Carnicería en Cuba
Foto: Yusnaby Pérez.

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Muchos cubanos no saben a qué sabe la carne de res

Por - 14 de Diciembre 2015


-¿A qué sabe la carne de res? La pregunta puede parecer una broma, pero muchísimos cubanos menores de 24 años jamás la han probado.   Hoy en día no se comercializa carne de res en las carnicerías en pesos cubanos. Además, es un delito sacrificar un ejemplar de cabeza de ganado, aunque el animal pertenezca al campesino. Según el código penal, el que “sacrifique ganado mayor, es sancionado con privación de libertad de cuatro a diez años”. (Blog: La carne, alimento vital en todas las etapas del ser humano)   Todo comenzó cuando Fidel Castro, el 17 de mayo de 1962, le anunció al pueblo de Cuba que prohibiría la matanza de ganado, porque según él, había “que salvar nuestra riqueza ganadera” para poder producir en el futuro “el doble, el triple de carne”. Desde entonces se ilegalizó la matanza de vacas sin previa autorización del gobierno; pasando a ser controlada 100% por el Estado cubano.   Conocí a Jorge Lobaina, carnicero de Centro Habana. Sobre el tema me respondió:   “Ya se me olvidó cómo se corta la carne. Pero jamás olvidaré aquel jueves 20 de diciembre de 1990: fue la última vez que los vecinos de La Habana pudimos comprar carne de res”.   En los mercados “paralelos” estatales TRD (monopolio minorista en Cuba que comercializa en pesos convertibles), 1Kg de carne de res cuesta 19 CUC (unos 20 dólares). Conociendo que el salario medio en Cuba es equivalente a 18 dólares al mes, ya va teniendo más lógica mi pregunta: ¿A qué sabe la carne de res? (Blog: Cómo y por qué comenzamos a comer carne de res)   “Imagínate, yo trabajo en una carnicería que irónicamente se llama “La Ternera” y lo único que tenemos para vender en este momento son jabas (bolsas)”, me decía Jorge Lobaina.   Una vez al mes, la carnicería “La Ternera” recibe pollo, el cual se vende a la población mediante la libreta de abastecimiento, racionándolo a 1 libra (453 gramos) por persona cada 30 días. “Aquí ya la gente ni pregunta por la carne de vaca”, -dice el especialista-; es como que no existe. Los únicos que la pueden comer son los extranjeros y algunos cubanos que reciben dólares del exterior.   Las carnicerías de la capital cubana permanecen cerradas ante la prohibición impuesta por Fidel Castro para

sacrificar bovinos. Foto: Yusnaby Pérez.    Sin embargo, en el mercado negro, una alternativa de muchos para alimentarse, se puede conseguir esta carne, desconociendo muchas veces su procedencia y estado de la misma. Aunque es más barato que el mercado regular estatal, aún los precios superan el poder adquisitivo de muchos llegando a costar hasta 75 pesos cubanos la libra (unos 3 dólares). (Lea: 5 beneficios de las carnes rojas en la alimentación infantil)   “Por matar a una vaca te echan diez años de prisión, y por matar a una persona sólo siete. Los ganaderos lo que hacen es inventarse falsos robos de vacas para que la policía haga el reporte y luego poder sacrificarlas y vender la carne a escondidas”, comenta Jorge.   La carne de vaca tiene disimiles propiedades nutritivas para el ser humano. Es una fuente fundamental de proteínas esenciales para la formación celular y regeneración de tejidos, y además, aporta minerales como hierro, zinc, calcio, fósforo, potasio, magnesio y vitaminas A, B1, B2, B3, B5, B6, B9, B12, E…   Jorge el carnicero me recomendó ir directamente a donde está el promotor de tal prohibición en Cuba, y que luego de recibirme en su mansión del oeste de La Habana, debía preguntarle: ¿A qué sabe la carne de res? (Blog: Carne de res, fuente de hierro y proteína)   “¡Él tendrá la respuesta!”, exclamó el carnicero de “La Ternera” riéndose en voz baja.   Texto original en el siguiente enlace.

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