorgamiento de subsidios a la producción lechera estadounidense. (Lea en CONtexto ganadero: El panorama para la cadena de ganadería de leche todavía no se despeja)

En todo caso, dicho cupo se agotará rápidamente uniéndose a los altos inventarios que aún mantiene la industria lechera, precisamente con el objetivo de mantener un precio bajo del litro de leche pagado al productor.

Cubillos concluye señalando que, si la comercialización de carne y bovinos en pie va mejor que la de los lácteos, se podría dirigir más leche a la cría de los animales que a su venta. También dependerá de que en 2025 baje el precio al consumidor de la leche y sus derivados, situación que no se ve muy probable.