Mujeres hacen posible que café de Colombia esté entre los mejores

De acuerdo con la Federación Nacional de Cafeteros, FNC, las mujeres, junto con su familia, son el eje central de esta actividad agrícola, gracias al empeño que le ponen a cada tarea. Es así como en esta ocasión le rendimos un homenaje al trabajo que ellas ejercen para que cada colombiano consuma uno de los mejores cafés del mundo.   A través del concurso que organiza la FNC, junto con The Alliance for Coffe Excellence, la mujer también tiene un espacio para demostrar sus cualidades como productora del grano nacional. Astrid Medina, quien vive en el municipio de Planadas, Tolima, ocupó el primer lugar en este certamen en el primer semestre de 2015 y logró subastar su café a un precio 10 veces superior al valor estándar de la cotización en la bolsa de Nueva York.   Medina recibe USD$14,50 dólares por cada libra de su café, el cual fue adquirido por las firmas Banexport, Café 18 y Café Palo Alto, de Colombia. Los demás lotes fueron comprados por clientes de Japón, Corea del Sur, Australia y Alemania, entre otros.   El café de la agricultora recibió una calificación de 90,2 puntos y ocupó el primer puesto en la competencia Taza de la Excelencia. “Es muy bueno poder recibir este reconocimiento, en especial al trabajo que día a día uno como caficultor desempeña. Ahí es cuando uno se da cuenta de que los esfuerzos hechos no son en vano”, expresó la caficultora.   La productora de 38 años heredó la finca Buenavista, la cual era de su padre, quien murió hace 10 años. Lo aprendido lo debe a los niveles técnicos cursados en producción de café y producción agrícola, en el Servicio Nacional de Aprendizaje, Sena. (Lea: Caficultura colombiana ahorra cada vez más agua)   Las características del grano se deben no solo a las Buenas Prácticas Agrícolas que la caficultura lleva a cabo, también al piso térmico en el que se encuentra el predio que está entre los 1.800 y 2.000 metros sobre el nivel del mar.   En su predio están las variedades Colombia y Castillo, cada una de ellas con una presencia del 40% en las 10 hectáreas que tiene destinadas para la caficultura, más otro 20% de la especie Caturra. Asimismo, en otras 5 hectáreas combina esta actividad con otras como la producción de plátano para consumo familiar y fríjol para el comercio.   “Mi café, según los jueces, se caracteriza por tener exóticas notas dulces y afrutados, acidez brillante y cremosa cuerpo medio. En parte eso se debe a la renovación de cafetales que tengo en el predio, el cual está entre el 70% y 75%”,afirmó Medina Pereira.   La caficultora también dijo que durante 5 años ha contado con el apoyo de su hermana, quien es madre soltera, y de su esposo, quien también trabaja en una cooperativa de compra y venta de café, de tal manera que el negocio se mantiene en familia.   “Nos llevamos muy bien cuando se trata de trabajar. Durante la temporada de cosecha, en las noches, mi marido presta mucha atención a la recepción de café de los recolectores para controlar la calidad de los granos. Así, solo lo las cerezas maduras son recogidas a mano”, explicó la ganadora del concurso. (Lea: María Amparo Jaramillo, productora rural y ejemplo a seguir)   “Mi equipo favorito es mi familia y los trabajadores”   Este es el caso de Ana Nelly Luna Muñoz, quien ocupó el decimo tercer lugar en esta misma competencia de 2015. Vive en el municipio de Pitalito, Huila, y su café se caracteriza por ser sembrado a 1.625 metros sobre el nivel del mar entre noviembre y diciembre. La variedad que más usa es Caturra y asegura que el proceso de poscosecha es tradicional con secado al sol   “En 1999 empecé a comprar pequeñas parcelas gradualmente. Mi madre nos dio una pequeña parcela a cada niño para que pudiéramos trabajar en ella. Cuando se inició la compra de parcelas, tenían malas hierbas y empezamos a plantar café poco a poco. Las viejas parcelas se han renovado, tratando de mejorar la producción, siguiendo las indicaciones de los extensionistas del Comité de Cafeteros”, precisó Luna Muñoz.   