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Por - 30 de Noviembre 2013
Asarias Tirado vigila los animales que están exhibidos en la 66 Feria Nacional Cebú que se llevó a cabo hasta el 1 de diciembre en Montería, Córdoba.
Tiene el rostro cubierto de sudor debido a que se desplaza de un lado a otro y es presa fácil del calor que caracteriza a la región cordobesa. Se limpia con un paño cada minuto, mientras va moviendo a los 12 ejemplares que tiene bajo su cuidado.
Toma la vara de exposición y la frota sobre las costillas de Estratega, ejemplar de la raza Gyr que recibió el título de gran campeón reservado en la Feria.
Luego dirige su mano al lomo del animal para que se levante y yo pueda tomarle fotografías. Se siente orgulloso de los ejemplares y no duda en mostrar sus características físicas, las cuales, solo desde su labor se pueden resaltar. (Lea: Inicia 66 Feria Nacional Cebú con reses para exhibición, juzgamiento y remate)
"Este es Estratega. Ha recibido varios premios en las ferias a las que hemos asistido. Siempre muestro lo mejor de cada ejemplar", dice Asarias, a quien le pido que me hable de la labor que desempeña con los bovinos en la finca y en la pista de exhibición.
"Yo soy palafrenero. La persona que se encarga de amansar al animal antes de que llegue a las exposiciones. Hago que salga dócil a la pista para hacerlo campeón", describe.
Un palafrenero tiene la responsabilidad, en gran parte, de hacer que un animal gane en las competencias de juzgamiento, porque conoce tanto al ejemplar que sabe resaltar sus cualidades y esconder sus defectos.
"Si el animal tiene buena anca o cabeza con la vara, hago que el ejemplar este firme para que el juez pueda notarlo", explica. (Lea: "En Feria Nacional Cebú se ven los animales más hermosos del país")
La vara de exposición, las manos y la comunicación verbal son las herramientas que utiliza para amansar a los bovinos.
Con la vara y las manos consiente el lomo, la cabeza y las patas para que se relaje. Con la voz busca que se calme, sobre todo cuando está cerca de animales desconocidos.
Asarias es llamado a la pista para mostrar a uno de los bovinos de la hacienda La Brasilia, de Córdoba, para la que trabaja hace 2 años, junto con Juan Carlos Serpa, criador de animales de las razas Gyr y Brahman.
Ingresa a la pista con cautela, y aunque solo lleva 2 años como palafrenero, su seguridad sobresale entre los demás de su mismo oficio y esto le ha permitido salir ganador en tres ocasiones durante este tipo de eventos pecuarios.
Al igual que el animal, Asarias tiene una postura firme que demuestra su gusto por el oficio que desempeña. Sonríe porque sabe que su labor es fundamental para que el ejemplar muestre lo mejor de sí en la pista.
El juez se acerca y observa al animal. De igual manera, mira al palafrenero que también es juzgado. Tanto así que compiten entre ellos y premian a los tres mejores en cada evento ganadero.
Asarias relata además que su hermano le enseñó a amansar a las reses cuando tenía 13 años. "Salía del colegio y me iba con mi hermano a ver ganado y así aprendí a amansarlos y a estar en contacto con los animales. Pero solo hace 2 años soy palafrenero", afirma. (Lea: Cría de ganado 100% puro y con sello colombiano)
La estrategia está en el buen trato
En solo dos años Asarias ha recibido tres reconocimientos como palafrenero. En la feria de ganadería de Sabanalarga en 2012 fue merecedor del primer puesto; en la feria ganadera de Valledupar, en agosto de 2013, obtuvo el segundo lugar y en la Feria Nacional Cebú de Montería quedó en el tercer puesto.
"Darles cariño, amor, hablarles y regañarlos cuando toca, es todo lo que utilizo para amansarlos. Yo los llamo por su nombre y ellos vienen hasta donde estoy. Todos los de la Hacienda son muy mansos", anota, sin reparar en decir que algunos animales de otras haciendas se muestran agresivos porque reciben el trato inadecuado, o porque el palafrenero los conoció en su edad adulta, y no como él, que los amansa desde que son crías.
Juan Carlos Serpa contrató a Asarias como palafrenero en 2011, pero desde que eran niños se conocen. Por eso no dudó en elegirlo a él para exhibir a sus animales. Además reconoce que un palafrenero bien preparado incide en el resultado de los juzgamientos ganaderos. (Lea: Genética, alimentación y bienestar animal, claves para ganar el Feria Nacional Cebú)
"El palafrenero enseña a sacar lo mejor del animal. Resalta sus cualidades que pueden ser costillas profundas, buena anca, longitud de cuerpo, cabeza. En las hembras, buen pliegue mamario y en machos, los testículos. En él está que un ejemplar pueda ganar", manifiesta Juan Carlos.
Con 23 años de edad, dos hijos y una esposa, Asarias proyecta seguir dedicado a la labor de palafrenero, y "si Dios quiere", como asegura, estudiará veterinaria. Eso sí, no piensa alejarse de la tierra que lo vio nacer: San Carlos, municipio de Córdoba, y mucho menos del oficio de amansar ganado de la mejor genética que tiene el país.
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