Cómo y a qué distancia se debe sembrar el maíz

Víctor Montero, ingeniero agrónomo, explica que para saber cuántas plantas de maíz caben en el terreno, lo idea es aprender sobre el marco de plantación que es una técnica utilizada para organizar el cultivo, que garantiza la uniformidad entre distancias.

Montero define este marco como “el producto entre la distancia entre hileras multiplicado por la distancia entre plantas. Ese marco de plantación lo trae la semilla en una de las indicaciones y si esto no ocurre, lo recomendado es que consulte con un agrónomo de confianza”.

Por ejemplo, si se tiene un marco de 0.80 metros por 0.30 m, esto quiere decir que 0.80 metros es la distancia que debe haber entre líneas y 0.30 es la que debe haber entre las plantas de maíz sembrada.

Para tener una siembra de maíz adecuada no solo se debe tener claro el marco de plantación, sino también la densidad de plantación, que se calcula teniendo en cuenta que densidad es la división entre 10.000 m2 (que es lo que equivale a una hectárea) y 0.24 m, que es el número que se obtiene de la multiplicación de 0.80 por 0.30 metros. (Lea en CONtexto ganadero: Maíz, una alternativa para forraje)

De acuerdo con Montero, esto va a dar como resultado que “en una hectárea podemos tener 41.666 plantas”.

Factores que influyen en la densidad de plantación

* Tipo de maíz: Híbridos de maíz y variedades pueden tener requerimientos de densidad diferentes.

* Clima: En áreas con condiciones más favorables, es posible utilizar densidades más altas.

* Suelo: La fertilidad del suelo y su capacidad de retención de agua pueden influir en la densidad de la plantación óptima.

* Objetivos de producción: La densidad puede variar según si el maíz se cultiva para grano, forraje o silo. (Lea en CONtexto ganadero: Recomendaciones para lograr un buen ensilaje de maíz para el ganado)

De acuerdo con los expertos, la densidad de plantación puede variar ampliamente, pero en muchos casos, se encuentran densidades en el rango de 60.000 a 90.000 plantas por hectárea. Sin embargo, esto puede variar y debe ser consultado con un agrónomo o extensionista agrícola que se encuentre en la región.

Hay que tener claro que la densidad y el marco de plantación pueden ajustarse según las prácticas de manejo de cada productor como la fertilización, el riego, el control de malezas, etc.

Finalmente, si el productor no puede consultar con un agrónomo, lo ideal es que siga las recomendaciones de los fabricantes de semillas, quienes pueden proporcionar orientación específica sobre el tipo de maíz que se cultiva.