La huilense aseguró que para ella el café significa una deliciosa bebida, muy exquisita. “El café y su buena calidad me hacen sentir orgullosa de mi granja”. (Lea: Martha Garzón, la creadora del arequipe de yuca)   Por ello, el secreto de ella es fertilizar 3 veces al año, en enero, mayo y septiembre. La floración se produce en enero, febrero y marzo, y la maduración 9 meses después, en promedio. “Cuando llueve demasiado, la producción es golpeada y cuando hay un exceso de sol, café también se daña un poco”, afirmó Ana Nelly.   El café se cosecha en el día y al llegar a la tolva (un embudo grande para canalizar el grano), se pulpa inmediatamente. La fermentación dura en promedio 24 horas. Para el procesamiento húmedo, se utiliza un tanque normal (método tradicional). A continuación, se lava y se va a los lechos de secado.   Y así es como ella finaliza su día de trabajo sobre las 7 de la noche y afirma: “mi equipo favorito es mi familia y los trabajadores, que son las personas más importantes en mi granja. Algunos familiares son apoyados por subsidios (Sisbén). Tengo 2 personas que trabajan permanentemente y 7 recolectores durante la cosecha. Los recolectores normalmente son mis vecinos, la gente que viene de otro lugar. Mi marido y yo les pagamos por cada kilo recolectado. Como un proyecto social, me gustaría verlos tener beneficios”.   La cafetera huilense finalmente dijo que su mayor ambición en la finca es continuar con la producción de calidad y sostenible del café, para así ampliar el área de trabajo. “Mi idea es plantar la variedad Castillo (resistente a la roya y mejor adaptado climáticamente). Quiero plantar más árboles, si es posible y hay alguna ayuda para facilitar esto”.   El récord que logró una mujer en 2014   Carmen Cecilia Montoya Patiño es una productora cafetera del municipio de Urrao, en Antioquia. Ella ganó el concurso ‘Taza de la Excelencia’, organizado por The Alliance for Coffee Excellence y la Federación Nacional de Cafeteros en el segundo semestre de 2014 y logró que, en la tradicional subasta que se hace, le pagaran USD$45,70, por una libra de su producto, una cifra que no se veía desde el año 2011 en este evento.   “Me siento muy contenta y muy complacida por el resultado de tanto esfuerzo que hice para presentarme en el concurso; no fue en vano. Ahí está sumado todo lo que uno hace como caficultor con la compañía de la institucionalidad cafetera”, describió. (Lea: Análisis de la situación por el precio actual del dólar)   Para Carmen, el secreto para lograr un café de alta calidad “es poner todo en manos de Dios”, ganas, empeño y esfuerzo para que las cosas le salgan bien. “Si uno se deja asesorar y sigue las instrucciones, las cosas se dan. Por eso mi café es muy distinto al de todos. Es de variedad ‘Caturra’, pero el grano es más largo, la tostión es diferente, dependiendo del punto que se le dé se pueden lograr muchos sabores (cuerpo), por eso el jurado le dio una buena calificación basados en el olor, el cuerpo y el perfil”.   Durazno, limoncillo, frutos dulces, melocotón, fresa, mora y frutos cítricos, con esos sabores el jurado describió el café de Carmen Cecilia. El trabajo para llegar a ello inició en 2011 con la compra de la semilla. “En el proceso de recolección nos recomendaron recoger el café maduro, despulparlo el mismo día y darle secado al sol”, explica la productora, cuyo predio es de 2,5 hectáreas.   Ya en el concurso, el jurado deliberó y escogió a Montoya Patiño como la del producto más destacado y pasó a convertirse en la cafetera colombiana que más dólares ha recibido por su café en esta importante subasta mundial. El referente más cercano es el cafetero del Huila, Arnulfo Leguízamo, quien en 2011 recibió USD$45,10 por libra.   El café de la productora antioqueña fue adquirido por las firmas Banexport, Café 18 y Café Palo Alto, de Colombia. Cabe resaltar que junto con ella, otros 33 productores participaron en esta actividad, cuyos lotes fueron comprados por clientes de Australia, Bélgica, Canadá, China, Francia, Alemania, Grecia, Hong Kong, Italia, Japón, Corea, Lituania, Reino Unido, Nueva Zelanda y Noruega, entre otros países.