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Conozca los orígenes de la ganadería en 3 países de Latinoamérica

Por CONtexto ganadero - 03 de Agosto 2020

Conozca cómo comenzó la cría de ganado vacuno en 3 de los países más ganaderos de América Latina, comenzando en el norte en México y yendo al sur en Argentina y Uruguay. Esta fue su introducción con la ganadería y su evolución hasta convertirse en potencias exportadoras.


Al igual que en Colombia y en toda América, la ganadería en el hemisferio occidental inició con la exploración y colonización de América del Norte y del Sur tras el descubrimiento realizado por Cristóbal Colón en 1492.

Esto dio como resultado la introducción en Europa de cultivos como el maíz, la papa, la batata y la mandioca, mientras que el ganado principal del Viejo Mundo (vacas, caballos, ovejas y cabras) se introdujo en el Nuevo Mundo por primera vez junto con el trigo, la cebada y el arroz.


Argentina


Según el portal Turismo Buenos Aires, el ganado llegó a Argentina desde Panamá a Venezuela y de allí a Brasil en el año 1556. Estos ejemplares eran una raza derivada de la Tronco Turdetano y fueron testigos en 1580 de la segunda fundación de la Ciudad de Buenos Aires.

Se difundieron por las pampas argentinas y se estima que para el siglo XVIII había 40 millones de cabezas de ganado, debido a las condiciones climáticas y la riqueza del suelo. Años más tarde, se importaron las razas británicas Angus, Hereford y Shorthorn.

La clave para el crecimiento de la ganadería también fueron las amplias llanuras, donde cabía una “una vaca por hectárea”. Durante muchos años el consumo de carne fue muy barato y se transformó en un plato repetido para los habitantes.

En el siglo XVIII, nació el negocio de la carne, de los “restos” que dejaban los trabajadores argentinos del campo conocidos como gauchos, quienes confirmaron la devoción por la carne de los habitantes de estas tierras y dieron origen al asado como un momento sociable.

Para el aprovechamiento integral de los “restos”, cuereaban la vaca, trozaban la carne en tiras y las salaban. Cada diez días las exponían al sol y de esta manera, vendían “tasajo”. (Blog: Cómo es el museo que cuenta la historia de la ganadería argentina)

A comienzos de los años 1800 y durante buena parte de ese siglo, se conservó esta práctica y se conformaron notables sociedades de los saladeros. Hasta que en 1871 se prohibió definitivamente su funcionamiento en Buenos Aires y fueron reemplazados por los frigoríficos.

Por esta misma época, comenzó la importación de razas británicas ante la demanda de los habitantes europeos, particularmente ingleses, que eran los mayores consumidores de carne. El portal Historia Cocina consigna la llegada de las diferentes razas en el siglo XIX.

En 1826, llegó Tarquín, un toro Shorthorn, que fue la primera raza de pedigree que se introdujo en el país importada por el ganadero británico John Miller. Luego, en 1860 el señor Leonardo Pereyra importó el toro Niágara de raza Hereford.

Un hito más importante significó la importación efectuada por don Carlos Guerrero, hacendado de origen español, en 1879, del toro ‘Virtuoso’ de la raza Aberdeen Angus desde Inglaterra, y dos vaquillonas, Aunt Lee y Cinderella, raza que se adaptó fácilmente a los campos argentinos.

En 1917, el señor Rafael Herreras Vegas trajo el toro ‘King Reyburn’, de la raza Polled Hereford, “completando de esta manera un mejoramiento de la raza vacuna que le permite a la Argentina ofrecer al mercado europeo un producto de excelente calidad y que en poco tiempo sería sinónimo de la mejor carne del mundo”.

Argentina se convirtió en un importante competidor en el mercado internacional de las carnes porque sus costos de producción eran menores a los europeos, dada la cría en campo abierto contra los establos del viejo mundo, los bajos salarios y fletes más económicos.

Tras el arribo del barco Le Frigorifique en 1871, el primero en transportar carne refrigerada, se crea el primer frigorífico en este país, que también fue el primero de Latinoamérica: la River Plate Fresh Meat Co. Ltd. Su dueño, George W. Drabble, realizó en 1883 el primer envió de carne a Londres, con lo que se convirtió en el primer exportador de carne vacuna refrigerada.

A lo largo del siglo XX, Argentina se caracterizó por ser uno de los grandes exportadores de carne de res en el mundo, no solo por la cantidad sino por la caída. En 2009, su situación política y económica ocasionó un declive en la comercialización, del cual apenas se está recuperando.


México


De acuerdo con Bernardo García Martínez, en su artículo “Los primeros pasos del ganado en México”, a diferencia de Argentina donde la ganadería ha sido tema central en su historia, en México “ha sido objeto de muchísima menor atención y su pasado se ha estudiado poco”.

El experto relató que el proceso de entrada de ganado a México estuvo en un periodo intermedio: en gran parte fue pionero pero también estuvo apoyando en otras experiencias americanas, sin generar abundantes testimonios o los registros típicos de la época.

