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Por - 05 de Mayo 2015
Investigaciones del IITA y el CIAT aseguran que desde hace 49 años en África los niveles de temperatura aumentaron 1,42 grados centígrados y redujeron la producción por hectárea. La Federación Nacional de Cafeteros emitió pautas para la conservación del café.
Investigaciones del IITA y el CIAT aseguran que desde hace 49 años en África los niveles de temperatura aumentaron 1,42 grados centígrados y redujeron la producción por hectárea. La Federación Nacional de Cafeteros emitió pautas para la conservación del café. Se dice que el café arábico es la variedad que más se cultiva a nivel mundial y la más antigua. Este tipo de grano se da en regiones del África y América, pero es normal verlo en países como Brasil, Colombia, Costa Rica, Honduras y Vietnam. Se caracteriza por ser un estimulante del sistema nervioso y su capacidad diurética. Recientemente, 2 estudios han evidenciado que el aumento de la temperatura puede afectar la producción del grano. El primero de ellos realizado por Alessandro Craparo del Instituto Internacional de Agricultura Tropical, IITA, detalla que el cambio climático ya tiene un impacto en la producción del café de esta variedad en la región de tierras altas del este de África. (Lea: Una taza de café: de la tierra a la mesa en 25 pasos) Según el documento, en los últimos 49 años se produjo un aumento de 1,42 grados centígrados en las temperaturas nocturnas, lo que llevó al descensos de la producción de café arábico de 195 kilogramos por hectárea. “Las consecuencias para los pequeños agricultores de la región son dramáticas, ya que representa pérdidas del 46 %”, asegura Craparo. El segundo estudio, realizado por Oriana Ovalle-Rivera y Peter Läderach, en el Centro Internacional de Agricultura Tropical, CIAT, sostiene que el cultivo intercalado con árboles para dar sombra, o mudarse a zonas más elevadas en los que es más frío, puede compensar las temperaturas más altas de 2 a 3 grados. “En general, el café tendrá que moverse entre los 300 y 500 metros más de altura, dependiendo de la ubicación para sobrevivir. Eso es factible en Etiopía o Kenia a lo largo del Gran Valle del Rift, donde se originó el café arábico a unos 2.400 metros sobre el nivel del mar. Pero en Brasil, por ejemplo, el mayor productor mundial de café y exportador de un tercio del comercio mundial, ya se cultiva en altitudes bajas y no se puede cambiar más hacia arriba”, aseguró Ovalle-Rivera. (Lea: Calidad del café pergamino aumentó 81 % en 2 años) Sobre este tema, Carlos Armando Uribe, gerente Técnico de la Federación Nacional de Cafeteros, FNC, dijo en diálogo con CONtexto ganadero que en el país se siembran especies de origen arábico y que ello se debe gracias a las investigaciones de resistencia climática y de plagas que desarrollan desde el Centro Nacional de Investigaciones de Café, Cenicafé. “Se tuvieron en cuenta aspectos como calidad, productividad, cambio climático, resistencia a plagas y enfermedades, y todas las variedades que se siembran en Colombia se desarrollan con esos objetivos. A ello hay que sumar que en el país hay alrededor de 950 mil hectáreas de café sembradas, de ese total 450 mil son variedades que están bajo sombra, ya que hay periodos de sequía fuertes, los cultivos están en pendientes y requieren de nutrientes”, afirmó Uribe. Según el directivo de la FNC, el cultivo del café se ha ido haciendo más competitivo con el paso del tiempo, gracias a recursos como el registro de las estaciones climatológicas, que permiten a los productores del grano tomar las decisiones adecuadas, en aras de preservar la caficultura. (Lea: El café tiene nueva vida... como fuente de energía) “Una de las soluciones que hay para los problemas de variabilidad climática es el mismo tipo de café, pero con modificaciones; qué mejor que tener una especie que soporte la roya y los cambios de clima? Por ello, en el país ya hay sembradas 640 mil hectáreas resistentes a esta enfermedad. Otros los secretos para tener una buena caficultura es el sombrío, la aplicación de materia orgánica y el mejoramiento de la densidad. Si se trabaja de esta forma, en el país no habrá variedades en extinción”, puntualizó Uribe.
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