Conozca cómo manejan los pastos en la Hacienda San José

La agricultura de pastos abarca la gestión de los suelos, el manejo de aguas lluvias, y el cultivo de los diferentes tipos de pastos que hoy día se producen en la Hacienda San José.

Estas pasturas son la principal fuente de alimentación del ganado, por lo que entender y mejorar el suelo es fundamental para que los pastos aporten todos los nutrientes necesarios para el buen desarrollo de los animales, de una manera rentable y eficiente.

Teniendo en cuenta que la época de lluvia dura 8 meses y la de sequía dura 4, en la Hacienda San José establecen las praderas, realizando una alti-planimetría para conocer las curvas de nivel del agua y así poder determinar las zonas que deben intervenir con drenajes para mantener las producciones de pasto para ganado constantes durante todo el año.

En la gestión del suelo, realizan canales de diferentes profundidades que terminan antes de las cuencas, para que su vertimiento sea permeado en la tierra sin afectar el cauce de los ríos producto de la sedimentación, disminuyendo así el “pisoteo” del ganado durante los largos inviernos en los potreros.

Todos los forrajes o pastos entierran carbono que absorben de la superficie, pero la profundidad lo cambia todo. Las raíces de la pastura nativa de Vichada apenas superan los 30 centímetros y, en esta capa de tierra, existe un sinfín de microorganismos que se alimentan de ese carbono y lo devuelven a la atmósfera. Sin embargo, las raíces de la especie Urochloa humidicola, la que cubre las 8.800 hectáreas de la Hacienda San José, en el municipio de Nueva Antioquia, a escasos 30 kilómetros de la frontera con Venezuela, alcanzan más de un metro y medio. (Lea en CONtexto ganadero: Aprenda de las exitosas innovaciones de la Hacienda San José)

Evaluaciones periódicas

Los suelos, pastos y forrajes son analizados de forma periódica para poder identificar sus deficiencias. “Usamos agricultura de pastos de precisión en los corrales para ganado, donde cada potrero tiene su propia fórmula de aplicación de cal y fertilizantes”.

En la hacienda se hace una puntuación de los potreros cada dos meses con base en una tabla predeterminada que indica por altura y volumen cuál es la nota que se le debe dar a cada potrero. El propósito es saber si la carga animal que se está utilizando en cada una de las rotaciones es la correcta para el adecuado pastoreo del potrero.

En la preparación de suelos para la siembra de pastos para ganado, primero corrigen la acidez del suelo con una cantidad de cal que es determinada a través de análisis de laboratorio; preparan el terreno y luego hacen la siembra. (Lea en CONtexto ganadero: Hay que ver el pasto como lo ve la vaca)

Allí se siembran cinco tipos de pasto para ganado: Brachiaria Humidicola, Cayman, Dictyioneura, Mombasa y Marandu; cada uno con diferentes características y adaptables a las distintas condiciones de humedad de los suelos. (Lea en CONtexto ganadero: Conozca la experiencia de la Hacienda San José con la brachiara humidícola como alternativa para la alimentación de los animales)

Adicionalmente, manejan una agricultura de precisión para la corrección de suelos y fertilización de los corrales para ganado. Controlan la altura de entrada y salida de los pastos, para hacer la rotación del rebaño, y tienen acompañamiento de imágenes satelitales que brindan información de disponibilidad de forraje.

“Así es como nuestro rebaño se alimenta con la mejor calidad de pasto y sal mineralizada en un sistema de rotaciones en los corrales que permite también aprovechar la mayor oferta de pasto para ganado evitando cualquier desperdicio”.