Contrario a Argentina y otras naciones, se trató de un proceso brusco de conquista, los primeros animales europeos fueron introducidos como recursos para la guerra, y no fue sino hasta que la etapa bélica se dejó atrás que se abrió campo a la explotación pecuaria.

Para la época de la independencia (1810-1821), la situación de la ganadería era indefinida: los vacunos eran objeto de pastoreo nómada y solo una parte era criada en haciendas especializadas, con cuidados especiales y un comercio de cierta consideración.

En el periodo revolucionario, los ganaderos se convirtieron en proveedores para los bandos combatientes, sacrificando animales o exportándolos a Estados Unidos. (Lea: México podría ser un jugador importante en la producción y exportación de carne)

Después, en el periodo post-revolucionario, comenzó a integrarse el capital nacional para financiar la actividad económica de México y muchos renglones de la actividad pecuaria recibieron atención de las Instituciones de Crédito establecidas por el gobierno.

A medida que pasaba el tiempo, el sector se iba fortaleciendo y especializando, con un crecimiento sostenido de la población bovina y logrando exportaciones de ganado, carne y leche. Para 1963, la ganadería contribuyó con más de 20 % al PIB.

Hoy en día, México se caracteriza por ser un país ganadero con grandes áreas donde se desarrollan la actividad pecuaria, con una población cercana a los 33,8 millones de bovinos, siendo el 11° productor mundial de ganadería primaria y con exportación a varios países.


Uruguay


En la celebración del Bicentenario de este país en 2011, el Instituto Nacional de Carnes detalló algunos hitos importantes de la historia de la ganadería, que ese año cumplió 400 años. El Inac afirmó que la carne ha sido protagonista a lo largo de los años en la sociedad uruguaya, con referencia incluso en el Escudo nacional.

Siglo XVII: Entre los años 1611 y 1617, el Rey de España autoriza a Hernando Arias de Saavedra a transportar y liberar una importante tropa de ganado vacuno y equino en las tierras al este del Río Uruguay, llamadas “tierras sin ningún provecho”, por no tener oro ni metales preciosos.

Siglo XVIII: En 1728, se otorgan tierras para ser explotadas como “suertes de Estancias”, que se instalan en los alrededores de Montevideo, Pando y Solís Chico. La ganadería constituye una fuente de riqueza, que da lugar al surgimiento de una nueva sociedad.

Para 1778, el Reglamento de Libre Comercio influye en el avance de nuevas técnicas de explotación del ganado, aprovechando no solo el cuero, sino también la carne, el sebo y las astas; en 1781, se instala el 1er Saladero, y en 1798, comienza a funcionar el 1er matadero.

Siglo XIX: Entre 1836 y 1843, las existencias bovinas y ovinas experimentan una notable expansión, aumentando también el número de saladeros, mientras que en 1852 tiene lugar el Primer Censo Agropecuario. Trece años después, Roberto Young importa reproductores de raza Hereford. En la actualidad, Uruguay es el país con mayor rodeo Hereford del mundo.

En 1871, cace la Asociación Rural del Uruguay (ARU), y en 1875, se aprueba el Código Rural, en donde se establece la obligatoriedad de alambrar los campos y la marcación del ganado. (Lea: Las envidiables cifras de la ganadería uruguaya)

Así como para Argentina, para Uruguay también fue un hecho muy importante la llegada del barco Le Frigorifique al Río de la Plata, donde se demostró que se podía conservar y transportar carne refrigerada durante un largo periodo (este viaje duró 105 días).

En 1883, se lleva a cabo la primera Exposición de Ganado en la ARU, y ya para finales de siglo, se elevan las cotizaciones de sus productos en el mercado internacional dinamizando el sector y convirtiendo al pequeño país en uno de los que más exportaba por habitante.

Hacia los años 1920, el stock bovino registra un promedio de 8 millones, con un pico en 1924. Desciende en 1930 y vuelve a elevarse en 1937, con una nueva caída en la gran sequía de 1942-43 con disminución en terneros y vacas de cría, como registra el blog Stravaganza.

Durante el siglo XX y XXI, Uruguay se ha posicionado como uno de los principales productores cárnicos del mundo. Como lo sostiene el portal del Inac, su ganado se cría a cielo abierto, en clima templado, tierras fértiles y gran abundancia de agua, asegurando el bienestar de los animales.

Produce cerca de 550.000 toneladas de carne vacuna al año, 180 000 para el consumo interno y 370 mil tienen destino más de 100 países, siendo la cuarta parte del total de exportaciones de Uruguay. Además, hoy en día es el primer país del mundo en consumo de carne vacuna por persona.

Para llegar a estos objetivos, el instituto resalta que cuentan con “los mejores sistemas de información ganadera del mundo: Trazabilidad + Sistema Electrónico de Información de la Industria Cárnica”, así como tener un estatus sanitario y una excelente calidad de carne.

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