Un salto al vacío hacia la ganadería regenerativa: el ejemplo de Maktub

Javier Lastra Herrera, administrador de empresas agropecuarias, recordó con claridad el inicio de este proyecto hace tres años, cuando se dio cuenta que debía hacer un cambio radical en el manejo tradicional de la finca de su familia para recuperar los suelos degradados y prosperar en las condiciones climáticas del trópico bajo.

«Básicamente lo que queríamos era hacer una ganadería sostenible, apuntándole también a temas regenerativos, en los cuales íbamos a mirar el tema de una manera holística», comentó. (Lea en CONtexto ganadero: Estos son los desafíos de la ganadería regenerativa en América Latina y el Caribe)

Su enfoque no se centró únicamente en el ganado, sino en el ecosistema completo, incluyendo el análisis de factores como el suelo, el agua y la biodiversidad. El empresario entendió que si quería que su ganado ganara peso, debía mejorar sus pastos y ello implicaba un mejor manejo del suelo.

Este enfoque holístico implicó un descanso inicial del suelo, permitiendo que recuperara su estructura y fertilidad, y la implementación de prácticas de manejo sostenible del agua y la biodiversidad.

Desafíos y aprendizajes en el camino

Emprender en la ganadería no fue una tarea fácil para Javier y su familia. Según sus palabras, fue un «salto al vacío» del cual no sabe si todavía se ha recuperado, pero sigue en su empeño motivado por su amor al campo. A pesar de las dificultades iniciales, como la escasez de agua y el manejo deficiente de los suelos, se ha mantenido firme en su visión.

El primer año fue dedicado a la planificación y adecuación de los potreros, así como a la construcción de un acueducto para llevar agua a todas las áreas de la finca. (Lea en CONtexto ganadero: “El secreto es trabajar con la naturaleza, no pelear con ella”: Disney Baquero)

«Mientras el suelo descansaba pudimos obtener otros recursos de la finca como el heno, y mientras iba evolucionando empezamos a ver esa estructura del suelo, esa textura que nos indicaba que se estaba recuperando, y vimos la fauna que allí se da, los insectos que lo habitan y lo enriquecen», explicó.

Con la infraestructura básica establecida, la finca Maktub comenzó a introducir ganado y a implementar rotaciones para mejorar la calidad del suelo y los pastos. Sin embargo, enfrentaron desafíos adicionales, como el daño a los árboles recién sembrados por parte del ganado. Esto llevó a Javier a optar por la regeneración natural, especialmente con árboles de guácimo, que han demostrado ser altamente nutritivos y han contribuido a la creación de corredores biológicos.

«Nos ha ido muy bien con el guácimo, da una proteína muy alta, y hemos creado corredores biológicos con estos árboles que ya se han crecido en este tiempo», mencionó con orgullo. Estos esfuerzos han resultado en una capacidad de carga más alta y tiempos de engorde más cortos, mejorando significativamente la productividad de la finca.

También ha sido cuidadoso en la selección y manejo de su ganado. A pesar de las limitaciones del mercado, ha logrado adquirir ganado comercial de calidad y mejorar los tiempos de engorde mediante un manejo adecuado de los potreros y la implementación de Buenas Prácticas Ganaderas y bienestar animal, componentes cruciales en Maktub.

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Participación en proyectos innovadores

La dedicación de la familia Lastra a la sostenibilidad y la regeneración no ha pasado desapercibida. Gracias a su enfoque innovador, Maktub fue seleccionada para participar en un proyecto pionero en Colombia de bonos de carbono. (Lea en CONtexto ganadero: Perspectivas en 2024 del proyecto participativo de captura de carbono con ganadería sostenible)

«Pudimos participar de un proyecto, que es un proyecto pionero en Colombia con el tema de créditos de carbono. Entonces, ahí estamos participando, ya se han hecho unas mediciones. A mediados de año vienen los primeros pagos de esos créditos. Es una alternativa más adicional a la ganadería para obtener recursos», detalló Lastra.

Se trata del Proyecto de ganadería regenerativa con enfoque participativo liderado por Sosty, Partner CEG y Carbono Local+, una organización alemana fundada por colombianas y especializada en el mercado voluntario de carbono. En enero recibieron la visita de la empresa alemana First Climate GmBH interesada en la precompra de los créditos de carbono.

Este proyecto ofrece una fuente adicional de ingresos y refuerza el compromiso de Maktub con prácticas ganaderas sostenibles y responsables. Además, la finca ha explorado otros proyectos complementarios, como la piscicultura y una mini granja solar, diversificando así sus fuentes de ingresos y mejorando la resiliencia económica.

Visión y futuro de Maktub

A pesar de los desafíos y errores cometidos en el camino, Lastra se mostró optimista sobre el futuro de la finca Maktub. A su juicio, la ganadería va enrutada en la sostenibilidad, por lo cual las prácticas tradicionales pasaron de moda. Su objetivo es consolidar una finca amigable con el medio ambiente, que no solo sea rentable, sino que también aporte al bienestar de la sociedad.

Esta es la visión que compartió para los ganaderos que están como él estuvo hace tres años, cuando apenas arrancaba en el emprendimiento en el campo. Recomendó a esos nuevos colegas o incluso a los que ya llevan varios años en la ganadería pero que se sienten estancados que vean sus fincas de manera holística, aprovechando al máximo las virtudes y potenciales de sus tierras.

«Que entiendan el entorno en el que están, aprovechen las virtudes que tienen, aprovechen esos aspectos que les está dando la finca. Todas las fincas son diferentes, pero cada una tiene un potencial y de ahí empiecen a desarrollar sus ganaderías para llegar a feliz término», concluyó.

Si desea conocer más de esta ganadería, acceda a su perfil en Instagram ganaderia_maktub