Bioinsumos, una alternativa para mejorar las finanzas del campo

Frente al incremento que han tenido los insumos de tipo químico en el último año, los bioinsumos se muestran como una alternativa rentable y amigable con el medio ambiente.

En tal sentido, la docente del programa de la Facultad de Ingeniería y el Doctorado en Agrociencias de la Universidad de La Salle, Rosalina González, manifestó que se debería prestar más atención a estos productos porque “nosotros los producimos y no se dependería de otros países, aparte que es un producto biológico lo cual representa que es un mejorador de suelos”.

Sostuvo que mientras productos como los fertilizantes químicos pueden haber subido seis veces de precio, los biofertilizantes han tenido un incremento de máximo el 15 %, lo cual favorece el bolsillo de los productores. 

De acuerdo con lo expuesto por González “empezamos a buscar técnicas que fueran de bajo costo y permitieran la prevención de la degradación, pérdida o desertificación del suelo y llegáramos a tener alimentos de calidad, entonces, en el ejercicio académico nos encontramos con varios casos interesantes donde se usaban biofertilizantes: sustancias que aportan una materia orgánica con inoculantes biotecnológicos que son una mezcla de bacterias benéficas para el suelo y los cultivos”. (Lea: Biofertilizantes, clave para una producción ganadera sostenible)

Es importante resaltar que hay varias ventajas al utilizar estos biofertilizantes, “al parecer la aplicación de una serie de productos biotecnológicos generan una simbiosis que los hace más resistentes entre lo que son las raíces y los microorganismos”, aseguró González.

Adicionalmente, ofrecen una ventaja en la disminución de la huella climática y presentan un beneficio a nivel nutricional porque los productos que se estarían consumiendo no estarían expuestos a plaguicidas ni trazas.

Esta es una opción adicional muy positiva que no daña los cultivos y que por el contrario los ayudará a mejorar y “los productores van a tener oportunidades de mercados internacionales, al optimizar sus productos”.

Se puede hablar de una producción orgánica que abre una perspectiva internacional y unos beneficios económicos interesantes para quienes realicen estas prácticas.

No obstante, indicó que se precisa un trabajo mancomunado entre gobierno, gremios, academia y productores para analizar cuántos bioinsumos se requieren y para qué cantidad de productos. (Lea: Guía para preparar un sencillo biofertilizante en su predio)

En estos momentos hay producto biotecnológicos que son una mezcla de microorganismos, fungicidas biológicos donde hay una amplia gama y en el mercado se consigue todo el paquete requerido.

No se trata de aprovechar los residuos de las fincas que aunque también es válido no es algo de grandes proporciones.

Con los biofertilizantes se genera un ecosistema y se fomenta la biodiversidad, al tiempo que se fortalecen las raíces. Además no deja residuos como los productos químicos.

Esto tiene que ser un manejo integral porque se habla de agroecología y hay un paquete de acciones para obtener los resultados esperados.

Los bioinsumos son una técnica de bajo costo y alta calidad que podría mejorar los alimentos, aumentar su vida útil e incluso aportar a la salud humana, señaló la docente.

Explicó que aumenta la capacidad antioxidante de algunos alimentos, así como de clorofila, compuestos de tipo fenólico lo cual es un beneficio para los consumidores. Son metabolitos que están generando un papel preventivo en la generación de cáncer. (Lea: Biofertilizantes, una alternativa de productividad para el país)

Sin embargo, es importante tener en cuenta que el proceso no es corto, se necesita de paciencia para remplazar en los cultivos y suelos los insumos químicos que tradicionalmente se emplean.

A su vez la coordinadora del doctorado en agrociencias de la misma Universidad, Ana María Castro, expresó que entre los aspectos clave a la hora de producir los biofertilizantes están las fuentes de nitrógeno que normalmente se encuentra en las plantas que fijan nitrógeno como las leguminosas y en los residuos animales como es el caso del estiércol.

Así mismo, es importante el sustrato de los microorganismos para que los nutrientes sean liberados y las plantas los puedan absorber. Eso básicamente es energía y carbohidratos como sería melaza y salvados, entre otros.

Tampoco se puede olvidar el inóculo de las bacterias que normalmente se extrae de los bosques cercanos a los sistemas productivos.

No debe olvidarse que para realizar este proceso es necesario capacitarse y contar con la opinión de profesionales, concluyó.