Cafeteros presentan protocolo para evitar contagio de COVID-19

La Federación Nacional de Cafeteros elaboró y publicó el “Protocolo COVID-19 para caficultores”, un detallado paso a paso para evitar la propagación y contagio del nuevo coronavirus, especialmente en este momento de cosecha.

Entre marzo y junio se espera recoger la cosecha del primer semestre que se estima en 6,5 millones de sacos de café, labor que requiere unos 135 mil recolectores. Además, la zona cafetera está requiriendo mano de obra para labores de renovación por lo que la actividad cafetera no se detiene.

El protocolo, que cuenta con la validación del Ministerio de Salud, explica las recomendaciones a seguir, abarca temas como cuidados básicos de interrupción de la cadena de contagio de COVID–19, preparación y uso de soluciones desinfectantes, uso de elementos de protección personal, actividades de limpieza y desinfección, aislamiento social preventivo y medidas para fincas que requieren mano de obra local o externa. (Lea: Conozca el protocolo de limpieza y desinfección de instalaciones y vehículos de ganado) 

Por ser un producto agrícola de primera necesidad, la cadena logística de la producción de café está contemplada dentro de las excepciones de las medidas de aislamiento decretadas por el Gobierno Nacional.

Por eso la Federación elaboró dicho protocolo para cuidar ante todo la salud de los productores y sus familias en la recolección de la cosecha o en las labores de renovación de cafetales.

En el caso de las fincas pequeñas, la inmensa mayoría de las que conforman el país cafetero, una gran ventaja para evitar la propagación del nuevo coronavirus es que la cosecha la recogen los mismos productores con ayuda de familiares y conocidos. (Lea: Conozca 3 tipos de instalaciones para desinfectar vehículos)

En el protocolo ocupan un espacio importante las recomendaciones para fincas medianas o grandes que requieren recolectores locales o externos, lo que incluye medidas sanitarias estrictas para su ingreso, acuartelamiento, alimentación y recreación dentro de la misma finca, sin necesidad, por ejemplo, de que vayan al pueblo y se arriesguen a un contagio.

La situación actual de pandemia lleva a un cambio importante en la rutina de operación de una finca cafetera. Todos los días, antes de empezar las labores con las personas que ayudarán en la jornada de trabajo, se les debe brindar información sobre las medidas para reconocer y prevenir el contagio.

De acuerdo con el protocolo se debe permitir que cualquier persona que se sienta enferma lo manifieste y estar dispuestos a brindar ayuda y resolver cualquier situación con solidaridad y cuidado. (Lea: Después de limpiar, hay que realizar la desinfección del vehículo)

Es preciso realizar acuerdos sobre las medidas de limpieza, desinfección, lavado de manos, manera de estornudar y toser, restricciones sobre salir de la finca y medidas al volver, en particular cuando se va al pueblo o se visitan áreas con casos confirmados de la enfermedad.

Tal como se recomienda a toda la población, el protocolo para los caficultores incluye el lavado de manos con agua y jabón al menos cinco veces al día o cada vez que estén visiblemente sucias. Para ello se deben instalar mangueras y jabón cerca del comedor, cuarteles y, si es posible, en la zona de trabajo del cultivo.

De igual manera se recuerda que cambió la forma de saludar y nunca dar la mano o hacerlo de beso.

Cuando una persona tenga síntomas de infección respiratoria no debe ejercer labores en la finca y debe quedar en aislamiento preventivo. (Lea: Conozca el protocolo de limpieza y desinfección de instalaciones y vehículos de ganado)

Otra de las recomendaciones es promover la cultura del movimiento, comer y dormir bien y mantenerse hidratado. Realizar actividad física, comer cinco veces al día frutas, verduras y hortalizas y tomar un sorbo de agua hervida cada 15 minutos.

Se debe asignar a un trabajador o miembro de la finca la tarea de desinfección de empaques de insumos agropecuarios cuando lleguen a la finca, los vehículos que ingresen deben ser desinfectados en llantas, zonas de contacto manual y las mercancías descargadas.

El uso de tapabocas debe ser habitual para todos los recolectores y deben ser desechados diariamente en una bolsa plástica y lugar específico de la finca, independiente del resto de los desechos, protegidos de la manipulación de animales y se les debe dar disposición final asegurando que ninguna persona entre en contacto con ellos. (Lea: 11 cuidados a la hora de limpiar y desinfectar el equipo de ordeño)

“Conscientes de que la salud de los productores y sus familias es lo más importante, y para garantizar la recolección de la cosecha de la cual derivan su sustento, este protocolo, apegado a las recomendaciones de autoridades de salud del orden nacional e internacional, es otro de nuestros aportes en la actual coyuntura para beneficio del país”, señaló el Gerente de la Federación, Roberto Vélez Vallejo