Bacterias del suelo, pequeñas pero poderosas

Las bacterias del suelo son organismos microscópicos que desempeñan un papel fundamental en los ecosistemas terrestres. Aunque su tamaño es diminuto, su impacto es inmenso, contribuyendo al ciclo de los nutrientes, la fertilidad del suelo, la salud de las plantas y el equilibrio ecológico. (Lea en CONtexto ganadero: Conozca las funciones de las bacterias fijadoras de nitrógeno en el suelo)

Daniel Suarez, ingeniero agrónomo, afirma que “las bacterias son esenciales y vitales en el suelo, pues realizan funciones clave para los distintos ecosistemas”.

El suelo es uno de los hábitats más diversos en cuanto a la vida microbiana. Contiene miles de especies de bacterias que varían en su forma, tamaño, funciones y capacidad de adaptación a diferentes condiciones. Esta diversidad es esencial para mantener la salud y la resiliencia de los ecosistemas terrestres.

Las bacterias del suelo participan en números procesos ecológicos. Una de sus funciones principales es la descomposición de materia orgánica. Cuando las plantas y animales mueren, las bacterias descomponen los restas en moléculas más simples, liberando nutrientes como nitrógeno, fósforo y potasio, que luego pueden ser reutilizados por las plantas.

“Esta materia orgánica que es descompuesta la convierten en nutrientes, para que de esta manera las plantas puedan absorber a las bacterias”, describe Suarez.

Otra función esencial de estas bacterias es el ciclo del nitrógeno, ya que algunas de estas convierten el nitrógeno atmosférico en formas que las plantas pueden absorber, proceso conocido como fijación de nitrógeno. Otras bacterias intervienen en la nitrificación, transformando el amoníaco en nitratos, y en la desnitrificación, devolviendo el nitrógeno a la atmósfera.

De acuerdo con Suarez, “el nitrógeno es un nutriente crucial para el crecimiento de la vegetación, así como también ayudan a proteger a las plantas contra las enfermedades y promueven ambientes saludables en el suelo”.

Además, las bacterias del suelo contribuyen al ciclo del carbono. Al descomponer la materia orgánica, liberan dióxido de carbono (CO2), que es utilizado por las plantas en la fotosíntesis. También son importantes en la formación de compuestos húmicos, que mejoran la estructura del suelo, retienen agua nutrientes, y aumentan la resistencia a la erosión.

En palabras de Suarez, “sin estas bacterias, la fertilidad del suelo disminuiría drásticamente, afectando tanto a la agricultura como la biodiversidad. Se deben proteger las bacterias del suelo si se quiere tener un planeta más sano”.

Las bacterias del suelo juegan un papel cada vez más importante en la agricultura sostenible. Con el objetivo de reducir la dependencia de fertilizantes químicos y pesticidas, los científicos y productores están investigando formas de aprovechar las bacterias beneficiosas para mejorar la salud del suelo y aumentar la productividad de los cultivos.

Finalmente, a medida que se continue desentrañando los secretos de estas diminutas y poderosas criaturas, se pueden esperar nuevas aplicaciones y tecnologías que mejoren la sostenibilidad y la salud del planeta. (Lea en CONtexto ganadero: Cuidar las bacterias del suelo, la respuesta para mejorar su negocio)