La labor de un jornalero durante una feria nacional

Un jornalero es aquella persona que desempeña diferentes labores que contribuyen al funcionamiento de una finca. A muchos de ellos les delegan la tarea de llevar a los ejemplares de exposición a las ferias más importantes.   Víctor Alfonso Tabares Marín, jornalero de la Hacienda San Marcos ubicada en La Dorada, Caldas, participó en la más reciente versión de la Feria Nacional Cebú. Él nos contó como fue su día a día en un evento tan importante como este.    Este hombre llegó a Barranquilla con 8 de los mejores ejemplares que tiene la empresa ganadera para la que trabaja. Según él, son muchos los cuidados que hay que tener a la hora de transportar estas joyas pues hay que estar atentos a aspectos que van desde las divisiones en los camiones hasta la alimentación. (Lea: De cómo un jornalero de La Guajira se convirtió en productor de silos)   "En el camión hay que poner unas esterillas para que las vacas no se vayan a pelar lo que es la parte del anca. Hay que tener mucho cuidado porque ellas tienen que llegar al evento perfectas y bien sanas", expuso.    Cuando un animal va a participar en una feria nacional no puede entrar al evento con ninguna clase de rayones o golpes, porque a la hora de ser evaluado por los jueces eso reduce la calificación.    Los animales que llevó a la feria fueron F1 Simmental, de gran calidad genética y lechera. Todas hembras.    Una labor continua   Desde que emprendieron su camino para asistir al evento, Víctor no se despegó de los animales. Durante los días de la feria permaneció con ellos día y noche. Cuando terminaba el día, tomaba su descanso en una humilde hamaca. (Lea: Así es el perfil de un ganadero emprendedor)   Este hombre desempeña su labor con orgullo y humildad. Está acostumbrado a las faenas pesadas, por lo cual no considera que ese haya sido un trabajo duro y de hecho agradece siempre la oportunidad de poder desempeñarlo.    Cuidados y mimos   "Yo estaba pendiente del heno y de darles agua. Cuando hacían sus necesidades ahí mismo recogía los desechos para que ellas no se fueran a ensuciar o manchar. Todos los días las bañaba con shampoo para que salieran a la pista bien brillantes", expuso.    Debido a las altas temperaturas que azotaban a la puerta de oro por esos días, mientras que los animales estuvieran en los corrales, cada uno de ellos tenía su propio ventilador, de esa manera podían permanecer frescos y se evitaba que sufrieran algún tipo de estrés.    2 veces al día eran alimentadas, cada una tenía una dieta especial dependiendo de su producción. Esta podía variar entre silo, harina con soya y concentrado. (Lea: Ganadero hizo heno para sus reses y le alcanzó para la venta)   Ordeño   Como los animales que iban a ser evaluados, no estaban compitiendo para ordeño, Víctor debía ordeñar las vacas para evitar algún tipo de complicación, como por ejemplo, mastitis.    "Yo siempre procuro tenerlas en buen estado. Pase lo que pase siempre las ordeño. En promedio están dando 15 litros. Como estábamos en el evento, la leche que sacaba la regalaba a los compañeros o trabajadores del recinto ferial", comentó.    Para esta labor, el encargado utilizaba un equipo de ordeño móvil. Una vez terminaba de utilizarlo, lo lavaba y desinfectaba.    A pesar de su experiencia, Víctor manifiesta que le falta mucho por aprender. Él ha adquirido mucho conocimiento en las fincas en las que ha trabajado y de los jefes que ha tenido. (Lea: La importancia de la salud laboral en las empresas ganaderas)   "Toda la vida me he criado en el campo. Podría decir que la ganadería es una de mis principales pasiones y me quiero seguir dedicando a esto por muchos años más, hasta que Dios y la vida me lo permitan", concluyó.