Se invertirán más de $100.000 millones para distritos de riego en Colombia

El Gobierno Nacional invertirá este monto en diferentes regiones del país, con el propósito de mejorar la calidad del agua y optimizar la producción agrícola en el sector rural.

Los distritos de riego son áreas territoriales que suministran el servicio de irrigación por medio de obras con infraestructura hidroagrícola, tales como vasos de almacenamiento, derivaciones directas, plantas de bombeo, pozos, canales y caminos. Gracias a estos, los procesos agrícolas y ganaderos del territorio colombiano, mejoran la calidad del agua y, por ende, fortalecen su su productividad.

Es por esto que, el Gobierno Nacional por medio del Instituto Colombiano de Desarrollo Rural, Incoder, destinará en 2013 cerca de $100.000 millones para contratar y adecuar los distritos de riego en el territorio nacional, aumentando de esta forma un 40% comparado con el año anterior.

El presidente de la Federación Colombiana de Distritos de Riego, Federriego, Dagoberto Bonilla, deja claro que “estos suministros son esenciales para el desarrollo del sector agropecuario en el país, ya que ayudan a mitigar el riesgo climatológico, proveyendo a los hatos el agua necesaria en la etapa de desarrollo, siendo así un complemento en épocas de sequía”.

En cifras

En el país, la demanda del agua para el desarrollo de las actividades socioeconómicas en Colombia representa en un mayor porcentaje en lo agrícola con un 54%, y le sigue con un 29% el doméstico y con un 13% el industrial, en menor escala el pecuario y el de servicios con porcentajes del 3%, y 1% respectivamente.

El territorio colombiano posee un gran potencial en superficies irrigables, lo cual convierte a la adecuación de tierras en un área de mucha importancia en el desarrollo agrícola del país. De acuerdo con el Estudio Nacional de Aguas, DNP – 1984,  6.6 millones de hectáreas podrían ser susceptibles de obras de riego, drenaje y protección contra inundaciones, de las cuales solo el 14,3% cuenta con riego.

Ahora, con la inversión monetaria en estas obras de infraestructura, se incrementará la producción de las fincas y se obtendrán beneficios para los campesinos que trabajan en esta actividad económica, mejorándoles la calidad de vida, estableciendo unos precios fijos en los productos, disminuyendo los efectos de las heladas en los cultivos y generando más empleo en el sector rural del país.