Cómo cortar un pasto de corte adecuadamente para que perdure muchos años

El manejo adecuado de los pastos de corte es esencial para garantizar la productividad y sostenibilidad de los sistemas de producción animal. El corte de pasto de corte es una práctica clave en sistemas donde el pastoreo directo no es viable o se busca maximizar el aprovechamiento del forraje. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Qué le pasa a su pasto de corte luego de ser cortado? Conozca 2 reglas de oro)

Un manejo eficiente del corte no solo permite obtener forraje de alta calidad, sino que también contribuye a mantener la salud y vigor de las plantas forrajeras, asegurando su persistencia y capacidad de regeneración.

Álvaro Rodas, investigadores en nutrición de suelos y forrajes, explica que “cuando se corta el pasto de corte a ras de piso, se estimula la germinación y rebrote”.

El corte de pasto a ras de piso implica cortar el pasto lo más cerca posible al suelo. Esta técnica se basa en la comprensión de la fisiología de las plantas forrajeras, las cuales, al ser cortadas a una altura baja, pueden responder con un aumento en la actividad de los meristemos basales, estimulando así la producción de nuevos brotes y, en algunos casos, la germinación de semillas en el suelo.

Cuando se corta el pasto a ras de piso, se reduce la dominancia apical, una condición en la cual el brote apical inhibe el crecimiento de brotes laterales. Al eliminar o reducir el brote apical, se estimula el crecimiento de nuevos tallos desde la base de la planta.

Esta respuesta es particularmente evidente en pastos con alta capacidad de rebrote como el pasto elefantes (pennisetum purpureum) y el pasto guinea (megathysus maximus).

De acuerdo con Rodas, “guadañar o cortar a ras de piso es sembrar sin sembrar. Esto significa que cuando se tiene un lote de pasto de corte y se usa la guadaña para cortar a ras de piso, estoy sembrando porque le estoy diciendo a las nuevas plántulas que salgan”.

Cada plántula estimulada que rebrota, se convierte en una planta que genera raíces subterráneas, lo cual es un indicador que el productor no tiene la necesidad de sembrar nuevamente porque la planta ya se ha regenerado.

El corte a ras de piso crea un ambiente más favorable para la germinación de semillas, al reducir la competencia por luz y recursos entre plántulas emergentes y las plantas establecidas. Esto es especialmente importante en pasturas donde se busca la regeneración natural del paso o la introducción de nuevas especies forrajeras.

Según Rodas, “para que un pasto dure muchos años, la clave es cortar a ras de piso”, siendo esta una técnica que maximiza el aprovechamiento del forraje y permite un manejo cuidadoso y óptimo en la post-cosecha.

Finalmente, con un enfoque bien planificado, esta técnica puede contribuir a la sostenibilidad y productividad de los sistemas de producción animal, asegurando una oferta continua de forraje de alta calidad y la regeneración constante de las pasturas. (Lea en CONtexto ganadero: Pastos de corte, una opción para tener alimento del ganado todo el año)