3 historias sobre malas experiencias con entidades financieras del sector

Son cada vez más numerosas las voces en contra del Banco Agrario y el Fondo para el Financiamiento del Sector Agropecuario, Finagro. CONtexto ganadero conoció los casos de 3 personas que se arrepienten de haber solicitado un crédito a través de estas entidades.   María Teresa Ortiz, ganadera de Guasca, Cundinamarca, solicitó un crédito hace algunos años con el Banco Agrario, con el fin de mejorar las condiciones de su predio. La ganadera presentó un proyecto para acondicionar la bodega de alimentos y medicinas y, de paso, un establo apropiado para sus animales.   “Al Banco Agrario le estoy pagando un préstamo. Ese banco no sirve para tacos de escopeta porque cobra los intereses más caros del mercado. Supuestamente es para ayudar a la gente del campo y lo que hace es engramparlo a uno”, declaró. (Lea: Problemas que enfrentan ganaderos al solicitar créditos del Banco Agrario)   La ganadera de Guasca contó su experiencia con el Banco Agrario

De acuerdo con la productora, en aquella época el Banco le ofreció una alta tasa de interés, DTF + 8 efectivo anual, mientras que en otros bancos le ofrecían DTF + 4. Al principio Ortiz se rehúso a hacer el crédito, hasta que le dijeron que parte de la deuda sería condonada por un Incentivo de Capitalización Rural, ICR, de Finagro, algo que nunca ocurrió.   “El gerente del banco en Bogotá me mandó a decir: tómelo o déjelo, esa es nuestra tarifa. Al principio lo dejé, pero yo tenía la necesidad de hacer ese préstamo, que era de unos $35 millones. Lo hice y ahí lo estoy pagando”, contó.   El problema, según Ortiz, se agravó por la crisis que vivieron durante el verano que ocurrió como consecuencia del fenómeno de El Niño. Para ella, el sector productivo es uno de los más abandonados en Colombia. (Lea: Ganaderos están al borde de la quiebra por problemas económicos)   “El Gobierno no ayuda. Pienso que tanto para la agricultura como para la ganadería, todo debería ser barato para poder uno producir y ganar. Gracias a Dios mi esposo trabaja por aparte y con eso subsistimos. Si no, nosotros estaríamos totalmente en la ruina”, dijo.   Dinero para recuperarse del fenómeno de La Niña   Luis Antonio Garzón, ganadero en La Guajira, solicitó un crédito en 2011 para recuperarse de los estragos causados por el fenómeno de La Niña. (Lea: 5 trabas frecuentes al solicitar un crédito en el sector agropecuario)   “Hicieron una reestructuración del crédito pero al final sumaron los intereses. Ellos me prestaron $56 millones y los intereses eran 20; es decir que les debía 70 y me los pusieron a pagar por 5 años. De casualidad este año ya termino de pagar eso. El último saldo es de 20 y pico de millones”, señaló.   A raíz de esta situación y de las dificultades que ha vivido por los cambios climáticos en el departamento, el productor ha pensado seriamente en renunciar al negocio, pues no ve el apoyo de ningún sector para que continúe.   En Córdoba también hay inconformidades con la gestión de la entidad financiera   Por su parte, Manuel Perea*, ganadero de Córdoba, fue más categórico y se fue lanza en ristre contra el Banco Agrario. Confesó que solicitar un crédito con esa entidad ha sido la “peor experiencia de su vida”.   “Me parece que es un banco totalmente obsoleto, con dificultades en operatividad y logística. Parece que el personal vive aburrido y amargado porque nunca prestan un buen servicio. Las peores experiencias que recuerdo son con ese Banco”, afirmó.   Los 3 coincidieron en que no volverán a pedir más créditos con el Banco Agrario. Dijeron que prefieren endeudarse con otras entidades del sector privado antes que decantarse por esa alternativa. (Lea: 89 % del sector rural no accedió a créditos, según Censo Agropecuario)   “Yo no vuelvo a hacer nada con el Banco Agrario, porque no ayuda. ¿Cuál es la ayuda que prestan? Ellos deberían tener los intereses más bajos del mercado porque se supone que está para ayudar a la gente del campo”, expresó Ortiz.   *Nombre cambiado a petición de la fuente