¿Sabe qué es y dónde funciona en Colombia el Centro de Innovación Agroalimentario del Foro Económico Mundial?

Hoy más que nunca es fundamental buscar soluciones innovadoras, que permitan producir alimentos de forma sostenible, reduciendo el impacto ambiental del sector agrícola. Atendiendo a este panorama, el Foro Económico Mundial lanzó en Colombia y, por primera vez en el mundo, el programa de Centros de Innovación Agroalimentarios o Food Innovation Hubs.

En Colombia este programa es operado por la Alianza Bioversity Internacional y el CIAT y su objetivo es transformar los sistemas agroalimentarios, fortaleciendo las capacidades de la agricultura, especialmente de los pequeños agricultores, mediante una granja demostrativa para probar, desarrollar y escalar soluciones sostenibles e innovadoras que transformen la forma de producir, distribuir, consumir y disponer alimentos, bajo esquemas de agricultura regenerativa.

Desde abril de este año se puso en marcha el centro de excelencia en Toca (Boyacá), con la asociación Asoagrotoca y en alianza con PepsiCo, Bavaria, Microsoft y Bayer. “Estamos trabajando para que más de 100 productores/as de Boyacá y Cundinamarca se unan a la iniciativa y se animen a replicar el modelo de agricultura regenerativa en sus cultivos”, señaló Natalia Galvis, coordinadora del Centro de Innovación Agroalimentario de la Alianza Bioversity Internacional y el CIAT.

Se trata de una granja demostrativa de prácticas de agricultura regenerativa para los cultivos de cebada y papa, bajo los preceptos de renovar la salud del suelo, cuidado del agua, protección de los ecosistemas y hacer uso racional de insumos agrícola s, teniendo como objetivo principal la productividad y rentabilidad de los agricultores.

Los participantes del piloto son jóvenes de la zona y Asoagrotoca, una asociación de pequeñas productoras rurales que tienen como propósito final vender su cosecha a Bavaria- AB InBev y PepsiCo. (Lea en CONtexto ganadero: PepsiCo reafirma compromiso con el agro colombiano)

Experiencia asociativa

Según María de Pilar Rodríguez Nieto, de Asoagrotoca, ha sido muy importante la participación de las diferentes empresas vinculadas en el proyecto porque han creído en ellas y eso les ha permitido mejorar la calidad de vida de estas familias, así como la calidad del suelo donde producen.

La asociación nació en 2017 con 17 familias y hoy son 20 y el propósito inicial era conseguir quien les comprara la papa que es lo que más se produce en la zona y antes tenían que llevarla a la plaza donde les pagaban lo que querían, pero cuando llegó PepsiCo las cosas cambiaron porque les ayudaron en todo el proceso y les garantizan la compra de la cosecha, a través de la figura de agricultura por contrato, siempre y cuando cumpla con los parámetros de la empresa.

“A nivel asociativo no teníamos nada y ahora estamos parados en la finca que compramos con los recursos que nos dio PepsiCo para sembrar una hectárea de papa con sistema de riego y todo y con esa cosecha pudimos dar la cuota inicial para esta finca”, afirmó.

Hoy día se cuenta con sistema de riego, una estación agroclimática, un laboratorio y un centro de tecnología, lo cual ha permitido salir adelante. Sin embargo, uno de los grandes problemas que persiste es la escasez de mano de obra porque en promedio la población es de 50 años y más por lo que se quiere mostrar a los jóvenes las bondades de producir en el campo y allí es donde estos centros de innovación juegan un papel importante con el tema de la tecnología. A ello también se suma el papel que juega Planeta Rural, una ONG que trabaja con los jóvenes rurales y los motiva para que vuelvan al campo. (Lea en CONtexto ganadero: Las 7 Ms de la agricultura regenerativa que necesita conocer el productor)

De hecho, PepsiCo tiene en la finca de Rodríguez el laboratorio para el control de la calidad de papa que compra y el mismo es operado por uno de los jóvenes campesinos de la región a quien se le capacitó previamente.

En estos momentos en la finca de la Asociación tienen el cultivo de cebada que está próximo a cosecharse y cuenta con una parte sembrada de manera tradicional y la otra con agricultura regenerativa para que los agricultores vean la diferencia. Para dichas siembras se ha contado con el apoyo de Bavaria y de Bayer. Se siembra papa y cebada porque son cultivos que se pueden rotar.

Agricultura de cambio

Por su parte, la ingeniera agrónoma de Bayer, Beatriz Arrieta, responsable del área de encadenamiento o relación con la cadena de producción de alimentos que se encarga de trabajar con el productor para que pueda vender mejor su cosecha o a nivel local o a nivel internacional. “Gran parte del éxito que tiene este ejercicio que estamos haciendo hoy es que están involucradas las compañías que compran la cosecha de lo que estamos produciendo acá”, indicó.

Añadió que “nosotros tenemos que ser muy eficientes para producir suficientes alimentos de calidad, pero que al mismo tiempo empecemos a restaurar esos elementos naturales. Y la agricultura regenerativa empieza entonces su foco en restaurar el suelo y a partir del suelo se generan los beneficios para el agricultor”.

Resaltó dentro de los beneficios de este tipo de producción la rentabilidad, el mejoramiento de la calidad de vida, del agricultor o de su comunidad, la mejora en la calidad del suelo, reducción de impacto climático, secuestro de carbono y el mejoraramiento de la biodiversidad que está presente en el cultivo. (Lea en CONtexto ganadero: Sembrando Sostenibilidad: el camino hacia un sistema agroalimentario climáticamente inteligente en Colombia)

Entre las prácticas recomendadas para la agricultura regenerativa está la labranza mínima, rotación de cultivos, optimización de insumos agrícolas y mantener el suelo cubierto todo el tiempo.

Uno de los retos que busca solucionar el Centro de Innovación Agroalimentario es poder demostrarles a los pequeños agricultores que pueden acceder a estos modelos de agricultura regenerativa y producir de forma rentable. Este tipo de agricultura es hoy realizada en países como Brasil, Estados Unidos y Argentina por agricultores grandes y tecnificados, y justamente este es el propósito del Centro: demostrar que también puede ser realizada por pequeños agricultores.