Así se va a comportar el clima en diciembre: tres regiones de Colombia bajo alerta
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Por - 11 de Septiembre 2017
La empresa Anka, especializada en agricultura de precisión, aspira popularizar el uso de los drones en el sector agropecuario, así como ocurrió con los computadores y los teléfonos portátiles. También quieren capacitar a los jóvenes campesinos en el uso de estas tecnologías. Carlos Daniel Ángel, ingeniero electrónico y representante legal de Anka, señaló que el objetivo de su empresa es impulsar la agricultura de precisión en el país. Hace 3 años constituyeron la empresa, y hace año y medio se dedican a esta especialidad. En la agricultura de precisión, hay que efectuar un estudio detallado de cada planta (tamaño, forma, color) incluyendo su georreferenciación, así como un estudio de suelos, con el fin de aplicar un correctivo o diseñar un cultivo homogéneo. Esta técnica utiliza 3 métodos: sensores en tierra (medición de nutrientes, plagas, características meteorológicas), sensores remotos (drones o satélites), o la simple acción de recorrer el cultivo y anotar las referencias obtenidas con instrumentos en mano. La agricultura de precisión ha sido aplicada por países como Israel, Australia y España. Aunque Ángel y su equipo llevan desde comienzos de 2016 con el fin de aplicarla en Colombia, desde principios de este año le están apostando a una estrategia ofrecer un servicio completo. “Buscamos cómo integrar todas esas herramientas en una solución completa y fuera de eso, promover el uso de nuevas tecnologías como aplicaciones al cultivo con drones”, precisó. (Lea: Así evoluciona el uso del dron en Colombia) La idea es optimizar el horario de trabajo en el campo, así como atraer más a los jóvenes con actividades que no solamente requieran esfuerzo físico, sino que también impliquen un reto intelectual donde se puedan usar estos aparatos electrónicos. De esta forma, han abierto espacios de capacitación a los muchachos y muchachas que viven en las veredas de los municipios, para que se vuelvan técnicos operadores de los drones. Así, no solamente fortalecen el “tejido social con las nuevas tecnologías” al introducirlas al campo, sino que también encontraron un modelo de negocio rentable para lograr este objetivo. Los inicios Su trabajo va desde los 3 cultivos de mayor extensión en el país: palma de aceite, caña de azúcar y arroz; como también los cultivos medianos como el café, los cítricos y el aguacate, y los de parcelas más pequeñas, como las leguminosas y las hortalizas. Precisamente, la empresa de Ángel se ha centrado en estos últimos para desarrollar un modelo rentable que se ocupe de este segmento ofreciendo soluciones a precios bajos, de modo que su propuesta es ofrecer una solución completa. “Veíamos que habían tecnologías sueltas, no integradas y sin un resultado final. Por ejemplo, nosotros prestábamos los drones pero ni un finquero ni un agrónomo estaban en capacidad de leer las imágenes o almacenar todos los datos. Existen 2 barreras: el miedo a la tecnología por no saberla manipularla, y el temor a los costos, que se piensan astronómicos”, señaló. En búsqueda de una alternativa viable para los campesinos de Colombia, que no estuviera enfocada en el futuro sino puesta en el presente, Anka integró todas estas tecnologías para ofrecer una solución completa a sus clientes. Luego de haber recopilado datos durante todo el 2017, esta semana se hará el lanzamiento de la propuesta en Expo Agrofuturo en Medellín. (Lea: Conozca algunas herramientas para administrar su finca desde su casa) Apoyo local El modelo incluye la prestación de servicios a nivel regional, de manera que los productores no tengan que llamar a la capital para buscar una avioneta para fumigación o un tractor, sino que puedan disponer de estos equipos en la ciudad más cercana. La apuesta es generar una economía de escala con precios estándares, que sean asequibles tanto para el grande como para el pequeño productor. Por ejemplo, el costo para monitorear una hectárea podría ser de $20 mil, dado el caso, que sería igual para el propietario de una hectárea como el que posee 100. “Para una extensión de, digamos, 45 mil hectáreas de arroz, en ese sector contratamos a alguien que pueda estar allá con un dron que nosotros mismos hicimos, para que ellos puedan de manera permanente ofrecer esos servicios”, indicó Ángel. Los talentos regionales El representante de Anka aclaró que la búsqueda de técnicos no solamente se hace con personas expertas, sino que incluye la búsqueda de “talentos regionales” de jóvenes y adultos interesados en aprender a manejar estas nuevas tecnologías. En efecto, la empresa está apuntado a esos bachilleres que terminan con buenas notas y un alto puntaje en el Icfes, y que piensan que su destino está únicamente en las grandes ciudades y no en el campo. “Si hay 30 de estos muchachos a nivel nacional, son 30 candidatos conocedores de su región y de su ambiente social, que pueden ser capacitados en un oficio. Buscamos una persona que sea inteligente, que tenga la visión y las ganas de aprender nuevas tareas sin necesidad de trasladarlo a la ciudad”, comentó. La idea es que estos jóvenes entiendan que el trabajo del campo no solamente es físico, sino que ahora implica el uso de nuevas tecnologías para obtener mejores resultados. (Lea: Drones, aliados de los ganaderos de leche en Colombia) Los clones de dron Para explicar su visión, Ángel apeló a la historia reciente sobre el uso de los computadores y los teléfonos celulares. Originalmente, estos aparatos estaban reservados únicamente para personas con alto poder adquisitivo debido a su elevado costo. Pero a medida que pasó el tiempo, los precios empezaron a disminuir y su uso se masificó, de manera que el celular se convirtió en un objeto de uso indispensable, y hoy en día se hace necesario un computador para consignar los datos de una ganadería o un cultivo. En esta medida, Ángel y su equipo pretenden que los drones se conviertan en objetos cotidianos tal y como lo son los celulares, que la tecnología sea viable para todos y que sean operados por los hijos y las hijas de los pequeños y medianos productores de las distintas regiones del país. Ellos armarán los drones con partes producidas en el país, tal y como se hizo con los computadores en los 90 y 2000 en Colombia, que fueron denominados clones. (Lea: Drones: secretos para manejarlos con eficiencia) De otro lado, quieren ofrecer muchas más soluciones de tipo tecnológico, como proveer Internet a las fincas más remotas (que complementan la agricultura de precisión) o cámaras de vigilancia nocturna para los ganaderos. Finalmente, aclaró que este trabajo lo han desarrollado de forma autónoma, sin haber conseguido el apoyo del sector público. Por lo pronto, se están presentando en la versión XI de Expo Agrofuturo con el fin de mostrar estos servicios. Para mayor información, puede comunicarse a la línea en Bogotá (1) 6251580, a los teléfonos celulares 3164493165 y 3144842323 o escribir al correo [email protected].
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