Alerta por presunta práctica de mezclar leche con lactosueros y grasas

El tema de la calidad de la leche para consumo humano está cobrando mayor relevancia, pues las importaciones de leche en polvo y lactosueros se han incrementado en los últimos años. Sin embargo, el tema aún no resulta tan claro.   Es una preocupación vigente, que pasa desde la protesta de los productores por las elevadas importaciones de lácteos, hasta la reciente petición del ministro de Agricultura, Andrés Valencia Pinzón, para afianzar el control a la entrada de lactosueros.   Este residuo de procesamiento de leche es comercializado a menores costos y se usa en la producción de alimentos con bajo contenido nutricional, hecho que advirtió el jefe de la cartera agropecuaria. (Lea: Minagricultura pide vigilancia a las importaciones de lactosueros)   “Los consumidores están adquiriendo productos a base de lactosuero pensando que se trata de derivados de la leche. La falta de información sobre el contenido nutricional de los alimentos producidos con este subproducto de la leche se constituye en una práctica engañosa para los consumidores. Los colombianos están adquiriendo estos productos sin plena conciencia de lo que está contenido en ellos”, dijo.   La misma preocupación existe con la leche en polvo. Óscar Cubillos, jefe de la Oficina de Planeación de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, explicó que una tonelada de leche entera o descremada se debe mezclar con 8.000 a 8.300 litros de agua para que obtener la misma cantidad de leche líquida.   “Cuando se aumenta la cantidad de agua (9.000 o incluso 10 mil litros), el producto pierde calidad frente a la leche que proviene directamente de la vaca”, señaló. (Columna: Prácticas lácteas indebidas)   Según Cubillos, aunque la descremada carece del mismo contenido graso de la entera, al mezclar ambos tipos de leche en polvo, pueden hacerla pasar por leche líquida entera. Además, denunció que también emplean otro tipo de grasas, animales o vegetales, o butter oil (o grasa anhidra de leche).   “Hay muchas quejas de que se está vendiendo leche de ese tipo que no tiene los contenidos originales proteicos ni de grasa porque viene de esas mezclas con butter oil, y se está vendiendo más barata para ganar mercado”, agregó el funcionario.   En medio de esta discusión, Jeffrey Fajardo López, director ejecutivo de Asoleche, afirmó que si bien es ilegal rendir una leche con lactosueros como otro tipo de sustancias y promocionarla como tal, todavía no se ha comprobado este tipo de prácticas en el país.   “Hoy en día no existe una metodología rápida y económica que puedan utilizar las autoridades para ejercer vigilancia y control sobre la leche adulterada”, señaló el funcionario. (Lea: En agosto aumentaron las importaciones de derivados lácteos)   De acuerdo con Fajardo, la única prueba que existe es la cromatografía, que solamente está estandarizada por la Universidad Javeriana y hacer un examen tiene un costo del orden de los $600 mil. Con el fin de reducir este valor, Asoleche está trabajando de la mano con la Universidad de Caldas para desarrollar otra metodología. No obstante, no precisó cuándo empezará a utilizarse.